Centenares de trabajadores de la limpieza, tanto de oficinas y locales, como industrial acudían el domingo 15 de abril a una asamblea general en Oviedo, convocada por UGT y CCOO para decidir la convocatoria de movilizaciones, de cara a la negociación del nuevo convenio colectivo. Todo parece indicar que, si no hay ninguna sorpresa, en torno a 17.000 trabajadores del sector están llamados a secundar una huelga indefinida a partir del 2 de mayo.
Los sindicatos plantean una subida salarial del 8% para este año y del 6% para el que viene, además de toda una serie de mejoras sociales como el incremento de lo que perciben durante las bajas por enfermedad, el cómputo del desplazamiento entre los distintos tajos como tiempo efectivo de trabajo, el aumento de la jornada para los trabajadores a tiempo parcial, etc. En definitiva, un convenio que pueda comenzar a paliar las lamentables condiciones de trabajo que padece el sector.
Por su parte la patronal sólo está dispuesta a aumentar los salarios lo que suba el IPC, y encima plantea eliminar uno de los tres días de libre disposición con los que cuentan actualmente los trabajadores. Una auténtica provocación cuando se compara esto con los beneficios multimillonarios de las principales empresas. Por poner un ejemplo, Eulen incrementó sus beneficios en 2004 en casi un 30% respecto al año anterior. Pese a esta orgía de beneficios empresariales, la patronal pondrá ahora el grito en el cielo, tildando de descabelladas unas peticiones que, bajo nuestro punto de vista son absolutamente justas e incluso nos atrevemos a decir que se quedan cortas, si tenemos en cuenta que los salarios oscilan entre los 600-700 euros (un trabajador con 15 años de antigüedad puede cobrar en torno a 715 euros mensuales, ¡incluyendo los trienios correspondientes!).
El cómputo de los desplazamientos como tiempo efectivo de trabajo afecta especialmente al colectivo más desprotegido del sector, en particular a las mujeres que desempeñan su trabajo en distintas oficinas, etc, las cuales pueden invertir incluso dos horas diarias en desplazarse entre los distintos tajos, sin cobrar un solo euro por ello. El aumento de la jornada para los trabajadores a tiempo parcial es también una manera de poner coto al abuso empresarial, pues hoy por hoy prefieren realizar contratos "por obra", de meses, semanas o incluso días a trabajadores nuevos que incrementar la jornada de los que llevan más años, para ahorrarse de esta forma el plus de antigüedad.
Una mención aparte merece, a nuestro juicio, el sector de la limpieza industrial: aquellos trabajadores que desempeñan su trabajo en empresas como Aceralia, Asturiana de Zinc, etc., muchas veces en puestos peligrosos (conductos de ventilación, tanques de ácido, barcos...) donde se juegan literalmente la vida y donde la mayoría de las empresas regatean el cobro de la toxicidad, turnicidad, etc.
El hecho de que se plantee una huelga indefinida indica la determinación de los trabajadores para conseguir sus reivindicaciones. Al contrario de lo que sucedió hace algunos años, desconvocándose la huelga prevista pocas horas antes de que debiera comenzar a cambio de prácticamente ninguna mejora, esta vez las direcciones sindicales deben llevar la lucha hasta el final. En aquella ocasión se planteaban reivindicaciones que suponían un aumento en torno al 10% en tres años, además de un día de descanso tras trabajar en festivo, la regulación de las categorías... El preacuerdo presentado, donde la patronal mantenía prácticamente su oferta inicial, supuso un jarro de agua fría para los trabajadores, y contrastaba con la voluntad de lucha y la combatividad que se palpaba en las asambleas previas.
Ahora se presenta una nueva oportunidad para decir basta e invertir esta dinámica infernal que nos obliga a vivir cada día con el agua al cuello. Sabemos que, si la huelga se prolonga, una de las bazas que jugará la patronal es tratar de poner en contra de los huelguistas a la opinión "pública", alarmando con la falta de higiene en determinados servicios, del riesgo de infecciones, etc, algo de lo que los medios de comunicación se harán eco con auténtico entusiasmo. La mejor manera de contrarrestar toda esta campaña será la de realizar una campaña amplia donde se expliquen las verdaderas condiciones laborales de los trabajadores de la limpieza, el alto índice de eventualidad, etc., a través de propaganda en los barrios obreros, los hospitales, los centros de estudio, etc... La dignificación de las condiciones de trabajo en cualquier sector siempre es un ejemplo para animar a otros a seguir los mismos pasos. Por ello queremos, desde este momento, brindar todo nuestro apoyo y solidaridad a estos compañeros y desearles el mayor de los éxitos en su lucha.


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