El gobierno Mas lanza el mayor ataque contra la educación pública en décadas: recorte del 30% del presupuesto de los centros, reducción de plantillas, incremento de tasas universitarias e imposición de cuotas para estudiar Formación Profesional,...

El gobierno de la derecha catalana CiU ha anunciado una reducción de los presupuestos del 10%, recortando de manera especialmente brusca la educación y sanidad públicas, el que supone el mayor recorte social de las últimas décadas.

Los presupuestos de funcionamiento de los institutos y escuelas públicas de este año 2011 suponen un recorte del 30 - 35%, que si se suma a los recortes de los últimos dos años, superan el 40% en algunos centros. Este recorte pone a la mayoría de centros en el umbral de la suspensión de pagos: no se pueden pagar las factures de agua, electricidad, teléfono, calefacción y limpieza. En muchos centros esto significa tener apagada la calefacción, no encender las luces para ahorrar, un mantenimiento y limpieza deficiente y no comprar material para las aulas. La situación es tal que los directores de los institutos del Baix Llobregat han planteado cancelar las cuentas donde se domicilian los gastos para pagar las facturas conforme  haya dinero.

El Departament d’Educació también está recortando plantillas, y por lo tanto, aumentando la masificación en las aulas y cerrando aulas de acogida. Ha disminuido un 60% las plazas  de oposición de profesores, a pesar de que los previsiones siguen siendo de incremento del alumnado el próximo curso, y tampoco están cubriendo las bajas de profesores y personal no docente. También han paralizado totalmente la informatización de las aulas. A la vez plantean ampliar el dinero público que reciben las escuelas privadas, impulsando los conciertos económicos tal y cómo contempla la LEC.

La universidad pública tampoco se libra. El recorte del 10% de las ocho universidades catalanas, que supone una reducción de 140 millones de euros, viene acompañada de anuncios de subida del precio de las matrículas universitarias (cuando este curso ya han aumentado un 30% por la aplicación de Bolonia), un incremento de las multas a repetidores, y una “reordenación del mapa de titulaciones”, es decir, una reducción de plazas públicas a la universidad.

Todas estas medidas atentan directamente contra la calidad de la educación. El presidente Artur Mas y la consejera Irene Rigau no paran de repetir que la prioridad es reducir el fracaso escolar, pero en realidad todas y cada una de las medidas que están aplicando, lejos de reducirlo, lo ensancharán por la vía de la expulsión de miles de estudiantes del sistema educativo, convirtiendo el fracaso escolar en fracaso social.

La Formación Profesional también es víctima de esta política reaccionaría. Miles de estudiantes se han quedado sin plaza a la FP pública este curso, hecho que beneficia en los centros concertados y academias privadas que ofertan ciclos formativos cobrando cuotas y haciendo un negocio de la educación. Los recortes en educación incrementaran el número de no admitidos a la FP pública. También este curso, los estudiantes de CFGS se han encontrado este curso con la imposición de la selectividad (con temario de bachillerato) para acceder a la universidad.

Ahora el gobierno ha anunciado un nuevo y gravísimo ataque: los estudiantes de Formación Profesional tendrán que pagar tasas para estudiar, como en el caso de la Universidad. Esto significa romper definitivamente con una conquista historia de la lucha de los trabajadores, la gratuidad de la educación pública. Las cínicas campañas publicitarias para “dignificar la FP” no sirven de nada mientras en la práctica se degrada y privatiza.

Es necesario luchar contra todas estas medidas, y por eso el Sindicat d’Estudiants hemos convocado una Jornada de Protesta, con huelga y manifestaciones en todo el Estado, para el 30 de marzo. La lucha contra el endurecimiento de la selectividad iniciada el 16 de febrero, con 5000 manifestantes en Barcelona, la lucha contra los recortes en educación, y la lucha contra el paro juvenil y por un futuro digno por la juventud, es una y la misma lucha.

Las organizaciones sindicales, estudiantiles y de padres y madres de la comunidad educativa hemos iniciado de forma conjunta una campaña de denuncia de los recortes, con la aprobación de resoluciones a los Consejos Escolares de los centros. Este primer paso es necesario pero claramente insuficiente si se queda sólo en esto. El Sindicat d’Estudiants hacemos un llamamiento a los dirigentes de los sindicatos de profesores a plantear un plan de movilizaciones contundente contra los recortes, que empezando con una Huelga General de la Comunitat Educativa, se vincule a la lucha en defensa de la sanidad pública y contra todos los recortes sociales. Sólo con la lucha conseguiremos parar la avalancha de ataques y recortes que tenemos delante.

Barcelona, 4 de marzo de 2011

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