El aumento de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) es cada día más importante. CEPLASTIC, SL se constituyó el 11 de julio de 2008 con la fusión de las sociedades VINILIKA INDUSTRIAL SL y CEPLASTIC SAU, dando lugar a una sola fábrica con dos centros, uno en Vitoria (Júndiz) y otro en Llodio (Álava). El 23 de septiembre la dirección informa al comité de que va a presentar un ERE (presentándolo ante el gobierno vasco el 6 de noviembre) por el que se suspenden durante 42 días los contratos de 102 trabajadores/as de un total de 184 que componen su plantilla, finalizando el 21 de diciembre.
El aumento de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) es cada día más importante. CEPLASTIC, SL se constituyó el 11 de julio de 2008 con la fusión de las sociedades VINILIKA INDUSTRIAL SL y CEPLASTIC SAU, dando lugar a una sola fábrica con dos centros, uno en Vitoria (Júndiz) y otro en Llodio (Álava). El 23 de septiembre la dirección informa al comité de que va a presentar un ERE (presentándolo ante el gobierno vasco el 6 de noviembre) por el que se suspenden durante 42 días los contratos de 102 trabajadores/as de un total de 184 que componen su plantilla, finalizando el 21 de diciembre.
ta empresa ha estado orientada a la producción de láminas plásticas de múltiples usos. El expediente lo han justificado por el aumento de stock y la caída de pedidos. Los trabajadores nos quedamos sorprendidos al haberse logrado en el año 2007 el mayor pico de producción de la empresa y estar trabajando a cuatro turnos hasta el mes de mayo.
La empresa ha obtenido tremendos beneficios durante los pasados años que los trabajadores no hemos visto. Han pasado de cuatro directivos a ocho, todos con su respectivo Audi a cargo de la empresa, y han dejado irse a los tres mejores comerciales. Se llevan las ganancias, no hacen su trabajo y ahora exigen a los trabajadores que nos apretemos el cinturón y asumamos que las pérdidas son de todos, lo cual es un engaño.
Chantaje de la empresa
Los trabajadores nos reunimos en asamblea en cuanto tuvimos noticias del expediente y nos encontramos con que la empresa ya había estado maniobrando en la sombra para que allí se escuchasen sus advertencias de que si no tragábamos podíamos perderlo todo. Como siempre, recurrir al temor de los trabajadores que dependemos únicamente de nuestro salario.
Por ejemplo, en la reunión que tuvimos el 30 de septiembre, nos dijo que no pagaría el sueldo, ni la seguridad social ni hacienda. Su objetivo era provocar terror entre la plantilla. Es cierto que esta presión afectó incluso a algunos miembros del comité.
Tenemos recogido en nuestro convenio desde hace veinte años que en caso de EREs los trabajadores "no verán mermadas sus percepciones salariales respecto a su jornada ordinaria". Sin embargo, la dirección de la empresa quería que renunciásemos a nuestros derechos: "que cobrásemos hasta un 90% del salario neto" en lugar del 100% que finalmente se aprobó, y no pagar nada de la paga extra.
Además, la empresa quería hacer un paro total de producción que finalizase el 11 de enero, eliminando los puestos de trabajo de los jóvenes que actualmente tienen contrato de relevo. Esto se rechazó también tajantemente porque mermaba la plantilla y ponía en cuestión el futuro de la empresa. La respuesta en asamblea de los compañeros fue rotunda. A pesar de las amenazas de la empresa se rechazó por unanimidad cualquier recorte de derechos. Tras tres asambleas, la última el 22 de octubre, se llegó al acuerdo de no firmar ningún ERE que representase renunciar al convenio. La empresa para asustarnos dijo que no había acuerdo, pero al agotarse los plazos firmó.
Firmar EREs no está siendo nada raro, ya que estamos sometidos a esta presión y sin nadie que presente otra alternativa. Aunque los secretarios generales de distintos sindicatos han dicho de cara a la prensa que no hay que firmarlos, en la práctica la política que llevan en las empresas es la de colaborar con la patronal.
Reflexiones sobre la crisis
Sin embargo, algunos trabajadores de la antigua Vinilika nos hacemos algunas reflexiones que puedan servir a otros trabajadores que pasen por lo mismo. En primer lugar, se están presentando expedientes en cascada. Todas las medidas económicas que se están adoptando benefician a los patronos mientras nosotros nos comemos el paro.
¿Cuál va a ser la profundidad de esta crisis? Porque lo que está claro es que si dura mucho, al volver al trabajo -como la empresa ya nos ha advertido- nos irá presentando sucesivos expedientes y nos iremos comiendo más paro. ¿Y qué pasará cuando nos comamos todo el paro? Pues que si la crisis se ha convertido en una depresión económica, cómo están advirtiendo y cómo se ve por las medidas tan tremendas que están adoptando, lo más probable es que nos manden a la calle.
La segunda reflexión es que a esto es muy difícil de plantarle cara empresa a empresa. Hay que hacer asambleas serias en los sindicatos con todos los delegados y con los trabajadores, para explicar qué está pasando y tomar medidas en defensa de nuestros puestos de trabajo y de los derechos adquiridos. El objetivo: unificar y coordinar todas las luchas, lograr el apoyo del conjunto de la clase trabajadora para impedir que se destruya empleo.
Igual que ayer veíamos que la subida de los precios de las viviendas era una burbuja que tenía que estallar. Ahora vemos que dar dinero público a manos llenas a la patronal y la banca lo único que logra es mantener sus beneficios a costa de que aumente terriblemente la deuda sin lograr evitar el paro. Lo que necesitamos los trabajadores hoy es un sindicalismo combativo y de lucha en lugar de estar sacándoles las castañas del fuego a tanto bandido que se ha lucrado explotándonos como le ha dado la gana.