Durante los últimos meses de 2009 se habló bastante del "modelo alemán" de desempleo, el llamado kurzabeit. De hecho, Toxo lo llegó a presentar como un punto fundamental de las reivindicaciones de CCOO, y varios ministros lo elogiaron y se mostraron dispuestos a estudiar su aplicación. Todo ello debido a que mientras la economía alemana caía más que la española, el paro apenas aumentó en un punto en 2009, mientras en el Estado español prácticamente se dobló.
Durante los últimos meses de 2009 se habló bastante del "modelo alemán" de desempleo, el llamado kurzabeit. De hecho, Toxo lo llegó a presentar como un punto fundamental de las reivindicaciones de CCOO, y varios ministros lo elogiaron y se mostraron dispuestos a estudiar su aplicación. Todo ello debido a que mientras la economía alemana caía más que la española, el paro apenas aumentó en un punto en 2009, mientras en el Estado español prácticamente se dobló.

Antes de analizar el "modelo" en sí, es necesario aclarar que la economía alemana y española tienen características que explican en gran medida su diferente reacción a la crisis. Entre otras, que en el Estado español está arrasando con sectores muy intensivos en mano de obra como construcción y comercio, mientras en Alemania está afectando a sectores más intensivos en capital, como la industria exportadora, que además contaba con más músculo financiero. Por explicarlo brevemente, mientras el prototipo de creador de empleo español tenía una excavadora alquilada y media docena de empleados y ha cerrado al quedarse sin trabajo, en Alemania se trata de una empresa industrial exportadora que de momento espera a ver si el mercado se recupera antes de cerrar y perder millones en capital. Esto no quiere decir que no realice ajustes, sino que se hacen de otra manera y más diferidos en el tiempo. Por ejemplo, mientras se han perdido 270.000 empleos en la industria en 2009, se han creado más de 500.000 a tiempo parcial, principalmente en servicios y mal pagados. De hecho, el salario medio por empleado bajó casi un 1% por las reducciones salariales en ciertos sectores y esta sustitución de empleo completo por empleo a tiempo parcial. Además, diversos estudios cifran en un millón los empleos que se perderán en Alemania en 2010 y 2011 por la raquítica "recuperación".
Hay que tener en cuenta también ciertos "trucos estadísticos" introducidos recientemente (con el viejo sistema se calcula que en lugar de bajar en 6.000 personas, habría aumentado en 5.000 en diciembre), y la gran cantidad de parados a los que se imparten cursos y no cuentan como desempleados, ayudan a perfilar un cuadro más real sobre el paro en Alemania.
La esencia del kurzabeit es que, supuestamente para no ser despedidos, los trabajadores ven reducida su jornada y el Estado paga entre el 60% y el 67% del sueldo que dejan de percibir, además de un porcentaje de las cuotas sociales. Aquí ya podemos ver que se produce una pérdida salarial importante y que dado que el salario medio español es la mitad que el alemán ya introduce una limitación importante a su aplicación.
La base del sistema es el recurso al dinero público, en primer lugar a las prestaciones por desempleo. No es un ahorro para el Estado, porque el gasto es igual con un parado que con dos semi-parados. Esto tiene un límite, y aunque en Alemania se ha alargado la validez del sistema de seis meses a dos años, los anunciados recortes del gasto que exigen los capitalistas harán cada vez más difícil su prórroga cuando los trabajadores agoten sus prestaciones mientras se siguen perdiendo empleos.

Similitud con los EREs

Según cálculos del gobierno alemán citados por La Vanguardia (11/11/09), el kurzabeit ha logrado "salvar" 100.000 empleos, algo lejos de los 450.000 que citaba Toxo. En realidad, y mirándolo de cerca, este modelo es muy similar a los EREs temporales que se aplican en el Estado español, que al final implican una reducción de la jornada a través de días sin trabajar percibiendo un 60-70% del salario a cargo de la prestación de paro. Ya analizamos su papel en estas páginas1. De hecho, existe una modalidad de ERE de reducción de jornada prácticamente idéntico al alemán en el que en 2009 se encontraban sólo 17.000 trabajadores. Es muy dudoso afirmar que así se salvaría algún empleo más que los que han "salvado" los EREs (370.000 trabajadores afectados por ERE temporal en 2009).
Un factor no secundario es que aumenta la flexibilidad del empresario a la hora de disponer del trabajador a su antojo, reduciendo y aumentando la jornada cuando quiere. La dirección de CCOO ha defendido que se debe aplicar a las pequeñas empresas, incluso a través de bonificaciones en la Seguridad Social. Aparte del error que supone defender que paguemos a los capitalistas para trabajar para ellos, este plenteamiento demuestra un desconocimiento de la situación de extrema explotación en las pequeñas y medianas empresas. La reducción bonificada de la jornada abriría las puertas a todo tipo de abusos como seguir trabajando gratis el resto de la jornada a cambio de no ser despedido.
Los marxistas pensamos que el modelo alemán no es una solución, porque sigue haciendo recaer el peso de la crisis sobre la clase trabajadora. Es cierto que ante la crisis capitalista defendemos el reparto del trabajo entre todos, reduciendo la jornada laboral, pero sin reducción salarial de ningún tipo puesto que los trabajadores no tenemos nada que ver en su crisis. Cuando nos plantean compungidos que no es posible pedimos ver los libros de cuentas de verdad para comprobarlo. Si los burgueses no son capaces de mantener nuestras condiciones de vida es que los burgueses no pueden administrar su sistema, por lo que reivindicamos la nacionalización de las empresas en crisis bajo control obrero para demostrar que sí es posible vivir dignamente. El problema es el capitalismo, y su remedio el socialismo.

1. El ERE, una medida que SIEMPRE favorece al empresario, ver nº 227 (mayo de 2009) o en www.elmilitante.net/content/view/5576/37/.

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