De todos es conocida la tendencia malsana del Partido Popular a apropiarse ilegítimamente de los bienes ajenos, especialmente si éstos son públicos y, mayormente, rentables. Éste es el caso (y no el único) de las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) en la comunidad gallega, donde éstas ofrecen un nivel alto de calidad en sus docentes y unos medios audiovisuales de los que carecen muchas empresas privadas del sector de la enseñanza de lenguas extranjeras. Es por ello que desde el gobierno del PP en la Xunta de Galicia se viene llevando a cabo una campaña de acoso y derribo (léase privatización) de estas instituciones.
El ataque se inició en el mes de julio, en pleno período de vacaciones escolares: el director xeral de Formación Profesional y  Enseñanzas Especiales de la Consellería de Educación, a la que están adscritas las EOI, envió la circular 5/2009 a las direcciones de dichos centros en la que se les indicaba que sus profesores trabajaban únicamente trece horas y media a la semana y que debían incrementar su productividad impartiendo clases a un mayor número de grupos. Además, se reducía drásticamente el número de profesores con contrato eventual (15 menos) y se ofertaban más plazas para el alumnado en el turno de mañana, en detrimento de los alumnos que sólo pueden asistir a las clases del turno de la tarde, por ser en su mayoría trabajadores en activo y parados.

Estrategia privatizadora

De esta forma, han quedado en Vigo más de 700 estudiantes sin plaza en dicho turno, ya que no hay suficientes profesores para darles clase. Por contra, "sobran" más de mil plazas en el turno de mañana que nadie ocupará por incompatibilidad horaria y laboral.
¿Qué salida les queda a estos trabajadores y parados? Únicamente acudir a los centros y academias privados, que ofrecen unas titulaciones que computan muy poco o nada a la hora de optar a un puesto de trabajo en el Estado. ¿Y los profesores? los que tengan suerte podrán trabajar en las empresas privadas, con los horarios y sueldos que éstas ofrecen.
El director xeral lleva camino de repetir esta misma política en los años venideros; es decir, seguir ofertando plazas en horarios nada asequibles y continuar reduciendo el número de profesores y alumnos porque no se cubren las plazas ofrecidas. Así, llegará el momento en el que las EOI no serán económicamente rentables y se venderán al mejor postor. Y entonces ¡oh, milagro! empezarán a tener un número aceptable de matriculados en los centros privados. Eso sí: las tasas de matrícula y las mensualidades alcanzarán precios prohibitivos para cualquier ciudadano o ciudadana que no tenga un sueldo elevado. Pero, además, paradoja de las paradojas, el gobierno del PP en la Xunta de Galicia subvencionará con 1.034 millones de euros durante cuatro años a la enseñanza privada y a la concertada, anteponiendo el negocio (privado) al servicio (público). Solamente la acción conjunta de partidos y sindicatos de izquierdas pueden impedir que la educación pública se deteriore ante los recortes de la derecha.

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