El 3 de agosto de 2020 pasará a la historia. Este día, el régimen del 78 se ha quitado definitivamente la careta. El monarca ensalzado por todos los partidos del sistema, y que el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez insiste en continuar defendiendo, huye como un vulgar ladrón después de amasar una fortuna obscena como comisionista de las grandes empresas y de sus negocios internacionales.
Este fin indigno de un personaje que fue colocado a dedo por el dictador Franco, es un retrato fiel del carácter reaccionario del régimen del 78.
Igual que su abuelo Alfonso XIII prolongó su reinado gracias a la dictadura de Primo de Rivera y salió rumbo a un exilio durado, Juan Carlos I fue colocado por los pro hombres del franquismo como válvula de seguridad y garantía de que los crímenes de la dictadura y los intereses de la oligarquía financiera, industrial y agraria que se beneficiaron de ellos quedaban salvaguardados.
Es importante no olvidar que en esa llamada Transición Politica de los años setenta, los dirigentes del PSOE y del PCE encumbraron a Juan Carlos I y su monarquía, haciendo posible la desmovilizacion de la clase obrera. De aquellos Pactos y claudicaciones sólo salió fortalecida la burguesía y un aparato del Estado que hasta hoy no ha sido depurado de fascistas.
La crisis de la monarquía es un reflejo acabado de la crisis del capitalismo español. Por eso son aún más lamentables las declaraciones de Pedro Sánchez y de los dirigentes del PSOE, que sumando sus voces a las del PP, Cs y Vox rinden tributo a este ladrón y consagran la figura de Felipe VI como garantía de continuidad del régimen.
Es el momento de que la izquierda real, militante y combativa que con su lucha ha desnudado el auténtico carácter de clase de la monarquía borbónica, llame a la movilización masiva para exigir la inmediata convocatoria de un referéndum democrático donde el pueblo pueda expresarse y votar si quiere seguir sometido a esta institución reaccionaria o prefiere una república.
Es el momento de ejercer el derecho a decidir, y no blanquear a un rey como Felipe VI que no sólo ha continuado asegurando los intereses de la oligarquía, sino que ha demostrado en la acción su compromiso con la represión y el autoritarismo, alentando la ofensiva brutal del aparato estatal contra el pueblo de Catalunya.
Los ministros y ministras de Unidas Podemos no pueden mirar para otro lado. No es suficiente calificar esta huida de acto vergonzoso como ha hecho Pablo Iglesias. Es necesario que exijan al PSOE la ruptura con la monarquía e impulsen la movilización en las calles para imponer este referéndum democrático sobre la republica.
Si algo demuestra la huida del Borbón es la moral podrida de este sistema, capaz de encarcelar a dirigentes políticos y sociales por organizar un referéndum en Catalunya, y que al mismo tiempo pretende que aceptemos que el que fuera rey hasta 2014 disfrute de un retiro dorado fuera de nuestras fronteras con su botin a buen recaudo.
Está es una lección que no debemos olvidar. Un ladrón que utilizando su posición institucional, y con la complicidad de todos los partidos del sistema, ha construido una de las mayores fortunas del mundo, que ha sido puesto de ejemplo constantemente por su supuesta integridad y lealtad a la patria, huye con nocturnidad y lo hace para no perjudicar a la monarquía. Pero es precisamente esa monarquía la que le ha permitido llegar tan lejos con el respaldo de los grandes poderes económicos.
Basta de engaños, de propaganda burda y de insultar nuestra inteligencia. Juan Carlos I no es más que la punta del iceberg.
Desde Izquierda Revolucionaria consideramos que estamos ante una oportunidad histórica. Hay que levantar un movimiento poderoso y de masas a favor de la república de los trabajadores y la juventud, que rompa con la austeridad y los recortes, y que defienda abiertamente la transformación de la sociedad. Una república socialista es la alternativa frente a la hecatombe social y económica que padecemos. Una república socialista que reate el nudo de la historia y ponga en práctica el legado de los oprimidos que se batieron con las armas en la mano contra el fascismo en tres años de lucha heroica.
Juan Carlos I huye. Pero sigue conservando el título de rey emérito y forma parte de la Casa Real de Felipe VI. Por tanto frente a este nuevo intento de asegurar la impunidad a esta institución corrupta es el momento de la lucha.
Por la república socialista, abajo la monarquía corrupta
Por la celebración inmediata de un referéndum democrático para votar por la república
Unidas Podemos debe romper públicamente con la posición del PSOE y llamar a la movilización de masas contra la monarquía
3 de agosto, Comisión Ejecutiva de Izquierda Revolucionaria