El 16 de junio la CGT de Valencia publicó esta nota denunciando un caso gravísimo de persecución sindical: el despido de Paqui Cuesta, secretaria general de su sección en Ford-España (Almussafes, Valencia). Dicha sección sindical, y en particular la compañera, ha destacado en la defensa de la movilización frente a los sucesivos EREs, la pérdida de empleo y la eliminación de derechos de los trabajadores. La CGT propuso al resto de sindicatos del Comité (UGT -cuya dirección está totalmente comprometida con la dirección de la empresa-, CCOO y la Intersindical) convocar un día de huelga (desde nuestro punto de vista absolutamente necesario), pero han rechazado la propuesta. En los próximos días la CGT anunciará medidas de movilización, aparte de recurrir el despido.

El 16 de junio la CGT de Valencia publicó esta nota denunciando un caso gravísimo de persecución sindical: el despido de Paqui Cuesta, secretaria general de su sección en Ford-España (Almussafes, Valencia). Dicha sección sindical, y en particular la compañera, ha destacado en la defensa de la movilización frente a los sucesivos EREs, la pérdida de empleo y la eliminación de derechos de los trabajadores. La CGT propuso al resto de sindicatos del Comité (UGT -cuya dirección está totalmente comprometida con la dirección de la empresa-, CCOO y la Intersindical) convocar un día de huelga (desde nuestro punto de vista absolutamente necesario), pero han rechazado la propuesta. En los próximos días la CGT anunciará medidas de movilización, aparte de recurrir el despido.


A la multinacional Ford no le ha temblado el pulso para aplicar la peor de las sanciones contra Paqui Cuesta, el despido. Tras 32 años trabajando en la fábrica de Almussafes, la Secretaria General de la sección sindical de CGT en Ford-España, fue llamada el pasado 9 de junio a Dirección. El responsable de Recursos Humanos le entregó la carta de despido que supuso la inmediata salida de la delegada del centro de trabajo, custodiada por un encargado.

El fulminante despido, que va a ser recurrido por nulo al tratarse de un claro caso de persecución sindical y de atentado contra la libertad sindical, es el colofón a una carrera de acoso, sanciones injustificadas, cambios de puesto de trabajo arbitrarios, errores en las nóminas y persecución que comenzó a raíz de que la empleada decidiera encabezar, hace 3 años, la candidatura de la Confederación General del Trabajo.

Contra Paqui Cuesta, la Ford ha abierto en sólo 3 años 4 expedientes, de los cuales uno fue cancelado al perder la empresa el juicio, otro fue retirado directamente al no poder fundamentarlo y dos están pendientes de juicio (uno por ser recurrido y otro porque el juicio se celebrará en el mes de octubre).

El despido de Cuesta, una medida ejemplarizante para evitar la contestación sindical a la cada vez más agresiva política laboral de la multinacional (con ritmos de trabajo insostenibles, no renovación de los contratos de relevo, Expedientes de Regulación de Empleo injustificados) ha sido llevado a cabo cuando sólo faltan 9 meses para las próximas elecciones sindicales. Así, Paqui, una sindicalista que goza de un gran prestigio entre los trabajadores (en las últimas elecciones, la lista de CGT consiguió el triple de votos en relación a los afiliados con que cuenta el sindicato) no podrá formar parte de la candidatura.

Pero la Secretaria General de CGT en Ford, no es la única contra la que Ford está desempeñando una ofensiva. En la primera quincena de mayo, dos delegados más de CGT han sido expedientados. Un hecho que contrasta con los 40 delegados de la UGT a los que jamás se sanciona y que, en muchos casos, ni siquiera tienen la obligación de presentarse en su puesto de trabajo.

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