Gracias a las movilizaciones convocadas por el Sindicato de Estudiantes en 1998 en Andalucía conseguimos el derecho a realizar asambleas en hora lectiva (que no existe en el resto del Estado), que nos permite disponer de las condiciones adecuadas para informar, debatir y decidir sobre los asuntos que como estudiantes y jóvenes nos afectan.

Gracias a las movilizaciones convocadas por el Sindicato de Estudiantes en 1998 en Andalucía conseguimos el derecho a realizar asambleas en hora lectiva (que no existe en el resto del Estado), que nos permite disponer de las condiciones adecuadas para informar, debatir y decidir sobre los asuntos que como estudiantes y jóvenes nos afectan.
Actualmente en Andalucía se está debatiendo el nuevo Reglamento Orgánico de Centros (ROC), donde se enumeran los derechos y deberes de los estudiantes andaluces. Para nuestra sorpresa, en el borrador presentado por la Junta de Andalucía, se suprime el derecho a asamblea en hora lectiva que tanto nos costó conseguir.
Durante los últimos años, los jóvenes hemos estado sometidos a una campaña constante de calumnias y ataques, criminalizándonos y acusándonos de ser los causantes de los problemas que se originan en las aulas. Desde el SE hemos denunciado que estos hechos son minoritarios y que están totalmente sobredimensionados en los medios de comunicación para ofrecer una imagen distorsionada de la juventud y crear las condiciones favorables para recortar nuestros derechos democráticos. Tanto es así que incluso el Defensor del Pueblo reconoce que los episodios de violencia se han reducido desde 1999 hasta situarse en un 3,9%.
Esta campaña de desprestigio ha sido utilizada principalmente por la derecha a fin de justificar, por ejemplo, la Ley de Autoridad del Profesor en la Comunidad de Madrid, que pretende equiparar la figura del profesor con la de un policía, o la antidemocrática Carta de Derechos y Deberes impuesta en Euskadi por el gobierno del PNV hace dos años.
Estos ataques no son ninguna casualidad y tienen un objetivo muy claro; los jóvenes hemos destacado en los últimos años por nuestra disposición y participación en la lucha por una educación pública de calidad y un futuro laboral digno. Así sucedió en las movilizaciones contra el gobierno del PP (contra la LOCE, LOU, el Decretazo, etc.), o en las movilizaciones del pasado año contra los Planes de Bolonia.

No al retroceso en nuestros derechos democráticos

Esta ofensiva por parte del PP no nos sorprende, pero lo que es intolerable es que las comunidades autónomas gobernadas por la izquierda, gracias a los votos de miles de jóvenes y trabajadores, impulsen las mismas políticas.
No estamos dispuestos a permitir que la  Junta de Andalucía haga retroceder de esta manera los derechos básicos de los estudiantes, y por eso exigimos que rectifique en la supresión de este derecho y sea incluido en el nuevo ROC. Hace unos meses iniciamos una campaña informativa en los centros de estudio votando resoluciones exigiendo la rectificación de la Junta y enviándoselas para hacer constar nuestra total oposición a esta medida.
El 24 de febrero gracias a la campaña de presión, el Consejo Escolar de Andalucía solicitó a la consejería de Educación que mantenga en el nuevo ROC este derecho. Además, gracias a reconquistar diariamente este derecho en los institutos, muchas veces a pesar de la oposición de algunas direcciones reaccionarias, y al trabajo de estudiantes y compañeros del SE en otras zonas donde no existe este derecho, la consejería de Educación de Extremadura ha implantado este derecho en los centros.
Hay que seguir presionando para que la Junta rectifique completamente, y también tener en cuenta que este ataque no es aislado. Lamentablemente, el gobierno del PSOE está cediendo punto tras punto a la derecha y a la patronal en las negociaciones del pacto educativo. Entre otras muchas cosas, pretende introducir en dicho pacto la Ley de Autoridad del Profesor con la intención de poder reprimir a los estudiantes cuando nos dispongamos a luchar.