Así actúa el servicio de orden de Vox
Publicamos a continuación el extremecedor testimonio de un joven antifascista que recoge Público. Detenido por la policía en el mitin-provocación de Vox en Vallekas, tuvo que sufrir un calvario de agresiones durante su detención y en los calabozos de los juzgados. En pleno siglo XXI y bajo un Gobierno PSOE-UP, la policía y la guardia civil, llena de simpatizantes y militantes de Vox, sigue violando los derechos humanos, ejerciendo su derecho impune a la violencia y la tortura. Y siempre contra los mismos.
Publicamos a continuación el reportaje de Público.
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GUILLERMO MARTÍNEZ
El único detenido mayor de edad tras los disturbios ocurridos en Vallecas como consecuencia del mitin de Vox ha salido de la comisaría de Moratalaz con diversas heridas que, según afirma, han sido provocadas por numerosos agentes de la Policía Nacional. Tras testificar ante el juez después de que casi se cumplieran las 48 horas que puede estar detenido, dos Guardias Civiles le han vuelto a agredir ya en los juzgados de Plaza de Castilla, provocándole una brecha en la cabeza y diversos hematomas, que se suman a los anteriores, tal y como denuncia él mismo, ahora en libertad con cargos: "Me han metido en un cuarto y me han dado una paliza".
La actuación policial que desató el hecho de que Santiago Abascal sobrepasara el cordón policial en Vallecas dejó cuatro detenidos: tres de ellos menores de edad y otro de 24 años. Es este último el que refiere diversas agresiones por parte de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil durante su periplo en la comisaría y los juzgados. Ertlanz Ibarrondo, su abogado, afirma que en la entrevista reservada que ha mantenido con su defendido antes de pasar a disposición judicial el joven le ha asegurado que los dos guardias civiles que están a la puerta de los calabozos de Plaza de Castilla le habían amenazado, "y como tal lo ha hecho constar en la declaración ante el juez", en los propios términos del colegiado.
Las agresiones, siempre según la versión del afectado, comenzaron en la propia detención del mismo. Acusado de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y daños, ya en libertad, tuvo que ser atendido por un equipo médico a su llegada a la madrileña comisaría de Moratalaz, y le derivaron al hospital Gregorio Marañón. Tal y como explicita su hermana, quien prefiere mantenerse en el anonimato al igual que el joven afectado, "en el hospital tuvieron que darle varios puntos de sutura en lo oreja y le curaron algunas heridas que la Policía le había causado durante la detención". De allí volvió a Moratalaz, "y no le volvieron a hacer nada hasta que una abogada le visitó", continúa relatando la hermana.
Según el parte de lesiones confeccionado por las urgencias del citado hospital, el joven presentaba hasta tres abrasiones en la cabeza y una "herida en piel de conducto auditivo externo de oreja derecha de cinco milímetros". En el tórax apreciaron cinco contusiones y otra abrasión; y en las extremidades valoraron siete contusiones más y una nueva abrasión. Tras una prueba facial, objetivaron una "fractura de la porción ósea del septo nasal hacia la fosa nasal derecha". La especialista en otorrinolaringología que le atendió, además, constató "una herida de un centímetro en zona inferior de antitrago", la cual fue limpiada y suturada mediante un punto. El especialista de urgencias de cirugía ortopédica y traumatología refleja "erosiones cutáneas de tipo erosivo y contusas con aspecto continuo que recuerdan a una barra". El juicio clínico que aparece en el informe médico es de "policontusión".
Las dos instituciones no tienen constancia de lo sucedido
"Después de que se fuera la letrada, le metieron en una sala, le desnudaron y le pegaron. Por allí, dice mi hermano, pasaron muchos policías, y algunos no le hacían nada pero otros le daban collejas y le pegaban, creemos que con un anillo, porque tiene una herida con hematoma en la cabeza. También le humillaban con comentarios", agrega la familiar del joven.
Ibarrondo asegura que la Policía Nacional defiende que el detenido se resistió "dando puñetazos y patadas", pese a que un vídeo grabado en el lugar de los hechos al que ha tenido acceso este medio y que les mostramos a continuación lo desmiente. Por su parte, la Policía Nacional ha afirmado a Público que no tiene constancia alguna de lo sucedido en la comisaría de Moratalaz, al igual que la Guardia Civil, que asegura a este medio que "el único momento en el que se ha tenido trato con esta persona es una vez que ya estaba puesta en libertad y porque le ha consultado a un guardia civil cuál era la salida, que se le ha indiciado". Asimismo, niegan tener constancia oficial de los hechos relatados por el joven agredido.
Amenazas antes de las agresiones
Tras pasar dos noches en los calabozos de la comisaría, el entonces detenido fue trasladado a los juzgados de Plaza de Castilla. Según comenta su hermana, a la entrada dos guardias civiles se dijeron entre ellos: "Mira, este es el que pega a policías", y directamente a él: "Luego nos vemos". Tras la declaración ante el juez, este joven ha sido el último en abandonar el edificio, aunque justo antes de salir le han dicho que se esperara porque debía firmar un documento. "Le han metido en un cuarto y entre los dos guardias civiles que ya le habían amenazado, uno de ellos portando un cordón de oro en el cuello, le han vuelto a pegar y le han abierto la herida que tiene en la cara", expresa su hermana.
Pese a que el joven de 24 años se ha intentado cubrir el rostro para que los golpes le hicieran el menor daño posible, las imágenes proporcionadas por la familia atestiguan diversas heridas y contusiones en la cabeza, la cara, los brazos, la espalda y las piernas. "Ahí es cuando mi hermano ha salido gritando que le acababan de pegar, y mi madre y yo nos hemos puesto muy nerviosas", comenta su hermana.
Problemas para denunciar "la paliza"
Los familiares querían denunciar los hechos en el mismo juzgado y saber el número de identificación de los dos guardias civiles que acababan de golpear al joven, pero dos trabajadores de la seguridad privada del edificio han intentado impedírselo, según la versión de la familia. "Porra en mano nos decían que teníamos que denunciar en la comisaría que hay en frente, pero no queríamos ir ahí porque tenemos derecho a denunciarlo en los juzgados. Hemos llamado al abogado y finalmente sí que hemos podido entrar a poner la denuncia", explica la hermana.
Así reza la denuncia presentada por el afectado ante la Secretaría del Juzgado de Instrucción Nº20 de guardia fechada el 9 de abril de 2021: "Una vez notificada mi libertad a las 15:35 p. m. y al proceder a salir de los calabozos de Plaza de Castilla, los guardias civiles que estaban a la salida de los calabozos me han indicado que tenía que entrar en un cuarto a firmar unos papeles y al entrar en el cuarto me han encerrado y me han dado una paliza, siendo los mismos que cuando la Policía me ha llevado a los calabozos me han amenazado con agredirme, y así lo he hecho constar en mi declaración judicial. Podría reconocerlos perfectamente. Solicito que se identifique a los guardias civiles".
Según el parte confeccionado en el hospital de La Paz, al que también ha tenido acceso este medio, tras la exploración física se constata una "lesión costrosa en región parietal derecha", otra costra en la región auricular derecha, una "excoriación" (lesión en la piel) en la cara y hematomas en el cuello, hombro derecho, muslo derecho y muñecas. También "ruidos respiratorios presentes en ambos hemitórax" y en el abdomen.