derrotada por los errores de las direcciones de CCOO y UGT
La huelga convocada por CCOO y UGT por el convenio provincial de Sevilla comenzó el día 30 de abril durante la recolección del melocotón, fruta que madura rápidamente y en pocos días hay que cosecharla para que no se pierda. La tardanza en recoger el melocotón, y en consecuencia el exceso de maduración, perjudica su precio de exportación, de donde obtienen los grandes productores y comercializadores la parte sustancial de sus beneficios.
Por eso se dan condiciones favorables para obligar a la patronal a aceptar las principales reivindicaciones de los trabajadores y firmar el convenio provincial.
derrotada por los errores de las direcciones de CCOO y UGT
La huelga convocada por CCOO y UGT por el convenio provincial de Sevilla comenzó el día 30 de abril durante la recolección del melocotón, fruta que madura rápidamente y en pocos días hay que cosecharla para que no se pierda. La tardanza en recoger el melocotón, y en consecuencia el exceso de maduración, perjudica su precio de exportación, de donde obtienen los grandes productores y comercializadores la parte sustancial de sus beneficios.
Por eso se dan condiciones favorables para obligar a la patronal a aceptar las principales reivindicaciones de los trabajadores y firmar el convenio provincial.
Efectivamente, la huelga fue un éxito desde el primer día. Los trabajadores del campo han demostrado una vez más su disposición a secundar la lucha, a participar en los piquetes, a sacrificarse cuando sus organizaciones tradicionales los llaman a la lucha. Sin embargo, después de cinco días de huelga, la lucha se ha resuelto con una derrota para los trabajadores. La razón para que se haya dado la vuelta a una situación tan ventajosa no es otra que los errores de las direcciones de CCOO y UGT de Sevilla que, en la práctica, ha supuesto el saboteo de la huelga y su posterior suspensión, no consiguiendo absolutamente nada.
Se paraliza la producción
La solidaridad demostrada por los trabajadores durante toda la huelga ha sido grande. No ha habido cuadrillas con las que enfrentarse a la puerta de los grandes cortijos, como sí ocurrió en huelgas anteriores. Esto ha facilitado que los piquetes quedasen libres para moverse y afinar más en el control. En todas partes, los trabajadores que al llegar el piquete se encontraban en el tajo salían de buena gana, entendiendo los llamados a la unidad de la huelga. Algunos se sentían avergonzados y llamaban a sus compañeros a no volver hasta que acabase la huelga.
A pesar de las amenazas y el chantaje, la patronal no ha encontrado mano de obra dispuesta a romper la huelga. Varias de las cuadrillas que se encontraron los piquetes eran inmigrantes rumanos, engañados por los intermediarios esclavistas al servicio de la patronal, que se aprovechan de las condiciones de necesidad en las que sobrevive este colectivo.
Así pues, el paro es total, el poco melocotón que se recoge procede de parcelas pequeñas, pero este agua no mueve molino. Las grandes fábricas de manipulación de fruta están obligadas a cerrar. Las variedades más tempranas están empezando a madurarse en el árbol. La patronal comienza a contar sus pérdidas. El éxito de la huelga es tal que asusta... a los dirigentes sindicales.
‘¡Hay que salvar la campaña del melocotón!'
Por increíble que parezca ésta es la conclusión a la que llegan la dirección de CCOO y UGT cuando la huelga estaba demostrando toda su fuerza y potencial, y la patronal no tenía más remedio que hacer concesiones. A los dirigentes sindicales les tiemblan las piernas bajo el peso de la responsabilidad: ¿Y si los grandes empresarios cumplen con su amenaza de dejar que se pierda la cosecha? se preguntan. Desde luego, los representantes de la patronal ASAJA (los grandes propietarios) manifiestan en la prensa que prefieren perder todo el melocotón antes de firmar un convenio "inasumible". Culpan a los sindicatos del daño que se va a producir en el campo, de la pérdida de jornales, que no van a tener más remedio que arrancar los árboles y trasladar la producción a otras provincias o a Marruecos; las mismas amenazas de siempre en todas las huelgas del campo y lo mismo que dice la burguesía en todos los conflictos laborales y cierres de empresas.
