El pasado 24 de Mayo, las elecciones municipales daban un vuelvo hacia la izquierda a nivel general, entregando importantes alcaldías a las candidaturas ciudadanas, situadas a la izquierda del Partido Socialista. El terremoto social y político que explotó en el 15M y que en estos años ha llenado las calles de luchas, Mareas y Marchas por la Dignidad se ha dejado sentir de una forma tremenda en el terreno electoral. El caso de las elecciones a los municipios en Andalucía, una de las zonas más castigadas por la crisis, se ha visto contagiado de ese mismo terremoto, colocando al Partido Popular ante un gran descalabro electoral.

En las pasadas elecciones municipales del 2011, el PP encontraba en Andalucía nada menos que el 67% del incremento del voto estatal de su partido, y ganaba en todas las capitales de provincia, destacando especialmente Sevilla y Córdoba, dos bastiones históricos de la izquierda, así como Jaén, Algeciras o Jerez. Sin embargo, como explicábamos desde estas paginas, esta transformación del mapa electoral en una zona donde el PP había encontrado históricamente un muro para avanzar no se debía a un giro a la derecha en la mayoría de la sociedad, sino a la desmovilización del voto de la izquierda: un voto que mayoritariamente se orientó a la abstención debido al gran descontento existente con la política de los dirigentes del PSOE, que obedecía más a los grandes intereses económicos que a los de los jóvenes y los trabajadores. Este fue un factor clave a la hora de abrirle las puertas a la derecha en la inmensa mayoría de los ayuntamientos.

Pero las ilusiones del Partido Popular han durado poco. La escalada de movilizaciones de los últimos años contra las medidas salvajes del gobierno de Rajoy ha vuelto a situar al PP ante un auténtico batacazo electoral. La andaluzas del 2012, las europeas, las autonómicas del 2015, y así cada cita electoral, han sido una sangría mayor de votos para la derecha, expresando claramente el giro a la izquierda. Pero a la luz de estos resultados, parece ser que la pérdida de votos para el PP aún no había tocado fondo. En estas elecciones, el PP, incluso con un mayor porcentaje de abstención, ha pasado del 39,6% al 30,17%, perdiendo casi 450 mil votos y 457 concejales, además de las mayorías absolutas en todas las capitales de provincia. De esta forma se abren grandes posibilidades de que un acuerdo desde las fuerzas de la izquierda pueda desalojar al PP de todos los ayuntamientos de las capitales andaluzas.

Otra demostración de la expresión del giro a la izquierda en la conciencia de miles de trabajadores y jóvenes ha sido la incapacidad de Ciudadanos para desarrollar su espacio político y rentabilizar toda la pérdida de votos del PP. Aunque han contado con una inmensa campaña mediática en su favor que, después de las elecciones autonómicas en Andalucía auguraba un avance imparable de Ciudadanos, la realidad ha sido bien distinta. Después de su irrupción en las regionales, donde obtenía un 9,28% de votos, ha pasado a obtener en las municipales un 5,34%, perdiendo 164.000 votos. Incluso en las grandes ciudades en las que se sitúa como tercera fuerza política, lo cierto es que si tomamos la suma de votos de las diferentes candidaturas a la izquierda del PSOE, Ciudadanos queda como cuarta fuerza y con distancia.

La ausencia de candidaturas unitarias de la Izquierda en muchas localidades salva al PSOE de una mayor caída

Uno de los datos más repetidos por la prensa burguesa es la victoria del PSOE en Andalucía. Sobre estos datos se trata de demostrar que, a pesar de todo, existe un gran respaldo social a la política de la Junta de Andalucía y que estos resultados reflejan una hipotética recuperación del PSOE de cara a las generales. Es cierto que la situación en el resto del Estado, donde el PSOE continúa perdiendo votos a miles, o en el mejor de los escenarios ralentiza la caída, difiere de los resultados en Andalucía. Pero es necesario explicar que aunque el PSOE recupera una pequeña parte del voto perdido, es incapaz de volver a los niveles que lograba cuando gozaba de una amplísima base electoral. En estos comicios ha pasado del 32,2% al 34,34%, es decir, recupera apenas 722 votos de los 243.000 que perdió en 2011. Por supuesto que el PSOE cuenta todavía en Andalucía con una importante base social vinculada a conquistas históricas de la clase obrera. Pero este mínimo crecimiento y el no tener una caída mayor, quedan explicados si miramos al mismo tiempo los resultados de las zonas donde sí se ha conformado una alternativa política a la izquierda del PSOE a través de las candidaturas unitarias de la izquierda, que si han conseguido conectar con el voto desencantado del PSOE.

Lamentablemente en muchas ciudades y pueblos de Andalucía esta tarea tan importante, de candidaturas donde las diferentes organizaciones de la izquierda, mareas y movimientos sociales pudieran haber confluido no se ha coronado con una candidatura de confluencia ciudadana a la izquierda del PSOE. En muchas ha habido tres e incluso cuatro candidaturas de izquierda con el mismo programa pero presentadas por separado por batallas de carácter burocrático. Este factor, lejos de animar a la participación electoral de los jóvenes y trabajadores como ha ocurrido en Madrid o Barcelona, ha desmovilizado una parte del voto de la izquierda. De hecho, en la mayor parte de las localidades importantes ha aumentado la abstención entre un 8-10% con respecto a las de 2011 y ha provocado que una parte importante de jóvenes y trabajadores hayan visto en el voto al PSOE la manera más contundente para golpear a la derecha.

