Hacer asambleas en cada centro de trabajo. Es necesaria una huelga general en todo el Estado
Los ataques que tiene preparados la patronal para lanzarlos contra los trabajadores en los próximos meses no tienen desperdicio: reducciones de los salarios reales, aumento de la edad de jubilación a los 67 años; abaratamiento del despido, creación de un contrato único cuya indemnización sea de 20 días por año trabajado; cambiar el cálculo para la jubilación de los últimos 15 años a toda la vida laboral, consiguiendo así una rebaja de la cuantía en las pensiones; rebajas del Impuesto de Sociedades y de las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de las empresas, etc. Pero además, uno de los ataques más directos va a ser cargarse la negociación colectiva y crear un marco individual de relaciones laborales, donde los trabajadores, de uno en uno, vayan pasando por el despacho del empresario sin que puedan defenderse. Esto es romper una de las espinas dorsales de la organización de los trabajadores, pues una parte importante de la fuerza que tienen los sindicatos proviene de su poder para negociar los convenios. No cabe la menor duda de que la burguesía se está preparando para el futuro y necesita debilitar a la clase obrera.
El ejemplo de Recticel
Es evidente que en estas circunstancias la necesidad de luchar es urgente y además sólo a través de la lucha es como se pueden frenar los ataques. Prueba de ello ha sido la lucha de los trabajadores de Recticel. A los 75 trabajadores de la planta de Álava la empresa les presentó un ERE de rescisión de contratos para 39 trabajadores. Desde el principio plantearon luchar y UGT, ELA y LAB, con representación en el comité de empresa, se unieron para echar atrás el expediente. La asamblea de trabajadores aprobó una huelga de dos días por semana que acabó endureciéndose en una huelga indefinida. Tenían muy claro que sólo unificando su lucha con la de otros trabajadores y presionando a favor de la convocatoria de una huelga general podían triunfar y no se perdieron ni un solo acto o movilización conjunta en el que aprovechar para que se les escuchara: asamblea en la Iglesia San Francisco, manifestación del 3 y del 8 de marzo, manifestación de la plataforma Herria Abian, viajes a Barcelona y Madrid movilizándose con los trabajadores de Santa Perpetua del mismo grupo, etc. Esto, unido a un buen contrainforme, obligó al Ministerio de Trabajo a rechazar el ERE y la victoria ha sido total.
Ahora bien, aunque se puede obtener alguna victoria empresa por empresa, los ataques que se están preparando y que se están produciendo ya son de tal envergadura que no se pueden solucionar de esta forma. Incluso las victorias que obtengamos hoy de forma aislada pueden durar poco tiempo en un contexto de crisis general. Para conseguir que las victorias sean duraderas y revertir la situación de muchos conflictos que se han perdido por su aislamiento es necesario extender las luchas y unificarlas. Los dirigentes sindicales tienen una enorme responsabilidad en conseguir unir todas estas luchas y poner la base real para paralizar los ataques.
La huelga del 21 de mayo, un paso adelante
En este sentido la huelga general del 21 de mayo en la CAV y Navarra es un paso adelante frente a los golpes durísimos que la clase obrera está recibiendo. Las direcciones de UGT y CCOO, igual que hicieran en la huelga de 1999, deberían sumarse a esta convocatoria y enfocarla como la preparación de una huelga general en todo el Estado cuya repercusión sería infinitamente mayor como hemos visto con las huelgas generales convocadas en Grecia, Italia, Portugal, los paros generales en Francia, etc.
Las direcciones de UGT y CCOO deben proponer a los miembros de los comités de empresa y delegados la convocatoria de asambleas en todas las fábricas para debatir los problemas que tienen los trabajadores, informar de los planes de ataque que se están preparando y defender la necesidad de afrontar estos ataques de forma unificada, apoyando la huelga del día 21 de mayo como un primer paso. En las asambleas los trabajadores expresarán sus opiniones y finalmente se debe respetar lo que se decida en cada empresa.
