El pasado domingo 3 de marzo Abdul Majid Benali, vecino del barrio de Campclar, fue asesinado. La vida le fue arrebatada cruelmente. Desde Esquerra Revolucionària y el Sindicat d’Estudiants trasladamos todo nuestro pésame, apoyo y solidaridad a sus familiares, amigos y vecinos por esta irreparable pérdida.
Ha sido necesaria la movilización permanente y diaria de centenares de personas del barrio para que, por fin, ayer lunes 11 de marzo los Mossos d'Esquadra detuvieran al asesino.
En estos duros y largos días, se ha hecho más evidente que nunca el abandono institucional que sufrimos los vecinos y vecinas de Campclar desde hace ya mucho tiempo, tanto por parte del Ayuntamiento de Tarragona como del Govern de la Generalitat. Y todo porque somos gente humilde, de familias trabajadoras. ¡Ya basta! ¡No somos ciudadanos de segunda!
Abdul ha sido la segunda persona asesinada en pocos meses. Las dos zonas con menos ingresos de toda la demarcación de Tarragona son del barrio de Campclar, que se encuentran dentro del 1% más pobre de todo el Estado con menos de 15.000€/año por hogar. El paro alcanza al 30%. Una persona a Campclar de media vive dos años menos y cobra cinco veces menos que una persona en el Barri dels Músics. Los vecinos y vecinas de Campclar, de los barrios de Ponent, las familias trabajadoras, sufrimos la pobreza y la precariedad desde hace demasiado tiempo. Sufrimos la degradación de nuestros barrios; unos alquileres desorbitados y unas viviendas en muy malas condiciones, incluyendo los de protección oficial; paro y salarios de miseria que nos llevan a la desesperación y a sobrevivir como podemos; una carencia escandalosa de transporte público y equipamientos culturales y deportivos municipales; una ausencia evidente de inversión en educación y sanidad públicas, en alumbrado y alcantarillado... Ésta es la base sobre la cual crece la inseguridad. Y también el negocio de las drogas, que enriquece los grandes traficantes a costa de la salud y la vida de nuestros jóvenes y de la gente más empobrecida y desesperada del barrio, que no ven futuro ni ninguna salida.
Pero en vez de poner fin a este abandono, en lugar de invertir en nuestro barrio y aprobar un plan de choque urgente contra la precariedad y degradación que sufrimos, el Ayuntamiento de Tarragona, con su alcalde Rubén Viñuales al frente, se ha dedicado a intentar confrontar las diferentes comunidades que convivimos en Campclar. Parece que quiere que nos enfrentemos por nuestro lugar de nacimiento, ascendencia, color de la piel, cultura o religión. ¡Qué vergüenza! ¡No lo vamos a permitir!
Desde Esquerra Revolucionària y el Sindicat d’Estudiants exigimos al Ayuntamiento de Tarragona que preste toda la ayuda necesaria a los familiares y amigos de Abdul. Y, al mismo tiempo, decimos alto y claro: ¡basta de racismo y discriminación! Somos de barrios humildes de Tarragona, ¡pero también tenemos derechos!
Es el momento que los vecinos y vecinas de Campclar, de los barrios de Ponent, las familias trabajadoras, nos unamos más que nunca, que continuemos movilizándonos juntos para reclamar al Ayuntamiento de Tarragona y a su alcalde Rubén Viñuales que deje de mirar hacia otro lado sobre el que pasa en nuestros barrios.
Exigimos:
- Aumento drástico de la inversión en servicios sociales, sanidad pública y equipamientos culturales y deportivos.
- Basta de recortes: incremento ya de los recursos materiales y humanos para dignificar las escuelas e institutos públicos.
- Parque de vivienda pública con alquileres asequibles. Con todos los pisos necesarios y en buenas condiciones. Reparación de los edificios degradados.
- Transporte público con la frecuencia adecuada. Basta de aislamiento.
- Inversión en sistemas de alumbrado y agua de nuestros barrios.
- Basta de criminalización de nuestras comunidades. No al racismo.
- Plan de choque contra el paro y la pobreza.
Gracias a las movilizaciones de todos estos días ayer detuvieron el asesino de Abdul. Esto demuestra que la lucha sirve. Pero tenemos que seguir. Hace falta que continuemos en las calles, empezando por una movilización unificada y contundente, para exigir al Ayuntamiento soluciones a los problemas que tenemos los vecinos y vecinas de los barrios obreros. Tenemos que llamar a los jóvenes y las familias trabajadoras de Tarragona a movilizarnos conjuntamente. Hay que dar un paso adelante y exigir al Ayuntamiento lo que tiene que hacer para poner fin a nuestra explotación y miseria.
¡Basta de precariedad y abandono institucional de nuestros barrios!