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La huelga feminista y antifascista del 6M ha sido un éxito rotundo: más de 100.000 estudiantes han participado en más de 40 manifestaciones organizadas por el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas. En una jornada que ha vaciado los institutos de todo el Estado con más de dos millones de jóvenes secundado la huelga, la lucha contra la política machista, homofoba y franquista de Vox, PP y Cs ha dado un gran paso adelante. Pero este clamor de la juventud también va dirigido al Gobierno PSOE-UP: ¡Basta de medias tintas y de renuncias! ¡Prohibición por ley del “Pin Parental”, implantación inmediata de una asignatura de educación sexual inclusiva y evaluable, fin de los recortes educativos y de las subvenciones a la concertada! Ni podemos esperar, ni queremos buenas palabras. Hacen falta hechos.
La marea morada de la juventud ha vuelto a tomar las calles. En Barcelona, Tarragona y el resto de las capitales catalanas, más de 60.000 jóvenes han abarrotado las principales arterias. Más de 20.000 en Madrid hemos marchado desde la Puerta del Sol hasta el ministerio de Igualdad en la cale de Alcalá; Más de 10.000 en el País Valencià (Valencia, Alacant y Castelló); otras 15.000 en las ocho manifestaciones andaluzas que hemos organizado; más de 3.000 en las ciudades de Euskal Herria, más de de 2.500 en Asturias, miles en Galiza, Castilla-León, Castilla La Mancha, Canarias, Balears y, por supuesto, en Murcia.
Encabezadas por enormes pancartas del SE y Libres y Combativas con las consignas de ¡No pasarán! y ¡Fuera el machismo de nuestras aulas!, el ambiente ha sido realmente eléctrico y excepcionalmente combativo. En ningún momento han dejado de corearse lemas en todos los idiomas que reflejan muy bien lo que queremos: “El pin parental es mierda de Abascal”, “educación sexual contra el pin parental”, “el adoctrinamiento viene del convento”, “patriarcado y capital alianza criminal”, “dónde están no se ven las mujeres del PP, yo si se dónde están con Ayuso y Abascal”, “con o sin ropa mi cuerpo no se toca”, “sola o borracha, quiero llegar a casa”, “así, así, ni un paso atrás, contra el trifachito, huelga general”, “no tenemos miedo, sí tenemos rabia”, “visca visca la lluita feminista”, “els carrers seran feministas”, “huelga feminista”, “Vox y PP la misma mierda es”, , “borroka da bide bakarra”, “zuek faxistak zarete terroristak”, “Eskuina pnv ez da feminista”, “gauak kaleak gueureak dira”, “feministak eta antikapitalistak!”, “gora borroka feminista!”, “aurten ere greba feminista!”, “qué viva la lucha de la mujer obrera”, “No son muertes, son asesinatos”, “ ni sumisas ni pasivas, mujeres combativas”, “no es un caso aislado, se llama patriarcado”, “fuera los rosarios de nuestros ovarios”, “menos crucifijo y más trabajo fijo”, “Quién ama no mata, ni humilla ni maltrata”…y muchas más, demostrando la enorme creatividad de la juventud en lucha.
La gran jornada del 6M confirma también lo que desde el Sindicato de Estudiantes, Libres y Combativas e Izquierda Revolucionaria hemos defendido en todas las asambleas del 8M del Estado: la necesidad de que este año también hubiera una Huelga General feminista de trabajadoras y trabajadores, involucrando al movimiento sindical y a todos los colectivos y asambleas, como sucedió en 2018 y 2019. Lamentablemente, una parte de las compañeras vinculadas a CCOO y UGT y a los partidos que ahora conforman el Gobierno, se han negado en redondo a aceptar esta propuesta.
Los argumentos para este rechazo son, en nuestra opinión, erróneos y contraproducentes. No tiene sentido argumentar que una huelga feminista socavaría al nuevo Gobierno. En realidad, mostrar nuestra fuerza mediante una nueva huelga general es la manera más efectiva de enviar un golpe demoledor al bloque reaccionario de PP, Vox y Cs, al mismo tiempo que empujar al consejo de ministras y ministros del PSOE y Unidas Podemos a que cumpla con nosotras.