Unidad de acción
Es cierto que la dirección de ELA no ha puesto fácil la unidad de acción. Sin ir más lejos, ante la huelga general contra la reforma laboral que pretendía aprobar el PP el 20 de junio de 2002, ELA y LAB convocaron el 19 de junio, rompiendo esa unidad tan necesaria del movimiento obrero y dividiendo en líneas nacionales a los trabajadores. También es cierto que muchos ugetistas no entienden por qué no se ha convocado ninguna huelga general estos años de bonanza cuando la política derechista del PNV y los ataques de la patronal vasca han sido incesantes, provocando importantes retrocesos sociales en sanidad, educación, la pérdida de poder adquisitivo, la precariedad en el empleo y los accidentes laborales. En lugar de fortalecer los convenios provinciales que protegen a los trabajadores de pequeñas empresas, ELA decidió luchar empresa por empresa.
Pero la actitud errónea de los dirigentes de ELA entonces no quita que hoy no se deba apoyar la huelga del día 21 de mayo. En una situación de crisis profunda del sistema capitalista, con millones de despedidos en todo el mundo, con ataques sin precedentes a la clase obrera, la convocatoria de huelga general es cuando más se necesita. No hacerlo debilita la respuesta de los trabajadores y envalentona a la patronal. La burguesía, hoy más que nunca, utiliza el divide y vencerás: con los trabajadores inmigrantes, los jóvenes, las mujeres y las nacionalidades. Por eso debemos potenciar, más que nunca, la unidad de las luchas y la extensión de las mismas. El éxito de la huelga general del 21 de mayo sería la mejor preparación para una huelga general en todo el Estado que obligue al gobierno de Zapatero y de Patxi López a romper con todos su compromisos y acuerdos con la derecha, banqueros y empresarios, que ejercen presiones cada vez más fuertes para hacer valer sus intereses frente al de los trabajadores y de la mayoría de la sociedad.
Agustín Plaza, responsable de FIA-UGT de Álava / Óscar González, miembro del Comité de Empresa por UGT en Tuberías y Perfiles Plásticos / Mikel Pérez, delegado sindical de UGT de Recticel (antigua ICOA) / Rubén Martínez, miembro del Comité de Empresa por UGT de Recticel (antigua ICOA) / Santos Arreba, miembro del Comité de Empresa por UGT en Trelleborg Izarra / Jose Luis Travieso, miembro del Comité de Empresa por UGT en Trelleborg Izarra / Andoni García, miembro del Comité de Empresa de UGT en TR LENTZ / Luis Gabarri, miembro del Comité de Empresa de UGT en TR LENTZ / Goyo Barrantes, miembro por MCA-UGT del Comité de Empresa de Esmaltaciones San Ignacio / Luis Berbetoros, miembro del Comité de Empresa de UGT en IAC GROUP / Álvaro Hierro, delegado sindical de UGT de Tuboplast / Mari Luz Morote, delegada de personal de UGT de URLASTER / José Manuel Villar, delegado de personal de UGT de NAVAPLEX / Jorge Buezo, delegado sindical de UGT de INTECSA / Ginés Férez, delegado de MCA-UGT en Galvisa / María Vega Dueñas, delegada sindical de UGT de INTECSA / Juan Bautista Ruiz de Loizag, delegado de personal de UGT de ENAGAS / Fancisco Javier Astinza, delegado de UGT de SERT / Patricio Cabrerizo, delegado UGT en Aratubo / Bartolomé Ruiz, delegado FIA-UGT en Gateor / Rosa María Guerra, afiliada UGT / Jose Antonio Pozo, afiliado UGT / Eloy Val del Olmo, afiliado FIA-UGT Álava / Pedro Abellán Ortega, afiliado UGT Álava / Liborio Pro Fraile, afiliado FIA-UGT Álava / Jose Luis Cariñanos, afiliado MCA-UGT Álava / MªJesus Rodriguez, afiliada FSP-UGT Álava / Rafael Martín Gabikagogeaskoa, afiliado MCA-UGT Álava / Javier Plaza Fernández, afiliado MCA-UGT Álava / Lorenzo Espino, afiliado FIA-UGT Álava en Gateor / Santiago Durán, afiliado FIA-UGT en Gateor / Milagros San Martín, afiliada UGT Adm Pública / María Castro, afiliada UGT Álava / Maite González Bentancur, afiliada UGT Álava / Juan García Muñoz, afiliado MCA-UGT Álava de ECN Cable Group / David Santa Marta, afiliado UGT Álava de Intecsa / Aurelio Cantabrana, afiliado UGT Álava de Intecs