El verano pasado la multinacional de restauración SERUNIÓN-ELIOR, en la concesión que explota en la Cafetería del Hospital Civil de Málaga, sancionó con falta "muy grave" y 16 días de suspensión de empleo y sueldo al compañero Juan Carrasco por poner en el tablón de anuncios de la sección sindical una hoja informativa donde criticaba a la empresa. Ante la injusta sanción CCOO interpuso demanda, cuyo juicio se realizará el 12 de mayo. La empresa no esperó a este juicio y el 12 de febrero despidió al compañero por "bajo rendimiento". Después de diez años trabajando en la cafetería y con una acción sindical de férrea firmeza en defensa de sus compañeros, ésta es la última agresión que recibe.

El verano pasado la multinacional de restauración SERUNIÓN-ELIOR, en la concesión que explota en la Cafetería del Hospital Civil de Málaga, sancionó con falta "muy grave" y 16 días de suspensión de empleo y sueldo al compañero Juan Carrasco por poner en el tablón de anuncios de la sección sindical una hoja informativa donde criticaba a la empresa. Ante la injusta sanción CCOO interpuso demanda, cuyo juicio se realizará el 12 de mayo. La empresa no esperó a este juicio y el 12 de febrero despidió al compañero por "bajo rendimiento". Después de diez años trabajando en la cafetería y con una acción sindical de férrea firmeza en defensa de sus compañeros, ésta es la última agresión que recibe.

El Militante.- ¿Cómo está tu caso en estos momentos?
Juan Carrasco.- Hemos puesto otra demanda para que los servicios jurídicos de CCOO soliciten sentencia de DESPIDO NULO RADICAL, la única solución a este conflicto provocado por Serunión debe ser la readmisión inmediata en mi puesto de trabajo sin condiciones. Al tiempo hemos desarrollado una amplia campaña. Primero con comunicados de prensa, varios diarios, tanto provinciales como de tirada estatal, se han hecho eco de esta tremenda injusticia en instalaciones de una institución pública. También hemos recogido firmas contra el despido (tenemos miles acumuladas), hemos repartido más de 4.000 hojas informativas y 1.000 carteles exigiendo mi readmisión sin condiciones, habiendo hecho varias pegadas, sobre todo en los centros que Serunión explota en Málaga. Por último, el sindicato de hostelería y el de sanidad de CCOO solicitó mantener una reunión con el responsable de las concesiones administrativas del Complejo Hospitalario Carlos Haya para que me escuchara este señor, que no quiso recibirme, en una clara dejación de su responsabilidad pública, porque al actuar así favorece a la empresa y olvida que su sueldo lo pagamos todos con nuestros impuestos.
EM.- ¿Qué más apoyos tienes?
JC.-
La solidaridad de los trabajadores del complejo sanitario y de la ciudadanía malagueña en general ha sido espectacular, demostrando su indignación y ofreciéndose para recoger firmas. Mis compañeros delegados de CCOO han manifestando en reiteradas ocasiones que están dispuestos a colaborar con lo que haga falta pues, como me decían, "un ataque a uno de nosotros es un ataque a todos", proponiéndome la necesidad, y sin más dilación, de efectuar concentraciones de delegados en las puertas de los centros hospitalarios donde Serunión explota las instalaciones de las cafeterías para así contrarrestar el miedo al que la empresa somete a mis compañeros. También compañeros delegados de UGT y afiliados a este sindicato han mostrado a nivel particular su apoyo.
EM.- ¿Cuál es la diferencia de tu caso con otros similares?
JC.-
Este despido no es motivado por "bajo rendimiento" pues la empresa reconoce oficialmente su improcedencia, sino que se basa en una persecución sindical. Como delegado sindical he sido promotor de demandas y exigencias ante la empresa, reclamando a veces la intervención de la Inspección de Trabajo y del Juzgado de lo Social al no responder Serunión a mis demandas, así como apoyando a mis compañeros en sus reclamaciones, teniendo la empresa que desembolsar cantidades económicas significativas. Una diferencia importante con otros despidos ha sido mi radical rechazo a negociar el despido por una cantidad económica para renunciar a mi puesto de trabajo y a la acción sindical en Serunión. Esto ha dejado descolocados a todos aquellos que corrieron el rumor malintencionado de que la empresa me había pagado una gran cantidad y que había abandonado la lucha, quedando demostrado por los hechos que yo no me vendo. Es más, estoy más firme en mis convicciones que nunca: con el apoyo que estoy teniendo del movimiento obrero malagueño y del resto del Estado vamos a ganar la nulidad del despido y vamos a demostrar a Serunión y a la patronal en general que los derechos fundamentales no pueden ser vulnerados por su afán de lucro.
EM.- ¿Qué sindicalismo defiendes?
JC.-
Es un sindicalismo molesto para la empresa y por eso me despiden. Defiendo cosas como: 1) la mejora de las condiciones laborales en todos los centros de Serunión de Málaga con la elección de un Comité de Empresa que sería el representante de TODOS los trabajadores en la provincia, desde los centros que ya disponen de delegados de personal  a los centros que por su número de trabajadores no disponen de esta representación, 2) subida lineal de 200 euros al mes para todos los trabajadores ante la pérdida de poder adquisitivo que sufrimos, y 3) estar a disposición de cualquier trabajador, sea indefinido o eventual, español o inmigrante. Los trabajadores tenemos que estar unidos frente a los patronos.
Si conseguimos subidas salariales, en pocos meses los capitalistas nos subirán el coste de la vida, también les bajan los impuestos a los ricos y se lo suben a los artículos de consumo. Los trabajadores enviamos a nuestros hijos al colegio o vamos al hospital, por lo que también debemos luchar por mejorar estos aspectos, pero para esto sólo valen luchas generalizadas con un programa político y unas reivindicaciones claras que plantear al gobierno. Si estamos en una mesa de negociación y nos dice el gobierno de turno: "muy bien, accedemos a vuestras peticiones, pero para ello bajamos el gasto educativo"; nosotros debemos responder: "¡Alto ahí! De eso nada. Quítalo del dinero que regaláis todos los años a los banqueros y súbele los impuestos a los ricos".
Derechos que conseguimos hace treinta años ahora son eliminados por la patronal con la connivencia de una política sindical de pactos. El sindicalismo que defienden algunos compañeros empresa a empresa por sí solo no consigue resultados duraderos. Hace falta la unión del sindicalismo con la política, con una alternativa clara: la lucha por la auténtica sociedad socialista.

El juicio será el 21 de mayo a las 12:00 h.
Envía faxes de protesta a los juzgados de Málaga
Sala de lo Social nº 7
Fax: 951 939 187

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