Por la república catalana de los trabajadores y la juventud
El relato farsa del juicio del 1-O sigue tomando la forma que la alta jefatura del Estado y los capitalistas desean para condenar por rebelión al menos a alguno de los presos políticos, con el objetivo de aleccionar al pueblo de Catalunya y aplastar sus aspiraciones de profundo cambio social y económico.
En respuesta a esto, el pasado 16 de marzo más de 120.000 personas inundamos el Paseo del Prado de Madrid en una gran manifestación por el derecho a decidir. Al desplazamiento desde Catalunya de decenas de miles personas se sumaron miles de compañeros de lucha de Madrid, Andalucía, Galicia y Euskal Herria, entre otras zonas. Esta enorme movilización expresa la correlación de fuerzas favorable para impulsar la lucha contra el régimen capitalista del 78 y por la república catalana de la clase trabajadora y la juventud, y dejó en evidencia la concentración españolista del bloque reaccionario de PP, Cs y Vox en Colón, el pasado mes de febrero.
¡No pasarán!
La potencial llegada del bloque reaccionario a La Moncloa significaría, de nuevo, la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la eliminación de la autonomía catalana y una ofensiva neofranquista todavía más fuerte no sólo contra el ejercicio del derecho a la autodeterminación sino, en general, de los derechos democráticos más básicos como de asociación, manifestación y libertad de expresión. ¡No podemos permitirlo! ¡Hemos de derrotar en las urnas al bloque reaccionario!
En Catalunya es probable que en las elecciones del 28 de abril asistamos a una recuperación del voto al PSC que, a pesar de su papel nefasto de apoyo al 155, puede verse como el “mal menor” por una parte de trabajadores que ahora ven con más claridad el carácter reaccionario de Ciudadanos o expresan desencanto con la dirección de Podemos y los Comunes por su adaptación al sistema (incluyendo la decepción de los ayuntamientos decisivos como los de Barcelona y Badalona), la supeditación al PSOE, el respeto a la legalidad injusta y la conversión completa e la socialdemocracia clásica.
Otro de los aspectos a destacar es la profunda crisis de la derecha nacionalista catalana, el PDeCAT, que ha quedado marginado en las listas de JxCat de Puigdemont. Éste, viendo además los pésimos pronósticos en las encuestas para el PDeCAT, ha colocado a varios presos políticos en los primeros puestos de las listas intentando presentarse como una candidatura combativa en defensa del derecho de autodeterminación y la República catalana. El voto a JxCat no será un voto homogéneo de derechas, ni mucho menos, sino que expresará mayoritariamente un rechazo a la derecha españolista y la represión franquista y la voluntad de cumplir el mandato del 1-O.
Por su parte ERC, que se presenta junto a EH Bildu, está destacando su discurso contra la extrema derecha y los recortes y por la autodeterminación y la libertad de los presos políticos. Este punto puede llevar a canalizar una parte relevante del voto de izquierdas llegando incluso, tal y como plantean algunos sondeos a superar a JxCat.
Por la República catalana: ¡Ni un paso atrás!
La celebración de estas elecciones no debe suponer un freno a la lucha por la república catalana de los trabajadores, al contrario que plantea Oriol Junqueras y varios de los dirigentes de ERC.
Miles de activistas independentistas, y trabajadores y estudiantes que participan en la lucha contra la represión franquista y por la república, buscan una alternativa política y sindical a la izquierda, como expresa la aparición de la candidatura de Front Republicà —impulsada por Poble Lliure, organización integrada en la CUP que decidió presentarse a las generales del 28-A— y los grandes resultados en las elecciones sindicales de Intersindical-CSC y USTEC-STEs, los dos sindicatos que han aparecido con la postura más combativa en los últimos meses tanto a nivel sindical como contra la represión al derecho a decidir.
El único camino para vencer al régimen capitalista del 78 y todas las opresiones que lleva aparejado es mediante la movilización en las calles, impulsando la república catalana socialista y la lucha unificada con los oprimidos y oprimidas de otras zonas del estado.