Soy un trabajador de la empresa UTE San José El Ejidillo, contrata del Ayuntamiento de Madrid, dedicada a la jardinería, llevando los distritos de Latina, Moncloa-Aravaca y El Pardo, con casi 400 jardineros repartidos entre las distintas zonas. Quiero dar a conocer la situación laboral que vivimos en esta empresa de "latigueros y caciques". No tienen suficiente con los bajos sueldos que percibimos que, encima tenemos que aguantar aun más abusos.
Un compañero del distrito de Latina fue sancionado por orinar en el parque. Trabajamos en la calle y la necesidad te obliga casi siempre a hacerlo en este lugar, dándote ellos la "alternativa" de ir a un bar, cuando a la vez, te pueden sancionar también por acudir a dicho lugar en horas de trabajo. El castigo que el compañero recibió fue sanción de un mes de empleo y sueldo.
Otro compañero, del mismo distrito, fue sancionado con una multa de 3.000 euros porque le habían robado la máquina de cortar el césped.
Esta empresa entró subrogada uniéndose a la empresa anterior (El Ejidillo) en enero de 2006. UTE San José es, en realidad, una empresa constructora. Uno de los "puntos fuertes" de la citada empresa es el trato inhumano hacia los trabajadores y es habitual, casi a diario, que suframos ataques a nuestros derechos, llegando incluso a racanearte hasta un euro. Otra estrategia que usan es crear división en la plantilla, dando horas extras a unos y a otros no (¡menudo privilegio!), favoritismo en general. Ni siquiera respetan el nefasto convenio estatal que tenemos.
La actitud del actual comité para cambiar esto es nula; "no saben, no contestan", sin hacer acto de presencia, sin molestarse y, por supuesto, ni reuniones, ni asambleas. Un comité que no ha sido capaz de defender a compañeros que han despedido -aunque según ellos, ha sido que no les han renovado- y en algunos casos colaborando con esta no renovación, no merecen estar ahí.
Es inaceptable esta situación. Los trabajadores debemos unirnos, echar a este comité con nuestros votos el próximo 10 de abril. Debemos luchar por una jardinería pública de verdad, sin contratas parasitarias, por un convenio digno y por un sindicalismo asambleario, democrático y combativo. En definitiva un sindicalismo de clase, marxista, sin hacer ninguna concesión a la empresa.