La violencia machista sigue siendo una realidad, como la justicia patriarcal, la precariedad, la desigualdad laboral y salarial, la opresión de los cuidados, los recortes en dependencia y en la enseñanza pública o los desahucios. No podemos, no debemos, otorgar un cheque en blanco a este Gobierno. Tenemos que garantizar que nuestras demandas se cumplen y hay un cambio real, y solo lo lograremos aumentando la fuerza de nuestro movimiento. La huelga general feminista sigue siendo una pieza clave de esta estrategia.
La derecha no defiende a las mujeres que padecemos la opresión del sistema
El llamado “Pin parental” que VOX, PP y CS ya han aprobado en Murcia, y quieren extender al resto del Estado, supone una brutal agresión. Bajo ese “nombre” se esconde el intento de excluir de la educación cualquier actividad o iniciativa que denuncie la violencia machista y la cultura de la violación, o que defienda los derechos del colectivo LGTBI y de los cientos de miles de estudiantes de familias inmigrantes que sufren el racismo institucional y social. Con el “pin parental” también se perseguirá a aquellos profesores que más se destaquen en la defensa de estos derechos fundamentales.
Vox, el PP y Cs defienden el Pin parental como una medida contra el “adoctrinamiento”. ¡Pero qué cara más dura! Si existe algún tipo de adoctrinamiento en nuestras aulas es precisamente el que ejerce uno de sus principales aliados: la jerarquía de la Iglesia Católica, que recibe nada más y nada menos que 700 millones de euros de dinero público al año para esparcir su ideario reaccionario. Basta ver algunas de las declaraciones del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el obispo Cañizares, contra el “imperio gay” o lo que según él es “la amenaza más grande que tiene la humanidad”, “la amenaza de la ley de género, de la enseñanza de género y de la ideología de género”. Ni una palabra de aliento cuando nos maltratan, nos violan y nos asesinan.
El Gobierno PSOE-Unidas Podemos ha recurrido ante los tribunales el “pin parental”. Pero como la experiencia demuestra, esos mismos tribunales han dejado impunes a decenas de violadores y maltratadores, y muchas víctimas han tenido que pasar un auténtico calvario público. No podemos confiar en una justicia patriarcal y franquista que esta muy cerca de Vox y el PP.
Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas sabemos que la única manera de frenar a la extrema derecha es con la movilización. Por eso hemos convocado esta gran huelga general estudiantil, feminista y antifascista, y llamamos a la juventud a participar masivamente en las movilizaciones del 8M.
Pero nuestra lucha no ha terminado. Exigimos al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos que no se ponga de perfil. Tienen la obligación de acabar con la actual situación de injusticia empezando por aplicar las reivindicaciones por las que hemos salido masivamente en esta huelga general del 6M:
1. Prohibición por ley del “Pin Parental” y su mensaje de odio a las mujeres, los jóvenes, la comunidad LGTBI y los inmigrantes.
2. Implantación inmediata por el Gobierno de una asignatura de educación sexual inclusiva y en libertad, evaluable y obligatoria en todos los centros de estudio.
3. Recoger explícitamente en las normativas de régimen interno de los institutos el respeto a la libertad sexual, a vestir como queramos y los derechos del colectivo LGTBI.
4. Sacar la religión de nuestras aulas y terminar con el regalo de miles de millones de dinero público a la Iglesia Católica y a la educación privada concertada.
5. Derogar inmediatamente la LOMCE y acabar con los recortes educativos ya, contratar a los más de 20.000 profesores despedidos, y asegurar la gratuidad de la educación pública desde la Escuela Infantil hasta la Universidad.
Lo vivido hoy pone de manifiesto la determinación de la juventud, con las estudiantes a la cabeza, de no ceder un palmo en la defensa de nuestros derechos democráticos, por la igualdad real y contra la opresión a la que nos condena el sistema capitalista. Ningún derecho importante se ha logrado sólo con una votación parlamentaria, sino que es el fruto de la lucha masiva en las calles.
¡Únete al Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas! ¡Por un feminismo anticapitalista y revolucionario!