La necesidad de la juventud y la clase trabajadora vasca de acabar con los gobiernos del PP y el PNV se ha expresado con contundencia en los resultados electorales en Euskadi. Unidos Podemos ha ganado en los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) en votos (333.998), como ya pasó el 20-D, pero esta vez también en escaños.
A escasos meses de las elecciones autonómicas en la CAV, que se celebrarán este otoño, Unidos Podemos le saca al PNV, que gobierna Euskadi ininterrumpidamente desde hace casi cuatro décadas, nada menos que 51.000 votos. Unidos Podemos se ha impuesto con tal contundencia que ha ganado también en Bizkaia y ha estado a menos de 700 votos de alcanzar al PNV en el mismísimo Bilbao, y por otros tantos votos no le ha quitado un escaño más al PSE en Álava.
A pesar de esta victoria, la confluencia entre Podemos e Ezker Anitza (IU en Euskadi) ha obtenido 19.704 votos menos que ambas candidaturas por separado el pasado 20-D, siguiendo la misma tendencia del resto del Estado. Esto es una advertencia de la necesidad de adoptar un programa de ruptura con el capitalismo basado en la movilización.
El PNV, en segunda posición —con 282.802 votos y 5 diputados— pierde 19.198 votos y un escaño respecto a las pasadas elecciones. El PNV ha dado síntomas de estar dispuesto contribuir a la estabilidad de un eventual gobierno del PP, aunque disimulará lo máximo posible para tratar de evitar un descenso mayor en las próximas autonómicas.
Como tercera fuerza ha quedado el PSE, recuperando apenas 1.639 votos desde diciembre. En las elecciones generales de 2011 obtuvieron 255.013 votos y han caído hasta los 163.755 votos actuales. Su único consuelo es que han superado a EH-Bildu, que ha quedado en cuarta posición.
EH-Bildu no frena su caída
El gran perdedor de la jornada ha sido la coalición EH-Bildu que ha sufrido una auténtica sangría desde el 20-D, dejándose por el camino otros 31.404 votos y quedándose con sólo 2 diputados. La coalición abertzale tenía esperanzas de recuperar uno e incluso dos escaños teniendo en cuenta la nueva situación: la salida de Otegi de la cárcel, las conclusiones del debate Abian en Sortu, las movilizaciones impulsadas en la calle en la precampaña y los cambios en las listas. No ha sido así.
El voto de EH-Bildu sufre una caída constante desde su mayor pico en las generales de 2011, cuando obtuvo 285.290 votos y 7 diputados, hasta los 152.782 obtenidos ahora. La clave de esta tendencia ha sido su política de pactos con el PNV (que ha provocado la aparición de corrientes críticas en su seno) y su orientación prácticamente exclusiva al terreno institucional abandonando la calle en los momentos de mayor sufrimiento para las familias trabajadoras. Que el PP en Euskadi esté a menos de 5.000 votos de EH-Bildu da una idea de la magnitud de la caída del voto a la izquierda abertzale que se desangra fundamentalmente por su izquierda hacia Unidos Podemos y algo por su derecha hacia el PNV.
El PP, por otro lado, aun subiendo 5.511 votos se queda en la quinta posición, con 147.840 votos. Además esta subida es a costa de Ciudadanos y UPyD, que pierden 12.560 votos en conjunto. Así, el bloque de la derecha españolista pierde 7.000 votos.
Si contamos toda la derecha (PNV, PP y Ciudadanos) su voto ha pasado de los 498.799 obtenidos en diciembre a los 472.552 del 26-J, perdiendo 26.247, mientras que el bloque de la izquierda (Unidos Podemos, EH-BILDU y PSE) ha pasado de 700.004 a 650.535, perdiendo 49.469 votos. Tanto las pérdidas de la derecha como sobre todo las de la izquierda han sido producto de una menor participación electoral. Aun así la correlación de fuerzas sigue siendo ampliamente favorable a la izquierda, que saca quince puntos porcentuales y 178.000 votos al bloque de la derecha. EH-Bildu y Unidos Podemos en Euskadi suman 486.780 votos. Una cifra que sería mucho más extraordinaria si se uniese la lucha en las instituciones con una decidida movilización en la calle.
En los últimos meses hemos asistido a luchas en numerosos sectores. Desde los trabajadores de la sanidad pública vasca hasta los trabajadores de empresas con EREs, con recortes y sin convenio colectivo, pasando por la movilización de las mujeres contra la violencia machista, de los jóvenes contra la represión y por el acercamiento de los presos, contra la nuclear de Garoña, la Incineradora, el fracking y en defensa del medio ambiente, contra el paro, los recortes sociales que está aplicando el PNV en la renta básica, la pobreza y la precariedad laboral. Todo ello, junto al anuncio de huelgas y fuertes movilizaciones para septiembre en el sector educativo muestra el camino.
Hay que articular un frente de izquierdas entre Unidos Podemos y la izquierda abertzale en defensa de un programa socialista y revolucionario, que una la defensa del derecho de autodeterminación a la lucha por la transformación socialista de la sociedad junto a la clase trabajadora del resto del estado y de Europa.
26-J. Unidos Podemos se revalida como primera fuerza en la CAV