zp1.jpgEl gobierno cede vergonzosamente a las presiones de la CEOE y la banca

CCOO y UGT deben convocar ya una huelga general

Al inicio de la crisis el gobierno insistía en que no tomaría ninguna medida que perjudicase a los trabajadores y los dirigentes sindicales se apoyaban en esas palabras para justificar que, como no había "ataques", no había razón para una huelga general. Muchas antes del anuncio de hoy por parte del gobierno, los acontecimientos ya habían puesto en evidencia la total inconsistencia de estas afirmaciones. Es evidente que es la clase obrera la que está saliendo perjudicada de esta crisis y que la política del gobierno, empujada por la presión de la CEOE, de la banca y del la burguesía europea y norteamericana, estaba escorándose cada vez más hacia la derecha.


El gobierno cede vergonzosamente a las presiones de la CEOE y la banca

CCOO y UGT deben convocar ya una huelga general

zp1.jpgZapatero ha anunciado hoy en el congreso un plan de ajuste salvaje que rompe de forma clara y evidente con sus declaraciones de que la crisis no la iban a pagar los trabajadores y de que no se iba a tocar el gasto social. Cediendo una vez más a las exigencias de la banca y la CEOE, el gobierno ha presentado una batería de medidas que incluyen:

- Rebaja de un 5% del sueldo a los funcionarios para este año y congelación para el año que viene.

- Congelación de las pensiones en 2011, que volverán a perder poder adquisitivo

- Supresión de la ayuda de a la ayuda de 2.500 euros a las familias por cada nuevo nacimiento

- Reducción de la inversión pública estatal en 6.450 millones de euros, a lo que habrá que sumar un recorte de 1.200 millones de euros que tendrán que asumir las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos.

- Recorte de las prestaciones de ley de la Dependencia, al suprimirse el pago de la cantidad pendiente desde que se hizo la petición.

- Restricción al acceso a medicamentos subvencionados, empleando subterfugios como adaptarlo "a las necesidades reales de los pacientes" o estandarizar el tratamiento "de acuerdo a las indicaciones de la comunidad científica".

sindicatos3.jpgOtras medidas en la misma línea se anunciarán más adelante. Es más que probable que en los próximos días se anuncie una reforma laboral con el fin de abaratar los despidos y empeorar todavía más las ya lamentables condiciones de trabajo imperantes en el mercado laboral. Otra medida segura es la subida del IVA, que afecta en mucha mayor proporción a los trabajadores que a los banqueros y empresarios.

Medidas nada "equitativas", mientras los banqueros y los empresario siguen sumando beneficios

Presentar estas medidas como "equitativas" por parte de Zapatero es un insulto a la inteligencia. Los principales responsables de la crisis capitalista, los banqueros (que hay que incluirlos entre los principales especuladores) y los grandes empresarios, no salen para nada afectados por este plan de ajuste. En estos momentos, la tercera partida más importante de los presupuestos generales del Estado es el destinado a pagar los intereses de la deuda, 23.224 millones de euros que irán a parar fundamentalmente a la gran banca. Los grandes accionistas y especuladores, que han sido precisamente los causantes de la crisis, se han beneficiado de los distintos rescates multimillonarios con fondos públicos aprobados en los últimos años. Esta es la auténtica causa del aumento de la deuda y del déficit presupuestario, no el gasto social que ahora se pretende atacar en detrimento de las familias obreras.

A los banqueros, que reciben dinero del Banco Central Europeo a una tasa de interés del 1% para especular con la deuda pública y obtener beneficios del 4 y 5%; a estos parásitos, las medidas de ajuste nos les afectan para nada. A pesar de la crisis, los beneficios de la banca continúan siendo tremendos, precisamente del negocio que están haciendo con la deuda pública.

Si el gobierno de Zapatero defendiera realmente una política socialista en beneficio de la mayoría de la población ¿Por qué no nacionaliza la banca bajo control de los trabajadores y sus organizaciones? Si el gobierno pretende racionalizar el gasto público en medicamentos, ¿Por qué no se nacionaliza la industria farmacéutica, que gana millones de euros haciendo negocio con un servicio fundamental? ¿Por qué ataca a los más débiles para que los capitalistas sigan amasando fortunas?

