Los trabajadores de la EMT comenzaron el 22 de febrero una serie de jornadas de huelga con la finalidad de obtener un convenio justo, realizando una serie de paros totales y parciales, así como dos manifestaciones masivas a las que acudieron más de 10.000 personas en apoyo a sus justas reivindicaciones. Desde que comenzó la lucha, la dirección de la empresa ha tratado de dividir a la plantilla y desmoralizarla, así como volver a la opinión pública en contra de los trabajadores, contando para ello con la colaboración de los medios de comunicación burgueses.

Los trabajadores de la EMT comenzaron el 22 de febrero una serie de jornadas de huelga con la finalidad de obtener un convenio justo, realizando una serie de paros totales y parciales, así como dos manifestaciones masivas a las que acudieron más de 10.000 personas en apoyo a sus justas reivindicaciones. Desde que comenzó la lucha, la dirección de la empresa ha tratado de dividir a la plantilla y desmoralizarla, así como volver a la opinión pública en contra de los trabajadores, contando para ello con la colaboración de los medios de comunicación burgueses.

Sin embargo, la enorme fuerza que se ha demostrado producto de la unidad de los trabajadores obligó, finalmente, a la empresa a presentar una primera propuesta de acuerdo, que fue rechazada contundentemente en las dos asambleas de trabajadores celebradas, por la mañana y por la tarde, del día 18 de abril reflejando la enorme voluntad de lucha que existe en la plantilla; y esto a pesar de que los cinco sindicatos que componen el comité (Plataforma Sindical, CCOO, UGT, SIT y SICAM) pidieron el voto a favor de dicho acuerdo, empezando por los dirigentes de Plataforma Sindical, que tiene la mayoría y está llevando el peso fundamental de la lucha.

Los trabajadores rechazan el preacuerdo en asamblea

Una de las razones del rechazo fue la vinculación que se hacía entre el complemento salarial y el absentismo laboral en la empresa, siendo esta posición de los trabajadores absolutamente correcta. Es indudable que la base del absentismo se encuentra en las condiciones de trabajo que sufre la plantilla: largas jornadas, la presión de un trabajo cara al público, así como el estrés de una ciudad como Madrid, con innumerables atascos y obras que convierten en agotador el trabajo de cualquier conductor. La responsabilidad última del absentismo le corresponde a la dirección de la empresa, que debe invertir lo que sea necesario para mejorar las condiciones de trabajo del conjunto de la plantilla, aumentándola en primer lugar, para que se pueda desarrollar este trabajo en condiciones adecuadas e impedir que cualquier trabajador caiga enfermo física o psicológicamente.
Se rechazó también la firma de un convenio por 4 años. Ante la profunda crisis económica que se ha desatado, los trabajadores no tienen ninguna confianza en lo que pueda ocurrir de aquí a cuatro años. Mientras que los únicos que se han beneficiado del crecimiento económico han sido los grandes capitalistas, que han obtenido beneficios récord en los últimos años, las condiciones salariales y laborales de la clase obrera han empeorado progresivamente. Los trabajadores no tienen la culpa de la actual crisis económica, ¡¡que paguen la crisis los capitalistas!!
Sí hay dinero para los trabajadores de la EMT. Si el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid tienen dinero para las inmensas obras públicas que han estado llenando los bolsillos de las grandes empresas constructoras, seguro que tienen dinero para mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores que sí prestan un servicio público, cosa que no hacen los especuladores inmobiliarios o los numerosos directivos de la EMT que absorben cantidades ingentes de dinero con sus elevados salarios.

Existe una enorme voluntad de lucha

Tras este rechazo de la asamblea, el comité de huelga presentó en una nueva asamblea, el 24 de abril, una propuesta de acuerdo muy similar a la rechazada anteriormente por los trabajadores, vinculando en este caso el complemento salarial al absentismo individual en vez de al absentismo global de la empresa (peor aún, si cabe).
En esta segunda asamblea los dirigentes del comité de huelga plantearon que dimitirían si no se aprobaba este segundo acuerdo, que será sometido a referéndum en los centros de trabajo el 29 de abril, por no sentirse respaldados por los trabajadores. Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado hasta ahora por el comité de huelga, y los sindicatos que lo componen, para obtener una victoria en este conflicto y un acuerdo satisfactorio para los trabajadores, esta postura de los miembros del comité no es correcta. Es más, deja a los trabajadores contra las cuerdas, teniendo que elegir entre un mal acuerdo o la posible desorganización de la lucha, hasta el momento unitaria y fuerte. Si los trabajadores rechazan de nuevo el acuerdo, corresponde a sus dirigentes continuar la movilización, organizándola de la mejor manera posible para conseguir todas las reivindicaciones. El comité de huelga ha de basarse en el espíritu de lucha existente entre la plantilla, que ha quedado constantemente ratificado en la asistencia masiva a las asambleas, a las manifestaciones y en la propia votación por la que se rechazó la primera propuesta de acuerdo, demostrando que es posible conseguir un convenio justo y de avance. En todo caso el propio comité de huelga, sometido a enormes presiones, debería abrir los cauces para que se incorporen trabajadores al mismo, tanto en la negociación como en la organización de la lucha, con la finalidad de respaldar al máximo a sus dirigentes y darles mayor fuerza a la hora de enfrentarse a la dirección.
Se puede ganar la lucha

También es primordial discutir y aprobar un plan concreto de acción que permita sacar de forma efectiva este conflicto a las calles de Madrid, obteniendo de esta manera el apoyo y solidaridad del conjunto de la clase obrera madrileña. En la asamblea del 24 de abril el representante de CCOO se desmarcó pidiendo que se vote NO a la nueva propuesta en el referéndum. Hay que ser claro, no es suficiente con recomendar el voto NO, a la vez hay que presentar un plan de lucha concreto que permita a los trabajadores continuar la lucha en las mejores condiciones y obtener una victoria total.
Los llamamientos del Comité de Huelga a los trabajadores a participar en los piquetes en las cocheras son absolutamente insuficientes para ganar esta lucha. En este sentido sería muy positivo que se organizaran en la plantilla distintos grupos que se dirigieran a diferentes empresas y fábricas de Madrid a repartir propaganda y realizar asambleas de solidaridad, implicando así de forma práctica a muchos de los trabajadores en la extensión diaria del conflicto. No sería nada difícil contar con una lista de comités de distintas fábricas y empresas de Madrid a las que se podrían dirigir los trabajadores de la EMT. También sería esencial concretar con el comité de empresa de Metro la celebración de una asamblea de solidaridad a la que asistan trabajadores de la EMT para informar de su conflicto, especialmente teniendo en cuenta que éstos van a comenzar a negociar su convenio y esperan recibir importantes ataques a sus condiciones de trabajo.
La lucha de los trabajadores de la EMT es la misma que están librando otros colectivos. Por eso habría que dirigirse a estos sectores en lucha o que se preparan para iniciar movilizaciones (estudiantes, profesores, médicos, parquímetros, etc.) tratando de unificar los distintos calendarios de movilizaciones. Todo esto debería formar parte de una gran campaña pública del movimiento sindical madrileño por una huelga general en Madrid contra la política reaccionaria del PP y la privatización de los servicios públicos.

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