Ya hemos visto situaciones similares en conflictos laborales provocados por cierres y deslocalizaciones. Los empresarios amenazan con trasladarse a otra parte si los trabajadores mantienen sus reivindicaciones laborales y salariales. ¿Qué han de hacer en estos casos los sindicalistas dignos de tal nombre? ¿"salvar la empresa" y aceptar las condiciones de la patronal en nombre del consenso y el sindicalismo responsable? Esto situaría a los sindicalistas en el mismo campo que la patronal.
La forma correcta de enfrentarse al chantaje de los empresarios es a través de la lucha organizada, la huelga, los métodos tradicionales del movimiento obrero, asamblearios y democráticos, desenmascarando ante los trabajadores la estrategia de la patronal, que llora por los "convenios inasumibles" y por la "falta de productividad" mientras aumentan sus beneficios.
Se imprime un giro a la huelga. De vuelta a la negociación
Así pues, las direcciones sindicales aprueban "perseguir" a la patronal -primero a la pequeña propiedad y, en vista del escaso éxito, vuelven detrás de los grandes- hasta que firmen el convenio. Los patronos ya son conscientes de que los dirigentes sindicales tienen más prisa por desconvocar la huelga que ellos mismos y en esas condiciones tan favorables sí acceden a sentarse civilizadamente.
Esto no es una cuestión menor. ¿Con qué fuerza se sientan en una mesa los representantes sindicales cuando la impresión que están dando es que son ellos los que están desesperados por firmar algo? Y esto en medio de una huelga totalmente exitosa.
Después de perder el tiempo durante más de 15 horas de reunión, los representantes de la patronal entienden que ya han tenido suficientemente entretenidos a los señores que tenían que estar dirigiendo la huelga, se levantan y no aceptan absolutamente nada, ni un céntimo de subida, dejando a los jefes sindicales en bancarrota y sin capacidad de reacción.
Finalmente, el acuerdo al que llegan el delegado de empleo (¡!) y el representante de Asociafruit, que agrupa al 90% de los productores y exportadores de fruta de la provincia, no hace otra cosa que reflejar la derrota que han propiciado los dirigentes sindicales con su actuación. Los piquetes se desmovilizan y la huelga se suspende a cambio de un 5% de subida sólo para la naranja, el melocotón y las hortalizas. Nada de convenio, ni de mejoras laborales. Pero es que ¡un 5% era la última oferta que hizo la patronal antes de la huelga!
Volver a la lucha con la unidad de las organizaciones obreras del campo
Hay que abandonar el sindicalismo estéril de pactos y consensos y volver a la movilización en la campaña de la aceituna y luchar por un buen convenio provincial. Pero para lograr la victoria en una huelga tan dura como la aceituna, los dirigentes de CCOO y UGT han de poner todo su empeño en llegar a un acuerdo con el SOC-SAT. La división de fuerzas en el campo de los trabajadores sólo favorece a la patronal. Es absolutamente criminal continuar con esta situación y los trabajadores conscientes tenemos que presionar en la dirección correcta. Desde hoy es necesario iniciar los contactos entre las tres organizaciones sindicales con el objetivo de alcanzar una única plataforma reivindicativa del convenio y plantar batalla a la vuelta del verano. Si esto se consigue, y no hay razones objetivas para que no sea posible, nadie podrá detener al poderoso ejército de los trabajadores.
Posadas (Córdoba) · Domingo, 29 de junio. Jornada de debate político de la Corriente Marxista El Militante
El 29 de junio a partir de las 11 de la mañana la Corriente Marxista El Militante organiza una jornada de debate político sobre la situación de la clase trabajadora en los pueblos y el campo andaluz.
Discutiremos sobre crisis de la construcción, la negociación de los convenios y las plataformas reivindicativas, la necesidad de una ofensiva sindical para mejorar las condiciones laborales y la urgencia de incorporar a la clase obrera inmigrante en las luchas. En definitiva, prepararnos para responder a la crisis capitalista con un programa de lucha revolucionario.
Las ponencias correrán a cargo de sindicalistas marxistas de CCOO y del SOC-SAT. Si estás interesado en participar ponte en contacto con nosotros:
· Sevilla:
954 422 477 · 645 115 053
· Posadas: 957 631 074 · 660 970 722