Los trabajadores de Euskal Herria, como los del resto del Estado español, de Portugal, Grecia, Italia o Francia, estamos sufriendo una ofensiva sin cuartel por parte de la burguesía, de los grandes poderes económicos y financieros, de los que alientan la corrupción y las privatizaciones. La política de ataques y recortes que está llevando el PNV está en completa sintonía con la llevada a cabo por el PP en el resto del Estado, CiU en Catalunya o UPN en Navarra: Recortes en educación, sanidad, pensiones y prestaciones sociales y recortes igualmente en los derechos democráticos.
El PP dice que no hay dinero para gastos sociales, pero eso no ha impedido regalar a la banca más de 60.000 millones de euros de dinero público. De la misma manera, el PNV está llevando adelante sus planes para privatizar Kutxabank, o malgasta el dinero público en la construcción del tren de alta velocidad, mientras reduce el gasto en inversiones públicas, en sanidad o educación y utiliza de forma masiva la precariedad en la administración.
Es imprescindible superar la situación de división sindical que existe actualmente en Euskal Herria para hacer frente a estos ataques. Es necesario que las organizaciones sindicales de clase, los diferentes colectivos sociales y las fuerzas políticas de la izquierda que lucha, trabajen por conformar un amplio Frente de Izquierdas para mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad. Un Frente de Izquierdas para derrotar a la derecha, que se dote de un programa social que recoja todos los problemas y reivindicaciones que tenemos los trabajadores y sectores más desfavorecidos.
Además hay que elaborar un calendario de movilizaciones ascendente. Debemos mostrar nuestra fuerza en la calle, exigiendo a las direcciones sindicales la convocatoria de nuevas huelgas generales unitarias, como la del 29 de marzo de 2012, que supuso un gran éxito, y movilizaciones como las Marchas de la Dignidad del 22-M, que reunió a dos millones de personas en contra de los ataques del gobierno del PP, que marcan el camino a seguir.
Es imprescindible la unificación de todos los conflictos, implicando a un número cada vez mayor de trabajadores, autóctonos o inmigrantes, jóvenes y colectivos sociales. En Vitoria-Gasteiz, la lucha de los trabajadores de Laminaciones Arregui, que llevan más de dos años de movilizaciones, es un ejemplo para toda la clase obrera. Es más que una lucha por los despidos. Su victoria es la victoria de todos los trabajadores contra la reforma laboral y la precariedad. Por eso debemos apoyarla. Esta lucha hay que extenderla a otras empresas en conflicto como Cegasa, Condesa, Aernova, etc., y buscar la solidaridad con otros comités de empresa y colectivos sociales.
En este sentido la Asamblea de Parados/as de Vitoria-Gasteiz convocó el 5 de junio una reunión de colectivos sociales, sindicatos y organizaciones de izquierdas con el objetivo de convocar una manifestación lo más unitaria posible el 3 de julio.
En el momento de escribir estas líneas dicha manifestación cuenta con el apoyo de los trabajadores en lucha de Laminaciones Arregui, Podemos Ahal Dugu, IU-Ezker Anitza, Alternatiba, Partido Comunista de Euskadi/EPK, las federaciones de jubilados y pensionistas de UGT y de CCOO, Sindicato de Estudiantes/Ikasle Sindikatua, SOS Racismo Araba, Stop-Desahucios Araba, HOAC, El Militante, Afectados por las Aportaciones de Eroski y Fagor, GKK y el PCPE, Asociación por la Defensa de la Mujer Trabajadora, Euskal Herria Sozialista Aldizkaria y BAT Sindikatua.