El pasado jueves 14 de abril se produjo una brutal agresión fascista a estudiantes de la Universidad Complutense. Cinco individuos de extrema derecha agredieron a tres miembros de la Asociación de Estudiantes Progresistas de la Facultad de Derecho cuando se encontraban realizando actividades en defensa de la educación pública., golpeándoles con bates y palos y causándoles lesiones graves como roturas de dedos y graves brechas en la cabeza.
Desde el Sindicato de Estudiantes queremos mostrar nuestra total solidaridad y apoyo a los estudiantes agredidos, y también denunciar públicamente que esta agresión no es un caso aislado ni mucho menos. Pocos días después, el 23 de abril, tenía lugar otra gravísima agresión por parte de un grupo de extrema derecha en esta ocasión contra estudiantes del campus de Sabadell en la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde hace tiempo los grupos de extrema derecha actúan violentamente y con total impunidad por los campus universitarios, repartiendo panfletos racistas contra la llegada de refugiados o ensalzando la violencia de género. Es intolerable que se permita a grupos violentos actuar con total tranquilidad, mientras agraden a estudiantes y tratan de sembrar la semilla del racismo y la violencia machista en nuestra universidad.
No es ninguna casualidad que estos ataques se hayan producido el 14 de abril, el día en que se cumplen 85 años desde la proclamación de la II República y en el que los estudiantes estábamos en nuestro segundo día de huelga general para defender la educación pública. El objetivo de la extrema derecha es claramente tratar de infundir el miedo entre los jóvenes que luchamos contra un sistema que nos expulsa de la universidad, de nuestras casas y nos ofrece un futuro de precariedad e incertidumbre. Su único fin es defender a aquellos que hacen de nuestras vida y de nuestros estudios un suculento negocio ¡No engañan a nadie, son los fieles defensores del capitalismo y de los recortes!
Los estudiantes de la Complutense vemos como curso tras curso esta escalada de ataques aumenta mientras quienes deberían defender la Universidad pública y a sus estudiantes no mueven ni un dedo. Desde el Sindicato de Estudiantes exigimos que tanto el rector de la universidad, Carlos Andradas como la Delegación de Gobierno tomen cartas en el asunto y lleven la investigación hasta el final. Los agresores deben ser expulsados inmediatamente de la universidad y juzgados por sus actos. De igual modo exigimos la disolución inmediata de estas bandas fascistas y la ilegalización de sus asociaciones en nuestras facultades. Dejar que estos grupos actúen libremente solo sirve para alentarles a que sigan en esta dinámica violenta y continúen amedrentando a los estudiantes que luchamos por acabar con toda forma de opresión en las aulas y en las calles.
Sabemos además que la única garantía que tenemos de expulsar a la extrema derecha de todos los ámbitos de nuestra sociedad es mediante la movilización y la unidad del conjunto de la izquierda. Trabajadores y estudiantes debemos responder de manera contundente en las calles.
¡Ninguna agresión sin respuesta! ¡Fuera fascistas de la universidad!