Que vuelvan las tropas desplegadas en el Líbano
El pasado 24 de junio seis soldados que hacían parte del contingente del ejército español desplegado en el Líbano morían por el efecto de una fortísima explosión de un coche bomba activado al paso de los vehículos en los que se desplazaban. Independientemente de la autoría del atentado, que según el gobierno y los medios de comunicación no está clara, este hecho vuelve a poner sobre la mesa aspectos políticos e ideológico muy importantes para la clase obrera.
El pasado 24 de junio seis soldados que hacían parte del contingente del ejército español desplegado en el Líbano morían por el efecto de una fortísima explosión de un coche bomba activado al paso de los vehículos en los que se desplazaban. Independientemente de la autoría del atentado, que según el gobierno y los medios de comunicación no está clara, este hecho vuelve a poner sobre la mesa aspectos políticos e ideológico muy importantes para la clase obrera:
1.- El PP no tiene ninguna autoridad moral ni política para criticar nada. El partido de Rajoy es corresponsable de la masacre que el imperialismo de EEUU ha perpetrado en Iraq; además, ha apoyado la intervención en el Líbano. Pero señalar la hipocresía y la demagogia del PP y de la derecha no diluye en absoluto nuestra denuncia ante el hecho de que incluso en la cuestión de la guerra y del militarismo el gobierno del PSOE se está diferenciando cada vez menos de la política practicada por la derecha. La lógica de la aceptación del capitalismo admite muy pocas variantes.
2.- La intervención militar en el Líbano no es una acción de paz, ni humanitaria: es imperialista. El hecho de que el despliegue militar sea "legal" no cambia para nada el asunto. Incluso desde el punto de vista formal la famosa resolución 1701 de la ONU que avala la presencia de tropas extranjeras en el Líbano hace suyo el argumento de Israel según el cual la guerra del pasado verano fue desencadenada por el secuestro de dos soldados israelíes (que por cierto, estaban en territorio libanés) y no una acción premeditada del ejército israelí para cambiar la correlación de fuerzas en la zona. Es completamente infantil creer que las tropas de UNIFIL tienen como objetivo "interponerse" entre Israel y Hezbolá. Israel es el principal aliado de EEUU en Oriente Medio. Nadie le impidió que devastara todas las infraestructuras fundamentales del Líbano, cebándose en los barrios más pobres; nadie le impidió que siguiera, a día de hoy, masacrando a los palestinos en Gaza después de perder la guerra contra Hezbolá. El papel de las tropas internacionales ha sido salvar la cara al imperialismo israelí y cubrirle las espaldas hasta que decida cometer otro genocidio contra el pueblo libanés. Mientras tanto, el hecho de que el ejército español esté dedicado a descubrir minas o a reconstruir puentes, o el hecho de que el enfrentamiento con la población sea mayor o menor, tampoco cambia la naturaleza de la misión. La presencia militar española en el mundo está diseñada en base a intereses económicos, estratégicos y de prestigio de la burguesía española y no tiene nada que ver con el altruismo desinteresado. Bajo el gobierno de Zapatero el presupuesto militar (que ya llega al 12%) y el número de países con presencia de tropas españolas no hace más que crecer.
3.- Como siempre, quien paga el pato son los más desfavorecidos. De los 6 soldados, 3 eran colombianos. Los hijos de la clase obrera, nativa o extranjera, son los que ponen la sangre en el juego de muerte, guerra y destrucción en el que los poderosos amenazan con involucrar a toda la sociedad. Según el gobierno la compra de los famosos inhibidores de frecuencia se aprobó en noviembre. Ocho meses después aún no estaban instalados. Los familiares de los soldados muertos denunciaron sentirse engañados respecto a la naturaleza de la misión. El engaño y la hipocresía están indisolublemente ligados a la guerra. Siempre son los más humildes los que pagan el precio de la desidia administrativa. El gobierno y el ejército están investigando los "errores" y prometen perseguir a los culpables del atentado y extremar las medidas de seguridad de las tropas. Pero las tropas siguen ahí, en un escenario de guerra y defendiendo los intereses de los poderosos. Basta de hipocresía. Si el gobierno quiere evitar más soldados muertos, ¡que retiren las tropas ya!