El Militante.— Cuéntanos las circunstancias del despido.
Francisco Peralta.— Llevábamos unos meses de movilizaciones, intentando que se hiciera justicia con el incendio de Torremanzanas, donde murieron dos compañeros y otros dos se quemaron más del 50% del cuerpo, además de otros muchos con quemaduras leves. La empresa Tragsa hizo un informe diciendo que había sido un accidente y los que estuvimos allí sabemos que de accidente nada, ¡mala praxis!
En mi despido, Tragsa alega que acosé a un superior, motivo que queda probado en el juicio que era falso. El motivo real es que sirviera de cabeza de turco para asustar a mis compañeros y creo que me eligieron a mí porque le dije las cosas claras al jefe provincial de Tragsa. De hecho, creo que es él quien se ha empeñado en que no me readmitan.
EM.— La empresa estaba dispuesta a aceptar un despido improcedente. ¿Por qué no has aceptado?
FP.— Como sabían que el despido no era procedente querían deshacerse de mí lo antes posible para evitarse el juicio y problemas derivados de éste. De hecho, la empresa quiso pagarme ya en el acto de conciliación dos semanas después de despedirme, desde ese momento decide llegar hasta el final. De todas formas la razón real de que yo no haya aceptado ese despido improcedente ha sido la actitud de los compañeros, pues han estado conmigo en todo momento. En más de año y medio se me pasó por la cabeza varias veces coger el dinero y olvidarme de todo. A todo aquel al que hayan despedido sabrá lo duro que es, yo no podía ver nada relacionado con mi trabajo ni quedar con mis compañeros, pues me venía abajo. Pero gracias a ellos sigo en la lucha. Además, Tragsa es una empresa pública, y el dinero con el que quiere despedirme es de todos los valencianos.

EM.— La empresa estaba dispuesta a aceptar un despido improcedente. ¿Por qué no has aceptado?
FP.— Como sabían que el despido no era procedente querían deshacerse de mí lo antes posible para evitarse el juicio y problemas derivados de éste. De hecho, la empresa quiso pagarme ya en el acto de conciliación dos semanas después de despedirme, desde ese momento decide llegar hasta el final. De todas formas la razón real de que yo no haya aceptado ese despido improcedente ha sido la actitud de los compañeros, pues han estado conmigo en todo momento. En más de año y medio se me pasó por la cabeza varias veces coger el dinero y olvidarme de todo. A todo aquel al que hayan despedido sabrá lo duro que es, yo no podía ver nada relacionado con mi trabajo ni quedar con mis compañeros, pues me venía abajo. Pero gracias a ellos sigo en la lucha. Además, Tragsa es una empresa pública, y el dinero con el que quiere despedirme es de todos los valencianos.
EM.— Háblanos del recorrido judicial y de las movilizaciones realizadas
FP.— Al principio de mi despido se hicieron movilizaciones rechazándolo, recogí las firmas de casi la totalidad de mis compañeros en Alicante, el apoyo de la Junta de Personal de Bomberos e incluso llegué a ir al Síndic de Greuges [defensor del pueblo valenciano], pero faltaba una resolución judicial que confirmara la improcedencia del despido. Lo malo es que el recorrido judicial ha sido más largo de lo normal. El juicio tardó en salir un año en vez de seis meses y la sentencia casi siete meses en vez de veinte días hábiles.
Ahora, con la sentencia de improcedencia, estamos intentando que la conselleria a la que pertenecemos (Gobernación y Justicia) tome cartas en el asunto y no deje a Tragsa tratarnos como nos trata.
EM.— ¿Cómo son las condiciones de trabajo en Tragsa?
FP.— Aquí en Alicante vivimos una situación de acoso general, no les importa saltarse el convenio para sancionar a los trabajadores. Además muchos trabajos que se nos ordenan no entran en nuestras funciones, pero como son órdenes directas tienes que tragar, luego si quieres denuncia. Suelen ser favores políticos a los alcaldes afines. Además somos la única provincia donde nuestros jefes de Dotaciones no son bomberos del Consorcio, sino trabajadores que entraron en ese puesto de tanta responsabilidad a dedo; y así nos va…
EM.— El Sindicat d’Estudiants está apoyando vuestra lucha y también os ha pedido apoyo en la huelga y manifestación del 24 de marzo contra las medidas privatizadoras de Wert…
FP.— Cualquier apoyo es importante y creo que los sindicatos deberían estar más en contacto para apoyarnos mutuamente en cualquier reivindicación justa que se haga. A todos los trabajadores nos interesa que no exista el despido libre y que no salgan adelante las medidas del ministro Wert.

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