Recientemente se hacían públicos los beneficios conseguidos después del primer año completo tras la "fusión" de Arcelor y Mittal, ni más ni menos que 7.565 millones de euros de beneficio neto, un treinta por ciento más que el año pasado. El presidente del Grupo, Lakshmi Mittal los calificó de "excelentes". Pese a tener la producción estancada, se consiguieron estos resultados gracias al elevado precio del acero y las sinergias obtenidas con la fusión. Aumentando el volumen de negocio el 8.84% llegando a los 76.772 millones de euros.
Recientemente se hacían públicos los beneficios conseguidos después del primer año completo tras la "fusión" de Arcelor y Mittal, ni más ni menos que 7.565 millones de euros de beneficio neto, un treinta por ciento más que el año pasado. El presidente del Grupo, Lakshmi Mittal los calificó de "excelentes". Pese a tener la producción estancada, se consiguieron estos resultados gracias al elevado precio del acero y las sinergias obtenidas con la fusión. Aumentando el volumen de negocio el 8.84% llegando a los 76.772 millones de euros.
En lo que llaman "estrategia tridimensional" la familia india propietaria de las factorías siderúrgicas asturianas, donde trabajan unas 7.000 personas, está firmemente decidida a controlar todas las fases de su negocio, desde la extracción del mineral, hasta la fabricación de acero, transformación y comercialización. Así, anunciaron 35 operaciones a lo largo del año pasado y completaron 14 de ellas, con un desembolso de casi 8.800 millones de euros. Sus brazos son mil, más que los cuatro del dios Shiva, y el pasado año llegaron a Argentina, Brasil, China, Costa Rica, Egipto, México y Polonia, entre otros países. Todo ello con el objetivo de convertirse en "líder en metal y minería en todo el mundo".
En la lista de hechos relevantes del año aparece la concesión de una licencia para una acería en Egipto, la adquisición del 50% de una laminadora en Costa Rica, la construcción de una nueva planta de productos largos en Tver (Rusia) o la oferta sobre la totalidad de las acciones de China Oriental Group. En minería, Mittal adquirió tres minas de carbón en Rusia, inició el desarrollo de un proyecto de extracción de mineral de hierro de "gran envergadura" en Mauritania o firmó diversos acuerdos para extraer manganeso en Sudáfrica o carbón metalúrgico en Mozambique. Suma y sigue.
El dinero de Mittal recorre el mundo comprando cuanto le interesa para la "fabricona" global que dirige. "Es un proceso que tiene mucho sentido para nosotros. Es una apuesta estratégica que hemos hecho", explica Gonzalo Urquijo, director general de Arcelor-Mittal y único español en la cúpula del gigante del acero y ahora también de la minería. "Queremos estar integrados aguas arriba y aguas abajo. Aguas arriba, a través de las minas de mineral de hierro y de carbón. Y aguas abajo, a través de la distribución".
El objetivo final es conseguir llegar al autoabastecimiento de las factorías productoras de acero. "Nosotros tenemos una autosuficiencia del mineral de hierro del 49% y en el carbón del 15%. Y queremos aumentar eso. Nuestros planes son que, con el desarrollo de todas estas minas, lleguemos a ser autosuficientes en mineral de hierro y aumentar mucho en lo que se refiere a carbón", explica Urquijo.
El Arco...
Una vez se agota el Plan Arco a fecha de 31 de diciembre de 2008, la pregunta es ¿y ahora qué? Lo estamos viendo todos los días en la fábrica: para los trabajadores este plan lo que a supuesto es un aumento en los ritmos de trabajo espectaculares; han reducido plantilla hasta límites insospechados; han modificado las tareas en los puestos de trabajo de forma que lo que hasta antes del plan lo realizaban entre dos personas ahora lo realiza una sola persona. Las horas extras han llegado a las 96.000, lo que pone de manifiesto la falta de personal, recayendo el gran peso de estas horas sobre las espaldas de los trabajadores eventuales, la parte más débil.
