Además la plantilla convocó una manifestación el sábado 8 de noviembre con más de 1.000 personas y un ambiente de lucha extraordinario que anticipa el éxito de la huelga indefinida a partir del 12 de noviembre.

Hasta 2013, la empresa que ahora quieren cerrar, ECN Cable Group, ha obtenido beneficios. Es una empresa viable y que no atraviesa problema económico como demuestra que en 2013 fuese la que más utilizó su capacidad productiva, aunque los trabajadores temían que, como está ocurriendo en muchas fábricas, la dirección se aprovechase de la Reforma laboral para presentar algún ERE con el que rebajar las condiciones laborales y cambiar empleos estables y con derechos por empleo precario. De hecho, en las plantas catalanas de Abrera, Manlleu y Montcada i Reixac, la dirección del Grupo presentó expedientes de regulación de empleo.

La antigua Cablenor que llevaba produciendo en Vitoria-Gasteiz desde 1959, cuando se fusionaron Echevarría Hermanos y Cablerías del Norte, fue adquirida en 2007 por la multinacional americana General Cable. La multinacional General Cable es una de las más importantes del mundo en su campo, tiene su línea de negocio dividida en cuatro grandes regiones: Región Europa y Mediterráneo con 9 centros de producción; América norte, centro y sur con 35 centros de producción; Región Subsahariana con 3 centros de producción y región Asia-Pacífico con 10 centros de producción. En total, 57 centros de producción en todos los continentes. Una multinacional con plantas de fabricación en 26 países que van desde plantas de fundición de Aluminio hasta la fibra óptica, y que es el tercer fabricante global de alambres y cables. En el Estado español trabajan alrededor de 1.100 trabajadores en cinco plantas.

Los puestos de trabajo no se negocian, se defienden ¡Es nuestro único patrimonio! ¡Nacionalización de las empresas en crisis!

La empresa ha abierto el “período de consultas” previo poniendo encima de la mesa el despido de toda la plantilla, obreros y oficinistas; desde jóvenes trabajadores de poco más de 30 años con hijos, y trabajadores de más de 50 años que llevan toda la vida en dicha empresa ante los que se les presenta un auténtico drama si no se logra salvar el empleo.

Junto a ECN Cable Group, Candy-Hoover, con 173 trabajadores en Bergara, ha anunciado el cierre de su fábrica de lavadoras para trasladar la producción a China. Los cierres del Grupo Fagor, de Laminaciones Arregui, Grupo Condesa con dos fábricas en Vitoria y 200 trabajadores en Legutiano que está en concurso de acreedores, además de otras dos en Navarra, una en Asturias y otra en Valencia con más de 800 empleos directos en peligro; los 14 trabajadores de Tecnología de Cerramientos de Aluminio (TCA) también en Vitoria, que han iniciado paros contra el cierre, están nutriendo el aumento del desempleo frente a las mentiras de las supuestas “raíces vigorosas” de la recuperación que según Mariano Rajoy se iba a producir en 2014.

Las buenas palabras del PNV y del PP a los trabajadores de estas factorías van en la dirección de que aparezcan inversores que las compren a precio de saldo recibiendo nuevamente cuantiosas ayudas de la administración. La realidad está demostrando que buscar el apoyo de la llamada “iniciativa privada” no representa ninguna solución para los trabajadores. La plantilla de la antigua Novacero, una sociedad anónima laboral, comprada por la multinacional francesa Castmetal, se está manifestando por las calles de Vitoria-Gasteiz para exigir los compromisos incumplidos de recolocación: 100 trabajadores siguen en la calle despedidos, y las condiciones laborales de los restantes han caído estrepitosamente, perdiendo antigüedad y derechos y se están contratando a través de ETTs empleos precarios. Esa es la realidad de las empresas adquiridas por multinacionales o empresarios sin escrúpulos que se quedan con la maquinaria, el patrimonio y la cartera de clientes pero que tan sólo mantienen algún empleo precario o ninguno en absoluto.

La única salida realista y viable para las empresas en crisis es su declaración de empresas de utilidad pública, procediendo a su nacionalización bajo control democrático de los propios trabajadores, manteniendo de esta forma el tejido productivo, la riqueza y los puestos de trabajo que generan sin retrocesos en las condiciones laborales. Que no digan que no hay dinero para salvar los empleos cuando estamos viendo los salarios millonarios de quienes ocupan los consejos de administración de bancos y empresas, se pagan intereses a la banca después de haber sido rescatada con dinero público, y la patronal defrauda a hacienda a manos llenas llevando sus capitales a los paraísos fiscales. Sí hay dinero público, y mucho, pero éste debe ser utilizado para salvar puestos de trabajo y para garantizar unas condiciones laborales dignas. ¡Este es el camino para defender todos los puestos de trabajo de ECN y así hay que exigirlo a través de la lucha!

Por la nacionalización de las empresas en crisis bajo control democrático de los trabajadores.

Por la defensa de los puestos de trabajo en ECN Cable Group, Castmetal, Condesa, TCA, Candy-Hoover, Fagor, EITB, Osakidetza etc.

Es necesario unificar estas luchas, extenderlas y generalizarlas.

Por un sindicalismo combativo y de clase

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