Es una completa capitulación aplicar medidas de ajuste contra los trabajadores, los parados y los pensionistas, cuando el gobierno se niega a aumentar los impuestos a las grandes fortunas, que según datos de los inspectores de hacienda han defraudado miles de millones de euros en 2009. Cuando los grandes capitales pagan impuestos irrisorios del 1% mediante las SICAV, una estafa abierta, descarada y consentida al fisco. Mientras se mantiene exenciones fiscales a los empresarios, se suprime el impuesto de patrimonio o se congela el impuesto de Sociedades que afecta de forma directa a los beneficios. Todo esto tiene un coste enorme para el Estado, pero no se toca porque afecta al bolsillo de los poderosos.

Al inicio de la crisis el gobierno insistía en que no tomaría ninguna medida que perjudicase a los trabajadores y los dirigentes sindicales se apoyaban en esas palabras para justificar que, como no había "ataques", no había razón para una huelga general. Muchas antes del anuncio de hoy por parte del gobierno, los acontecimientos ya habían puesto en evidencia la total inconsistencia de estas afirmaciones. Es evidente que es la clase obrera la que está saliendo perjudicada de esta crisis y que la política del gobierno, empujada por la presión de la CEOE, de la banca y del la burguesía europea y norteamericana, estaba escorándose cada vez más hacia la derecha.

El desempleo ya afecta a  4.612.700 de personas. Desde 2008, más de dos millones de trabajadores han sido despedidos, a pesar de la demagogia empresarial de lo "difícil que es despedir en España". Entre los que tienen la suerte de trabajar las cifras son las siguientes: el 88% de todos los contratos realizados cada mes son temporales, mientras 11 millones de asalariados son mileuristas. Desde 2008 hasta la actualidad se han producido 350.000 ejecuciones hipotecarias lo que significa que en estos tres últimos años decenas de miles de familias han perdido o van a perder sus casas. Cada día que pasa medio millar más se queda sin vivienda.

cartelem_sindical_feb2010_castellano.jpgCCOO y UGT deben convocar ya una huelga general

Y ahora, sobre toda esta situación, el gobierno anuncia un plan salvaje de ataques a los intereses de la clase trabajadora, que no ha hecho más que empezar. ¿A qué esperan los dirigentes de CCOO y UGT para convocar una huelga general? ¿Son necesarias más señales de que la clase obrera está sufriendo un ataque en toda regla, y en todos los frentes? ¿De que estas medidas serán cada vez más profundas, si no hay una respuesta unificada y contundente de la clase obrera?

No es verdad que el plan del gobierno "es la única alternativa" frente a la crisis. De hecho, este plan no va a resolver la crisis, no va a crear empleo, no va a beneficiar bajo ningún concepto a la mayoría de la sociedad. El único objetivo de este plan es garantizar que la banca y los empresarios sigan apoyándose en la muleta del Estado para hacer sus negocios. La crisis ha puesto de manifiesto con toda su crudeza que los intereses egoístas de esta minoría de parásitos son incompatibles con las necesidades de la mayoría de la sociedad.

El PSOE llegó al gobierno gracias a que millones de trabajadores y jóvenes protagonizaron masivas y prolongadas movilizaciones contra el odiado gobierno del PP. En vez de aceptar los planes impuestos por los capitalistas y traicionar a su base social,  Zapatero tenía la posibilidad de enfrentarse a estas presiones basándose en esa misma fuerza que la clase obrera utilizó para desalojar el PP. No lo ha hecho por que la dirección del PSOE asume la idea profundamente equivocada de que no hay alternativa al sistema capitalista.

Ahora, la clave de toda la situación política se concentra en la dirección de CCOO y UGT, que deben abandonar su política de desmovilización y pacto social.  ¿Qué tipo de acuerdo cabe esperar con el gobierno o con los empresarios, cuando son ellos mismos los que están dando muestras evidentes de que no están dispuestos a llegar a ningún otro acuerdo que no sean los que impliquen retrocesos para los trabajadores? ¡El propio gobierno ha dejado claro qué piensa de la "política de realismo" sindical tirando a la basura el acuerdo salarial al que había llegado con los empleados públicos, que ya implicaba una congelación salarial!

