Foto_Ferrol_1DicA continuación publicamos la hoja sobre la situación en Navantia que El Militante distribuyó en la masiva manifestación celebrada el domingo 1 de diciembre en Ferrol incidiendo en la necesidad de adoptar una estrategia de lucha que pase por un plan de movilización estatal y unificado de todos los trabajadores de Navantia en defensa de una empresa 100% pública y rechazando despidos, cierres de centros y cualquier retroceso en las condiciones laborales.


 

¡POR UNA MOVILIZACIÓN UNIFICADA DE TODOS LOS TRABAJADORES DE NAVANTIA CON UN PLAN DE LUCHA ESTATAL CONTUNDENTE!

¡NO A LAS MANIOBRAS DIVISIONISTAS DEL PP!

¡NI DESPIDOS, NI CIERRE DE CENTROS NI RETROCESOS EN LAS CONDICIONES LABORALES!

La estrategia del PP para Navantia es clara. Quiere aparecer como el defensor de las respectivas factorías locales y culpar de los males de la empresa a los directivos. Por eso los alcaldes ferrolanos del PP se manifestaron ante Navantia Madrid para exigir trabajo solamente para las factorías de la ría ferrolana. Por eso el PP de Cádiz exige trabajo solamente para las factorías gaditanas.

La actuación del presidente de Navantia no se debe a que sea tonto. Al contrario, sabe perfectamente lo que se hace: siguiendo los dictados del PP, que fue quien lo nombró, está desorganizando y desprestigiando la empresa para abocarla a una situación que justifique la reconversión que el gobierno quiere aplicar para acabar con los derechos de los trabajadores y seguir avanzando en la privatización.

A los PP ferrolano, gaditano o cartagenero no les preocupa Navantia, sino las próximas elecciones municipales. Con su demagogia, intentan aparecer como los amigos de los trabajadores, proteger al gobierno y, sobre todo, crear divisiones entre los trabajadores que impidan que nos unamos para luchar juntos contra los recortes del PP. Esta política de fomentar enfrentamientos entre trabajadores es una constante en el PP. El “divide y vencerás” sólo beneficia al PP. El egoísmo, la insolidaridad y la despreocupación por los demás son señas de identidad de la derecha y los empresarios. Por eso los trabajadores debemos preguntarnos: ¿nos conviene hacerle el juego al PP y enfrentarnos entre nosotros? La respuesta es: ROTUNDAMENTE NO.  

Un trabajador no puede estar tranquilo cuando otros trabajadores tienen problemas porque lo que les pasa a unos acaba por pasarle a los demás. Toda la historia del movimiento obrero demuestra que la clase obrera avanza o retrocede junta. La conciencia de clase consiste precisamente en comprender esto. Por eso la solidaridad es inherente al movimiento obrero. Nuestro objetivo tiene que ser que los trabajadores no suframos recortes ni pérdida de derechos, pero ni en nuestra factoría, ni en el resto ni en ninguna otra empresa. Actuar de otra manera nos convertiría en los tontos útiles del PP.

Foto_Ferrol_29NUn enfoque sindical dirigido a repartir los recortes de otra forma sería un grave error porque implicaría asumir los ajustes y dividir a los trabajadores, además de demostrar que no hay confianza en poder ganar esta lucha. Ese es el juego del PP, que quiere que veamos a los trabajadores de las otras factorías como enemigos y a él como aliado en defensa de lo “nuestro”. Pero intentar que el más perjudicado sea el vecino es la mejor fórmula para que el PP nos machaque a todos. Todos los trabajadores tenemos el mismo interés: que Navantia siga siendo 100% pública, que todas las factorías sigan abiertas, que se mantengan todos los empleos y unas condiciones laborales dignas, y también que las condiciones laborales de las compañías se equiparen a las de la principal porque la otra alternativa es que las condiciones laborales de la plantilla principal se equiparen a la de las compañías. El localismo y la división sólo favorecen al PP. Lo que necesitamos es una lucha unificada de todos los que trabajamos en Navantia con un plan de movilizaciones estatal contundente que incluya una huelga general conjunta de todas las factorías (ampliada a toda la localidad allí donde Navantia tiene más peso) y una marcha a Madrid que también sirva para celebrar una asamblea general conjunta de todos los trabajadores de Navantia. Todos los trabajadores vamos en el mismo barco. ¿Vamos precisamente los trabajadores del sector naval a olvidarlo? ¿Nos pensamos que la derecha y los empresarios nos agradecerán los favores prestados?

