La Comunidad de Madrid ha anunciado una ampliación de las instalaciones del Hospital Niño Jesús de Madrid. Se trata de la apertura de un nuevo pabellón de 9.300 metros y un aparcamiento de hasta 800 plazas con un coste de 21.000.000 de euros. Isabel Díaz Ayuso ha dejado claro que no se destinará dinero público a este proyecto, abriendo así la puerta a la inversión privada en este hospital por primera vez en la historia.
Como digna sucesora de Esperanza Aguirre (quien se encargó de privatizar la gestión de los hospitales Infanta Leonor, Infanta Sofía, Hospital del Tajo, Hospital del Sureste, Infanta Cristina, Hospital del Henares y el Hospital de Valdemoro), la actual presidenta no ha tenido ningún reparo en continuar con las privatizaciones masivas a pesar de la situación a la que nos hemos tenido que enfrentar durante estos meses, donde han quedado en evidencia las terribles consecuencias de convertir la sanidad en un negocio. Aunque se intenta argumentar que se trata de un parking únicamente, la realidad es que esta decisión abre la puerta a la “privatización encubierta” del hospital al completo. Se trata de seguir haciendo negocios con la sanidad pública madrileña, en este caso con uno de los hospitales públicos más importantes de la Comunidad de Madrid, el único de todo el Estado español que atiende absolutamente todas las necesidades pediátricas.
Menos homenajes institucionales, y más empleos y salarios dignos para las y los sanitarios
Los y las trabajadoras de la sanidad de Madrid llevamos semanas movilizándonos, junto a vecinas y vecinos, para poner en el punto de mira la precariedad a la que nos enfrentamos en nuestra vida laboral. Acabar con esta situación pasa por luchar por una Sanidad Pública universal y de calidad para todas y todos, controlar los ratio sanitaria-paciente, con la contratación estable de miles de sanitarias, y dignificar unos salarios cada vez más precarios. La realidad es que un hospital de gestión privada y atención pública carga al personal con mayor cantidad de pacientes, degradando la calidad de la atención; los salarios pueden llegar a verse reducidos hasta en un 50% en comparación con el salario que se ofrece en los hospitales 100% públicos; y las jornadas de trabajo son más largas y abusivas. Los y las trabajadoras del sector sanitario hemos señalado constantemente que esto supone un retroceso en nuestros derechos como trabajadores, pero también en la calidad asistencial.
Externalizar los servicios de limpieza y cocina son también prácticas muy comunes que hacen que la calidad asistencial se vea afectada. Es muy común cuando se producen estas privatizaciones que abunden las mantas y sábanas sucias y rotas o que las trabajadoras del servicio de limpieza, al verse recortada su plantilla, se vean sobrepasadas con el trabajo que tienen que abarcar. De hecho, hace unos días, se supo de la privatización del servicio de limpieza del Gregorio Marañón. Ante esta situación las limpiadoras han convocado huelga los días 29 y 30 y paros de 3 horas el 25 y el 26 de junio.
Los negocios del PP y los empresarios son responsables de miles de muertos
El PP, Ciudadanos y Vox nos pretenden vender la privatización como un proceso que ahorra dinero a las arcas públicas cuando la realidad es que los hospitales que son gestionados por empresas privadas reciben dinero público por cada paciente que atienden y cada intervención quirúrgica que practican. Un auténtico despilfarro al que hay que añadir los multimillonarios beneficios de las empresas que gestionan este negocio. En un sistema público todos esos beneficios, que son la razón de estas grandes empresas, servirían para mejorar las condiciones laborales y aumentar los medios materiales. De hecho, el proceso de privatización de los 7 hospitales antes mencionados por el Gobierno de Esperanza Aguirre, supuso un sobrecoste oficial de 3.000 millones de euros para las arcas públicas, al margen de las posibles comisiones y negocietes realizados entre bambalinas y a que tan acostumbrados nos tiene el PP.
No podemos seguir permitiendo esta situación. No se puede ceder ni un paso ante la privatización de la sanidad ni de ningún otro servicio público, y por eso ya se están convocando movilizaciones en las calles contra este nuevo atropello. La primera, este sábado 20 de junio a contra la privatización de la sanidad y, en especial, del Hospital Niño Jesús en Madrid. Estas nefastas políticas han sido responsables de la trágica situación que hemos vivido en la Comunidad de Madrid fruto de la pandemia, con miles de muertos. No ha sido el COVID-19, sino el negocio de la sanidad y de las residencias, y las ansias de lucro de unos empresarios sin escrúpulos, los responsables de la mayor matanza vivida en Madrid desde la Guerra Civil.
¡La Sanidad Pública no se vende, se defiende!