La amenaza del Gobierno del PP de utilizar el 155 para atentar contra el modelo de inmersión lingüística que ha garantizado durante décadas el bilingüismo, la integración y la convivencia en la escuela pública catalana, ha provocado indignación en Catalunya. Esta medida, representa el mayor ataque al catalán y a la escuela pública catalana desde la dictadura y forma parte de una ofensiva general contra los derechos democráticos.
¿Por qué ahora?
El PP y Cs se escudan en mentiras como la “libre elección de idioma” y la supuesta defensa del castellano. La realidad es que en Catalunya nada ni nadie amenaza el castellano. Éste predomina en los medios de comunicación y la mayoría de aspectos de la vida pública, su conocimiento es similar o incluso mayor al del catalán y lo habitual es que se utilicen indistintamente las dos lenguas y cada persona utilice la que prefiera. De hecho, los resultados en las pruebas de selectividad revelan que los alumnos catalanes se encuentran por encima de la media a nivel estatal en Lengua Castellana y Literatura.
El modelo de inmersión lingüística catalán es una conquista de toda la clase obrera. Miles de trabajadores llegados de distintas zonas del Estado lucharon porque sus hijos aprendieran catalán para garantizar la igualdad de condiciones, la integración y la convivencia con quienes habían nacido en Catalunya. De este modo se garantizó el bilingüismo, impidiendo la división entre hijos de trabajadores castellanohablantes y catalanohablantes, posibilitando que durante años todos hayamos convivido en nuestros barrios y luchado juntos por nuestros derechos.
El PP y Cs han visto la impresionante movilización de masas en Catalunya contra la represión, por el derecho a decidir y a favor de la república y saben que centenares de miles de trabajadores y jóvenes castellanohablantes también han participado en la lucha. Tienen miedo de que esa unidad y esa fuerza sirvan de ejemplo para nuevas movilizaciones, en Catalunya y fuera de ella. Por eso atacan el factor de unidad e integración que representa el aprendizaje del catalán y azuzan un enfrentamiento que sólo beneficia al nacionalismo españolista más rancio. ¡Pretenden dividirnos en función de la lengua para que no luchemos unidos contra ellos!
¡No a la educación franquista que quiere españolizar a los estudiantes catalanes!
La casilla para elegir castellano como lengua prioritaria que ha planteado Méndez de Vigo no es ninguna reivindicación de “los padres”, como él dice, sino de colectivos fascistas, o impulsados por fascistas, como Societat Civil Catalana, el autodenominado Círculo Balear y otros grupos ultraderechistas. Este ataque va unido a todos los ataques a la libertad de expresión y a los derechos democráticos que estamos viendo y a otras medidas reaccionarias como incluir en los temarios de primaria y secundaria contenidos para reforzar los “símbolos nacionales” (himno, bandera rojigualda, escudo borbónico) y “la imagen de las Fuerzas Armadas y la monarquía” ¡Qué escándalo! ¡Y todavía tienen el cinismo de hablar de “adoctrinamiento” en Catalunya y perseguir a nuestros profesores si fomentan un pensamiento crítico!
El PP y Cs tienen planes concretos para seguir recortando en sanidad, educación y demás gastos sociales. En Catalunya ya han utilizado el 155 para renovar los conciertos educativos: centenares de millones de euros de dinero público que irán a las cuentas corrientes de los empresarios, de los jerarcas de sectas fundamentalistas católicas como el Opus Dei o de la Iglesia católica.
Sólo hay un modo de parar sus ataques, su ofensiva represiva y su franquismo, empezando por el ataque que preparan contra el catalán y la educación pública catalana: la movilización más contundente, masiva y unitaria en las calles. Desde el Sindicat d’Estudiants llamamos a las organizaciones de padres y madres, a los sindicatos de profesores y a las demás organizaciones estudiantiles a convocar unitariamente una huelga general de la comunidad educativa en Catalunya y salir todos juntos para derrotar esta ofensiva franquista.
¡Ni imposición de la religión católica ni exaltación del españolismo y el ejército en las escuelas!
¡Por una educación pública, gratuita y de calidad para los hijos de los trabajadores!