En las últimas dos semanas hubo dos grandes movilizaciones del sector naval. La primera fue la huelga general en la comarca de Ferrol del 12 de junio, motivada fundamentalmente por el casi agotamiento de la carga de trabajo en las factorías de Navantia ubicadas en la ría (Ferrol y Fene), que son el motor económico de la comarca. Convocada unitariamente por CCOO, CIG y UGT, se desarrolló sin ningún incidente y fue un gran éxito de participación en la que prácticamente no hicieron falta piquetes.
Semejante respuesta refleja claramente que la gente comprende que la situación es muy grave y que hay muchísimo en juego. Otro dato significativo es que el número de ejemplares de El Militante distribuidos casi duplicó el récord que teníamos en Ferrol en una sola manifestación (como dijo un compañero: “es que te lo sacaban de las manos”). Por un lado, tal y como explicó Trotsky, la distribución de la prensa obrera es un indicador del estado de ánimo de los trabajadores; por otro, sin duda refleja la cada vez mayor influencia marxista en el movimiento obrero ferrolano y el papel que estamos jugando en las luchas de los últimos tiempos en nuestra comarca (cinco huelgas generales desde 2010, sector naval, Mercadona, Maderas del Noroeste...).
La segunda movilización fue la huelga de 24 horas en todo el sector naval civil del Estado español el jueves 20, también convocada de forma unitaria (CCOO, UGT, CIG, ELA y CAT) y que afectaba a astilleros de Asturias, Canarias, Cantabria, Euskadi, Galicia y Mallorca. El motivo de esta huelga también fueron los serios nubarrones que se ciernen sobre el sector naval civil, que sufre una crisis que ya implicó el despido de miles de trabajadores. El lugar donde esta huelga tuvo más efecto fue Vigo, donde algunos miles de trabajadores se manifestaron por la ciudad. También hubo paros y concentraciones en Asturias, Cantabria, Euskadi, etc.
Lamentablemente, los sindicatos desperdiciaron una buena oportunidad de hacer confluir a todo el sector naval estatal en una única fecha de movilización (independientemente del contenido concreto de la jornada en cada zona). De hecho, el anuncio público de la huelga del sector naval civil no se realizó hasta el día siguiente a la huelga comarcal en Ferrol, a pesar de que, como es obvio, la decisión estaba tomada de antes y era conocida en el ámbito interno de los sindicatos.
Esta situación de dispersión llevó a que el Sector Crítico de CCOO de Navantia-Ferrol sacase un comunicado el martes 18 criticando la no unificación de ambas luchas y proponiendo que los comités de empresa de Navantia y de la industria auxiliar de todos los centros convocasen el día 20 una hora de paro para celebrar, en las puertas de cada factoría, una asamblea para mostrar públicamente nuestra solidaridad con los compañeros del sector naval civil, contribuyendo así a avanzar en la unificación de las luchas, lo que ocurrió en Ferrol, Fene, San Fernando y Puerto Real.
Las movilizaciones del sector naval van a continuar: los trabajadores de Navantia-San Fernando han acordado boicotear el pleno municipal de este mes, en Vigo hay convocada una nueva manifestación para la tarde del día 27, en Ferrol continuaremos con unas movilizaciones iniciadas ya hace más de dos años, etc. Además, hay otros factores adicionales de conflictividad laboral. Por ejemplo, en Galicia se están negociando los cuatro convenios provinciales del metal, que en los casos de Coruña y Pontevedra afectan a muchos trabajadores de las compañías auxiliares de los astilleros.
Lo que hace falta ahora es unificar todas estas luchas para que las diferentes luchas del sector naval contribuyan a unir todos los conflictos laborales en un único movimiento general de lucha con el objetivo de acabar con los recortes e impedir que nos hagan pagar a los trabajadores la crisis del sistema capitalista.
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