Para algunos parece un descubrimiento nuevo que la empresa privada busque a la más estricta de las disciplinas de eficiencia: la que dicta imperativamente el objetivo de rentabilidad. "Ya no hay sentimentalismo ni apego al territorio que valgan, a lo único que atiende el nuevo propietario de Arcelor es a lo que dicen los balances a final de año. Y si el dato es malo ya vemos, por ojos de los franceses, que no le tiembla la mano", comentaba José Ramón Laso, representante de CC OO en el comité de empresa europeo tras la reunión donde se comunicó a los sindicato el "negro" panorama que se avecina para la plantilla de la fábrica de Grandange, en la región francesa de Lorena.Tampoco en la UGT se salvan. El secretario de la sección sindical de UGT en la cabecera avilesina de Arcelor-Mittal, Iñaki Malda Fuentes dijo: "Esfuerzos pasados nos permiten estar en una posición relativamente cómoda, con costes muy competitivos; esto no debe servir para desatar la euforia, sino para advertir dónde está el camino correcto". El responsable de UGT esboza lo que será el caballo de batalla del sindicato -el más votado en los comicios celebrados en diciembre para elegir nuevo comité- en los meses venideros: "La cuestión clave es conseguir amarrar la inversión para aumentar la capacidad de producción del segundo horno alto de Gijón. Esta obra generaría un efecto dominó: podríamos ir a la ampliación de la acería LD-III con la tercera máquina de colada y, elevado el techo de producción de acero líquido, aumentar capacidades en líneas acabadoras aguas abajo". En euros, lo que Iñaki Malda propone costaría entre 120 y 140 millones de euros: de 50 a 60 millones para la acería y de 70 a 80 para el horno.
Iñaki asegura que el plan de UGT es realista y reflexiona sobre la importancia de lograr esos objetivos: "La producción bruta de acero en Asturias apenas llega ahora a 4,1 millones de toneladas; de ejecutarse obras en hornos y acería nos pondríamos en 5 millones. ¿Qué significa eso? Pues, conforme a las consignas habituales de Mittal, saturar al máximo la capacidad disponible de las plantas -que serían 5 millones de toneladas en la hipótesis de ejecutar las obras de ampliación- en condiciones normales de mercado como las actuales y tener un margen de seguridad que nos devuelva, en el peor de los casos, a los 4 millones de toneladas que producimos ahora en caso de que venga un ciclo comercial bajo del acero".
Escuchando a determinados dirigentes sindicales parece que no hace falta patrones, son ellos los que reproducen constantemente el discurso de la empresa.
Los pies de barro...
Las inversiones en Veriña, los objetivos cumplidos, etc... Para la empresa no son suficientes, siempre quieren más. Recordemos cómo se han negociado las prejubilaciones de los nacidos en 1948, a cara perro, querían retrasarlas ¡nueve meses! en vez de los tres como hasta ahora, y no por cuestiones legales de plazos o que cumpliera la legislación sobre contrato relevo a rajatabla, sino para ahorrarse contratar personal para cubrir las vacaciones de verano. Finalmente se van cinco meses después de cumplida la edad y en las mismas condiciones económicas que los anteriormente se prejubilaron. Se nos presenta como un gran logro que ahora todas las prejubilaciones van a ser con contrato relevo, y que los contratos relevo según vayan venciendo se conviertan en indefinidos. La verdad sea dicha, menos que esto sería impresentable, en un momento en que la plantilla a sido reducida a la mínima expresión no se pueden permitir seguir reduciendo personal.
El traslado de la producción de lo quedaba de Metalsa en la Felguera a Francia y el cierre en la región francesa de Lorena de un Horno eléctrico, una línea de palanquilla y un tren de alambran con lo que se pierden 600 puestos de trabajo. Esto nos tiene que poner en guardia, pero no aceptando la lógica del mercado, sino defendiendo el empleo y las condiciones laborales. Nada de esto están haciendo nuestros representantes que asumen como propio el desarrollo y aplicación del Plan Arco e incluso le dan consejos a la empresa de cómo y en qué tiene que invertir. Como si una vez que ya tengan invertido se van a evitar las deslocalizaciones. Una de las pocas cosas con la que podemos coincidir con José Ramón Laso, de CC OO: "Pertenecemos a una empresa que lo mismo que compra, vende, y en la que lo que no está en el margen de beneficios, se elimina. Afortunadamente, en Asturias damos la calidad y los costes que en otros sitios no consiguen. Pero, ¿por cuánto tiempo?". Las deslocalizaciones nos están enseñando que no hay legislación que valga, ni compromisos previos, en cuanto una multinacional quiere trasladar la producción sólo queda expropiar y nacionalizar la empresa para salvar los puestos de trabajo.
Con la lógica que se esta llevando desde la mayoría del comité de empresa (UGT y USO) lo que se está consiguiendo es la competencia entre las diversas factorías del grupo, en vez de buscar la unidad de las plantillas, con lo que sí tendríamos un gigante con pies de acero.