Mientras los banqueros, los empresarios, los especuladores internacionales, el FMI, la UE y demás organismos al servicio de los capitalistas se muestran decididos y firmes, los dirigentes de CCOO y UGT se muestran vacilantes, siguiendo con su política de alcanzar un acuerdo con los mismos que quieren machacar y exprimir a los trabajadores hasta el límite. ¡Hay que poner fin a esta política sindical que no sirve más que para envalentonar a los capitalistas! ¡La clase obrera es fuerte! ¡Hay ambiente y condiciones para una movilización masiva! ¡Es necesario responder ya a todos los ataques de la burguesía con una acción contundente e inmediata!

Los argumentos contra la convocatoria de movilizaciones masivas y unificadas de los trabajadores, y de una huelga general, en el sentido de que favorecerían a la derecha, tampoco se sostienen. Es la política de contrarreformas del gobierno lo que favorece políticamente las aspiraciones del PP de recuperar el gobierno dentro de dos años. Una movilización bien organizada, en la que se exija y se obligue al gobierno a dar un giro a la izquierda en su política, empezando por cortar el flujo de dinero público a banqueros y empresarios, un subsidio indefinido de desempleo, el fin de la amenaza de recorte de los gastos sociales y de una reforma laboral, tendría un efecto electrizante en la clase obrera, favoreciendo su participación política en todos los terrenos, incluido el electoral.

Los dirigentes de CCOO y UGT hicieron un comunicado a favor de la huelga general en Grecia. Sin embargo, esta posición es totalmente contradictoria con la práctica sindical que están desarrollando, cuando se pone como objetivo central llegar a un acuerdo con la CEOE, esa misma patronal que exige y empuja al gobierno a emprender duras reformas antiobreras, igual que en Grecia. Al igual que hicieron los sindicatos griegos, los dirigentes de UGT y CCOO tienen que responder a las necesidades de los trabajadores y convocar ya una huelga general. Una huelga que tiene que ser el inicio de una movilización continuada y ascendente de la clase obrera, hasta obligar al gobierno a frenar sus planes y obligarle a tomar medidas que favorezcan realmente a la mayoría de la sociedad. Una huelga general que debería tener como puntos fundamentales:

-              No a los planes de ajuste contra la clase obrera. Que la crisis la paguen los culpables: los capitalistas

-              Ningún recorte en salarios, sanidad, educación, pensiones, servicios sociales e inversión en infraestructuras

-              No a la reforma laboral

-              Subsidio de desempleo indefinido equivalente a un SMI de 1.100 euros hasta encontrar trabajo

-              Incremento drástico de los impuestos a las grandes fortunas y a los beneficios empresariales y a la banca. Ante la menor síntoma de fuga de capitales, confiscación de los patrimonios y de las cuentas de los ricos

-              Suspensión del pago de la deuda del Estado a los grandes especuladores

-              Nacionalización de la Banca bajo el control democrático de los trabajadores y sus organizaciones

-              Confluencia de la lucha de los trabajadores de toda Europa con la preparación de una huelga general europea

-              Nacionalización de todas las empresas en crisis bajo control obrero

-              Inicio de un plan económico para crear empleo (inversiones en infraestructuras, servicios sociales y otras industrias) no basado en los intereses de los capitalistas sino en los intereses de la mayoría.

La lucha por el socialismo, más vigente que nunca

La crisis capitalista está poniendo de manifiesto que es necesaria una profunda transformación de las organizaciones políticas y sindicales de la clase obrera. Ni el reformismo socialdemócrata en el terreno político, ni la política del "mal menor" en el terreno sindical, sirven para defender los intereses de la mayoría de la sociedad. La crisis capitalista, que no es coyuntural sino que condicionará todo el próximo periodo histórico, está poniendo en evidencia que la única política realista y consecuente con la defensa de los intereses de la mayoría es la movilización y la defensa de un programa anticapitalista.

No se puede defender seriamente los derechos más elementales de la clase trabajadora sin un sindicalismo combativo, y no puede haber un sindicalismo combativo consecuente y serio sin una perspectiva política de transformación socialista de la sociedad, basada en la propiedad colectiva de los medios de producción, la democracia obrera y la supresión de las fronteras nacionales. ¡No existe capitalismo de rostro humano! La disyuntiva es capitalismo o socialismo.

Es por ese programa por el que lucha la Corriente Marxista El Militante. ¡Únete a nosotros!

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