Aún así, con la suma de los votos de las organizaciones a la izquierda del PSOE, estas superarían el 20% del electorado, situándose como tercera fuerza, a poca distancia de la segunda y desplazando con mucha distancia a la cuarta posición de Ciudadanos. Este es el caso en ciudades como Sevilla, Jaén, Almería Huelva o Málaga. En Córdoba la suma de votos de - Córdoba IU- , - Ganemos - y - Entre todos sí se puede Córdoba - alcanza el 38,24% del electorado, situándose como segunda fuerza y superando en 6 puntos al PSOE. Este mismo hecho ha provocado la disminución de la participación hasta en un 15 % en localidades obreras importantes en las que Podemos irrumpió como segunda fuerza en las autonómicas, como Alcalá, Camas, Dos Hermanas o la Rinconada. A pesar de la ausencia de candidaturas conjuntas de la izquierda que lucha en estas poblaciones, la suma de los resultados de las candidaturas de Podemos más las de Izquierda Unida, han superado el 20%. No cabe duda de que el hecho de no haber constituido un frente de izquierdas ha permitido que una parte del electorado tradicional del PSOE que se fue a Podemos en las andaluzas haya vuelto al PSOE para impedir el acceso del PP al ayuntamiento.

Izquierda Unida, a diferencia de las autonómicas donde su firma en la política de recortes del PSOE le pasó factura y le arrastró a uno de sus peores resultados electorales en Andalucía, mantiene los resultados de las anteriores municipales con más de un 11%. Las 68 alcaldías, 18 de las cuales absolutas, son el producto de las raíces con las que cuenta la organización, un claro ejemplo de que los problemas que ha encontrado IU para transformarse en una potente fuerza de masas no está ni en su militancia, ni en su base social que ha participado de las luchas y las conquistas sociales. Ese es, sin duda, su máximo punto de fortaleza y el mayor capital que IU posee. Los problemas por los que atraviesa Izquierda Unida se encuentran en su dirección, que haciendo oídos sordos a su base, mantuvo su colaboración con la política antiobrera del PSOE ejecutada desde la Junta de Andalucía.

Por la unidad de la Izquierda que lucha.

Un ejemplo de cómo los resultados dejan ver más claramente el giro a la izquierda donde sí ha habido candidaturas unitarias de confluencia a la izquierda del PSOE es el caso de Cádiz. En Cádiz las candidaturas "Cádiz/Puerto Real Si Se Puede" muy vinculadas a la lucha en la ciudad, con activistas reconocidos de todas las mareas, de plataformas de parados y de sindicalistas críticos con la política de de pacto social de los dirigentes sindicales, ha irrumpido con una fuerza tremenda movilizando activamente el voto de los barrios obreros. De hecho Cádiz y Puerto Real son las únicas dos ciudades donde la participación ha aumentado por encima del 15%. En Cádiz uno de los supuestos feudos tradicionales del PP, éstos pierden más de 11 mil votos y Cádiz Sí Se Puede se coloca como segunda fuerza con 18 mil votos. En Puerto Real esta candidatura ha logrado alcanzar un empate técnico con el P.A con más del 27% del electorado.

Como se ha demostrado en otras zonas del Estado existe un potencial enorme a la izquierda del PSOE para desarrollar las fuerzas de la izquierda que lucha y combatir las políticas de austeridad barriendo a la derecha de las instituciones y a través de la lucha en las calles. Pero estos resultados municipales han vuelto a demostrar cómo sólo hay un camino para ganar el apoyo de una parte fundamental de la base social del PSOE: construir un frente común con todas las organizaciones y activistas de la izquierda, movimiento sociales y mareas, con un programa que defienda, sin ambigüedades, las demandas que la movilización social ha puesto de relieve en estos años de enorme movilización social.

Este resultado electoral que le permite mantener al PSOE toda una serie de alcaldías importantes, lejos de ser un cheque en blanco para continuar con su política de poner los ayuntamientos a disposición de los negocios de puñado de especuladores y grandes empresarios, va a volver a ser cuestionado en las calles. Ahora más que nunca, cuando toda la rebelión social que han protagonizado millones de personas en los últimos años ha irrumpido en el panorama electoral aupando a la izquierda que lucha, es necesario que tanto IU como PODEMOS cierren conjuntamente el paso a la derecha. Esa será la manera, no sólo de desalojar al PP de todos los ayuntamientos, sino también de poder combatir la política antiobrera de la dirección del PSOE, llamando a la movilización y la participación de su base en defensa de un programa claramente a favor de los intereses de la mayoría. Ese es el camino para que todo el potencial a la izquierda del PSOE se convierta en una fuerza organizada capaz de desbancar a los que, o bien a cara descubierta o bien utilizando siglas históricas de la izquierda, defienden los intereses de los poderes económicos frente a los de la mayoría de la sociedad. ¡Sí se puede!

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