La ruptura de las negociaciones del convenio del metal de la provincia de Cádiz ha concluido con una convocatoria de huelga en el metal gaditano para los días 18 y 19 de junio por parte de CCOO y UGT. Desde el Izquierda Revolucionaria y Sindicalistas de Izquierda apoyamos y vamos a impulsar esta huelga a pie de tajo para empujar en la línea que creemos correcta: la de un paro total en el metal que golpee a la patronal y acabe con años de retrocesos en nuestras condiciones laborales.
Tanto el convenio de 2021, firmado a espaldas de los trabajadores y trabajadoras del metal y que no se correspondió con la lucha ejemplar que protagonizamos, como el de 2016 y 2012 fueron acuerdos que supusieron un retroceso lamentable en nuestras condiciones. Ahora pagamos las consecuencias de aquellas renuncias de CCOO y UGT en forma de temporalidad, precariedad, jornadas interminables, explotación y bajos salarios.
Son precisamente esos lamentables acuerdos los que han abonado el terreno para que ahora la patronal se niegue a firmar otra cosa que no sean más retrocesos. Concretamente se niega a pagar el Plus Tóxico Penoso (PPT) a todos los trabajadores y trabajadoras independientemente de su régimen laboral (fijo, fijo-discontinuo o temporal); a reconocer una subida salarial que compense el IPC; y a adaptar el régimen de los fijos-discontinuos a la legalidad vigente y dejar de tratarlos como pañuelos de usar y tirar.
¡Este convenio se puede ganar!
Sin duda las declaraciones de los dirigentes de CCOO y UGT que están negociando este convenio reflejan una idea: que quieren firmar un convenio de migajas que relaje los ánimos en el sector. Pero el recuerdo de la lucha que los trabajadores y trabajadoras dimos en 2021, cuando la burocracia perdió el control de la situación, sigue vivo y no deja de alimentarse cuando ven ejemplos del metal en Cantabria o en Navantia Cartagena y Ferrol.
Si desde 2012 se ha repetido hasta la saciedad que no había otros acuerdos posibles por la crisis y la falta de trabajo, ahora la situación es muy distinta. La expansión del sector naval y los nuevos presupuestos militaristas del Gobierno ya dejan ver que el margen empresarial está creciendo y va a regar de beneficios a los capitalistas del metal. ¿Cuál es la excusa, entonces, para no dar una batalla seria por un convenio que revierta los retrocesos y acabe con la precariedad, el paro y la miseria del sector? Creemos que ninguna. Este convenio se puede ganar, pero no nos lo van a regalar en una mesa de negociación, sino que lo vamos a conquistar los trabajadores y trabajadoras con la huelga y la lucha en las calles.
Organicemos la huelga en el metal el 18 y el 19 y la indefinida a partir del 23. ¡Unifiquemos las luchas para ganar!
La huelga del metal del 18 y el 19 sin duda volverá a expresar toda la rabia acumulada contra una patronal que no ha dejado de recortar nuestros derechos. Los trabajadores y las trabajadoras del metal tenemos la fuerza para parar la producción; y sin nosotros no se mueve absolutamente nada en los talleres. Como ya nos ha demostrado la experiencia, no vamos a arrancar ninguna reivindicación en una mesa de negociación si antes no lo hemos peleado en las calles.
Al igual que sabemos esto, también sabemos que los acuerdos a espaldas de los trabajadores y las trabajadoras, que somos los primeros interesados en ganar este convenio y los que sufriremos las consecuencias del mismo, nunca han estado a la altura de nuestras aspiraciones.
Queremos acabar con la miseria, la precariedad y el paro que tanto golpea nuestra provincia. Por eso necesitamos una plataforma reivindicativa debatida y aprobada en asambleas generales del metal y que los dirigentes sindicales que se sientan en la mesa de negociación se comprometan a defenderla con uñas y dientes. La opacidad que ha caracterizado a los dirigentes de CCOO y UGT durante estos meses de negociación ha sido un tremendo error. ¿Cuál es el problema de que conozcamos exactamente qué es lo que se está negociando?
La batalla por el convenio del metal de Cádiz se produce en un momento muy favorable para golpear a la patronal. La lucha por el convenio de Navantia, unida a la batalla en la industria auxiliar de Navantia en Cartagena, la reciente huelga del metal en Cantabria… existen posibilidades reales de unificar todos estos conflictos en una gran huelga general del metal que permita unir fuerzas y poner contra las cuerdas a la patronal. El sindicalismo combativo no puede ceder a la segmentación de las luchas impuesta por las cúpulas de CCOO y UGT. ¡Hay que unir las fuerzas para derrotar a la patronal! ¡A por una huelga general del metal!
Los trabajadores y las trabajadoras del metal necesitamos coger las riendas de la batalla por el convenio y que seamos nosotros mismos los que decidamos los pasos a dar para ganar esta lucha y solo nosotros y nosotras debemos llevar las riendas de la negociación.
¡A por la huelga del 18 y el 19! ¡Este convenio lo vamos a ganar!