Lo que hace falta no son alianzas con el PP, sino luchar hasta que la fuerza de los trabajadores acabe con los recortes y con este gobierno. No podemos aceptar el discurso oficial de que no hay dinero. Lo hay, y mucho, pero tiene que dejar de ser regalado a espuertas a la banca y las empresas privadas, y destinarse a las empresas y servicios públicos. En este sentido, la estrategia necesaria para que la lucha de Navantia acabe en victoria es unificar las luchas y contribuir a levantar una rebelión social de toda la clase obrera contra los recortes del PP. A esto es a lo que se deberían de dedicar los máximos dirigentes sindicales, que desde la última huelga general (14/11/2012) NO HAN HECHO NADA, excepto alguna que otra manifestación para salvar las apariencias. Mientras, el PP sigue aprobando agresión tras agresión.

Los dirigentes sindicales afrontan los problemas desde la resignación y el mal menor, pero la alternativa es la contraria: no resignarse y luchar. Esto fue lo que hicieron los barrenderos de Madrid, y por eso ganaron. Y cada vez más trabajadores están sacando la misma conclusión. Empieza a haber un goteo de empresas donde las asambleas de trabajadores han rechazado las claudicaciones de sus comités y han exigido una defensa firme de sus derechos: Navantia Ferrol y Fene, Panrico, Metro Ligero Oeste de Madrid... Esto marca el principio de una ola de rebeldía de las bases sindicales frente a los dirigentes apoltronados. La clase obrera va a luchar, y arrollará a aquellos dirigentes que se conviertan en un obstáculo para la lucha.

Por un sindicalismo combativo, de clase y democrático

La crisis del capitalismo provoca que las empresas basen sus beneficios en el aumento brutal de la explotación de los trabajadores. Por eso no cabe más sindicalismo que el combativo, asambleario y sociopolítico, el sindicalismo que lucha, pone las decisiones en manos de los trabajadores y cuestiona este sistema uniendo las reivindicaciones básicas e inmediatas con el objetivo de la transformación socialista de la sociedad. Con este sindicalismo, CCOO y UGT volverían a ser el instrumento de unión y lucha para el que fueron creados con el sacrificio de cientos de miles de trabajadores que dieron lo mejor de sí mismos por la causa obrera, dejando atrás el desprestigio en que han hundido a ambos sindicatos el sindicalismo pactista representado por individuos como José María Fidalgo, hoy abiertamente al servicio de la derecha y de su amigo Aznar. Hoy Fidalgo ya no es nadie en CCOO, pero en los sindicatos todavía quedan muchos pequeños fidalgos, esos que hicieron posible que un agente de la derecha llegase a la secretaría general de un sindicato de historia tan honrosa como CCOO. Esos pequeños fidalgos son los que desprestigian el sindicalismo con sus chanchullos y sus pasteleos con la patronal, llegando incluso a la traición abierta, como acaba de ocurrir en Panrico, donde la mayoría del comité intercentros ha firmado un plan de despidos y recorte salarial rechazado mayoritariamente por los trabajadores.

Pero que los sindicatos estén hoy en manos de dirigentes apoltronados no resta valor a su enorme potencial como herramienta de lucha. No podemos hacernos eco de las campañas de la derecha que, apoyándose en la implicación de esos dirigentes en asuntos turbios, intentan desprestigiar la propia idea de sindicalismo, la idea de que los trabajadores nos organicemos para defender nuestros intereses colectivos. Los sindicatos son imprescindibles y lo que tenemos que hacer es recuperarlos para los trabajadores, lo cual también debe incluir acabar con la dependencia de las subvenciones del Estado porque esa dependencia les hace perder su independencia.

¿Es posible recuperar los dos grandes sindicatos para la lucha? SÍ, pero para esto hay que organizarse y fortalecer en su seno la corriente de izquierdas que estamos luchando por un sindicalismo combativo y por la convocatoria inmediata de una huelga general, como primer paso de una estrategia de lucha ascendente con el objetivo de hacer caer al gobierno del PP y la convocatoria de elecciones anticipadas que den paso a un gobierno auténticamente de izquierdas que revierta todos los recortes de los últimos años. ¡Organízate con nosotros para luchar!

¡Los dirigentes de CCOO y UGT tienen que salir ya de su parálisis y convocar una huelga general para hacer caer al gobierno!

¡Por la transformación socialista de la sociedad!

¡Únete a la corriente marxista El Militante!

Cádiz: 678.940.435               Ferrol: 626.746.950

DESCARGAR HOJA EN FORMATO PDF

banneringles

banneringles

banner

banner

banner

banneringles

banneringles

bannersindicalistas

bannersindicalistas