"Nos quieren poner de rodillas y eso nunca"
Desde el pasado día 5 de marzo las trabajadoras de CLECE se encuentran en huelga indefinida. Esta huelga fue convocada después de cuatro meses de intentos permanentes por parte de los trabajadores de negociar con la empresa y la reiterada negativa de ésta, despreciando sus justas reivindicaciones.
CLECE es una empresa del grupo ACS, dirigido por Florentino Pérez, que se ha caracterizado por su negativa a introducir las más mínimas mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores. En varias ciudades del Estado los trabajadores han conseguido mejoras después de durísimas huelgas, teniendo algunas de ellas una duración de 50 días.
Las condiciones de trabajo de CLECE en Girona son totalmente inhumanas. Contratos basura temporales que se hacen interminables. Las horas extras que según el convenio se tienen que pagar a 13 euros se pagan a 5, a lo que hay que descontar un 14% de IRPF. Las bajas que se producen, por distintos motivos, no se cubren con otras trabajadoras lo que provoca una sobrecarga de trabajo insoportable. Cuando un trabajador tiene que coger la baja, bien sea por enfermedad o accidente laboral, se les descuentan los tres primeros días y los restantes se les paga unos porcentajes que imposibilita llegar a final de mes. Un ejemplo ha sido lo que le ha ocurrido a una trabajadora que tras sufrir un accidente laboral y después de varias operaciones (con negligencias médicas incluidas) y de varios meses con serias dolencias, en estos momentos está cobrando aproximadamente 500 euros al mes.
Una lucha contra todos
La jornada laboral es de 40 horas semanales y el salario de 718 euros mensuales. Estas condiciones son las que han motivado que las trabajadoras estén protagonizando una huelga ejemplar caracterizada por una enorme combatividad y espíritu de sacrificio. Se están teniendo que enfrentar a todo. A la empresa, a la negativa de las direcciones de CCOO y UGT de apoyar la huelga, que está siendo apoyada solamente por CGT, a unos servicios mínimos abusivos, poniendo más trabajadores para realizar estos servicios que en muchos casos son más que los que trabajan cuando no hay huelga. La empresa está contratando ilegalmente a trabajadores para sustituir a los huelguistas y ha abierto expedientes sancionadores y de despido que afectan a 90 trabajadores.
Los medios de comunicación en su inmensa mayoría están actuando de portavoces de los que se oponen a la huelga. Se ha llegado a publicar que la huelga estaba provocando enfermedades entre los niños por la ausencia de limpieza. Aspecto éste que el departamento de salud del ayuntamiento de Girona ha negado.
Para superar todos estos obstáculos los trabajadores están repartiendo numerosos comunicados dirigidos a la población para explicar sus condiciones de trabajo y sus reivindicaciones. Se están repartiendo en mercados, en barrios obreros, en las puertas de los colegios y hospitales donde trabajan, en las concentraciones frente al Ayuntamiento, en las manifestaciones que realizan..., dejando bien claro que esta no es una huelga caprichosa, ni salvaje, como están planteando desde el Diari de Girona, ni por supuesto contra los usuarios de los hospitales, ni contra los niños de los colegios sino para conseguir unas condiciones laborales y salariales que les permitan unas condiciones de vida mínimamente dignas. La respuesta solidaria de los trabajadores está siendo importante. Participando en las manifestaciones, apoyando económicamente. Hay que destacar también que, como consecuencia de las entrevistas que los trabajadores en huelga han mantenido con las AMPAS de los colegios y de los directores, uno de los colegios que está afectado por la huelga fue a una concentración frente al ayuntamiento con los niños para mostrar su solidaridad con la huelga.
Justas reivindicaciones
Las reivindicaciones más importantes de las trabajadoras son: aumento salarial hasta mil euros, reducción de la jornada laboral a 35 horas, aumento de plantillas y acabar con el empleo precario, 100% en las bajas por accidente o enfermedad, más medidas de seguridad en el trabajo. Estas peticiones legítimas, que han sido conseguidas por compañeras nuestras en otras ciudades, como Barcelona y Madrid, y que por supuesto estamos dispuestos a negociar, son las que la empresa no ha querido negociar desde hace cuatro meses.
El grupo empresarial al que pertenece CLECE va a obtener un beneficio neto en el año 2006 de 1.250 millones de euros frente a los 608,7 conseguidos en el 2005. Es decir, más del doble. ¿Qué argumento puede esgrimir la empresa para no acceder a las reivindicaciones de los trabajadores? Ninguno, salvo el volver a doblar sus beneficios el año próximo a costa del sudor y la explotación despiadada de las trabajadoras.
Con estos datos sobre la mesa es totalmente inaceptable que el Ayuntamiento de Girona, gobernado por la izquierda y responsable de la adjudicación a esta empresa de la limpieza de toda una serie de centros públicos, se esté posicionando a favor de la empresa y que con los impuestos que pagan los ciudadanos contribuya a que doblen sus beneficios estos empresarios que sólo se rigen por el sacrosanto principio del beneficio y que no les importa lo más mínimo la correcta limpieza de los centros públicos.
El Ayuntamiento, elegido mayoritariamente por los votos de los trabadores, en vez de oponerse a la huelga debería municipalizar estos servicios para garantizar una limpieza digna y unas condiciones de vida decente para los trabajadores que las ejercen.
Igual de inaceptable que la actitud del Ayuntamiento está siendo la de la Generalitat, poniendo unos servicios mínimos abusivos mientras permiten con total impunidad que la empresa contrate a trabajadores para sustituir a los huelguistas, favoreciendo el esquirolaje que, como todos sabemos, a quien beneficia es a la empresa.
Las trabajadoras de CLECE y la mayoría de trabajadores de Catalunya pusimos en el ayuntamiento de Girona y en la Generalitat a los partidos de izquierdas para que gobiernen a favor de la mayoría de la población no para favorecer el enriquecimiento de los empresarios. Vamos a seguir luchando por nuestro futuro y el de nuestras familias. Por una limpieza de calidad en los centros públicos, tanto colegios como hospitales, donde van la mayoría de los hijos de los trabajadores y los usuarios de la sanidad pública.
Esta huelga nos está suponiendo un enorme esfuerzo económico. Pero consideramos que es justa y como dijo una trabajadora: "somos bajitas, pero nos quieren poner de rodillas y eso nunca".