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Durante todo el mes de mayo, profesores, estudiantes y padres hemos protagonizado huelgas y movilizaciones en defensa de la educación pública, respondiendo a los últimos ataques del Gobierno y la Generalitat Valenciana. El intenso calendario de movilizaciones, de la última parte del curso, comenzó con la Jornada de Lucha estatal del 10 de mayo que desde el Sindicato de Estudiantes organizamos con determinación ante el anuncio de los recortes salvajes a la escuela pública. Esta Jornada tuvo un carácter muy especial en Valencia, pues trabajadores del sector público y estudiantes dimos un importante paso adelante en la unificación de las luchas de este sector. Ese día salimos en manifestación conjuntamente los estudiantes de secundaria, unos 60 trabajadores de la EMT (con varias pancartas, entre ellas la del comité de empresa), decenas de profesores de universidad con la pancarta de la Plataforma en Defensa de la Universitat Pública, otras decenas de trabajadores del Hospital Clínic, el Comité de Empresa de Ràdio-Televisió Valenciana (en lucha contra el despido de dos tercios de la plantilla), un delegado por CCOO del Comité de Ferrocarriles de la Generalitat, y el delegado de la sección de CCOO en Navegación Aérea del Aeroport de Manises, además de compañeros de CGT y  la Coordinadora Obrera Sindical.

En el acto final dimos la palabra a cada representante de los trabajadores para incidir así en la lucha unida de estudiantes y obreros. El compañero de CGT exigió la libertad de la sindicalista Laura Gómez de Barcelona. Gracias a esta movilización, trabajadores de estas empresas se han puesto en contacto y han empezado a formar un grupo por la extensión de la lucha en todo el sector público en Valencia.

Los profesores se incorporan a la lucha

Las movilizaciones continuarían con el calendario de huelgas en educación primaria y secundaria los días 16, 17, 23, 24, 30 y 31, convocadas por todos los sindicatos docentes, y a las que el Sindicat d’Estudiants se sumó. Esta convocatoria era el producto de una fuerte presión del profesorado hacia los dirigentes sindicales para luchar de forma seria contra todas las medidas de recortes aplicadas desde el inicio de curso hasta ahora, y que han supuesto un rápido deterioro de las condiciones de trabajo y estudio. Presión expresada, especialmente desde enero (mes de aprobación de un drástico decreto de recortes), en asambleas comarcales de profesores, claustros, etc. La convocatoria de huelgas durante la primavera valenciana hubiera tenido un efecto eléctrico en toda la sociedad, sin embargo los dirigentes titubearon hasta mayo, y en vez de presentar un plan de lucha que fuera in crescendo, y confluyendo con el resto del sector público, convocaron seis días de paro a final de curso, de los cuales el primero era el más fuerte (ya que se convocaba una marcha a Valencia desde todos los puntos del territorio).

Una de las ideas más notables entre los trabajadores y los jóvenes ha sido la de que es necesaria la extensión de la lucha. Cuando se hizo la convocatoria en todo el Estado de huelga educativa el día 22, esta se recibió con entusiasmo en el País Valenciano. Rápidamente se asumió por todos los profesores la idea de cambiar el día 24 por el día 22, era una oportunidad de oro para dar aún más fuerza a la movilización.

El día 16 de mayo la huelga tuvo un fuerte seguimiento entre los profesores, y mucho mayor (del 90%) entre los estudiantes. 15.000 profesores de las tres provincias tomaron las calles de Valencia. Al día siguiente, 17 de mayo, la huelga tuvo menos fuerza.  Por la tarde hubo asambleas de profesores masivas en todo el País Valenciano, de nuevo la idea de la extensión al resto del sector público salía a relucir. Desde el Sindicat ‘Estudiants la propusimos en ese momento, la necesidad de hacer un llamamiento al resto del sector público para ir unidos a la huelga, y así darle una dimensión mayor a la misma.

La huelga del 22 de mayo fue masiva. Las manifestaciones también fueron muy fuertes: 60.000 personas en Valencia, 25.000 en Alicante y 15.000 en Castellón. En estas manifestaciones participamos masivamente profesores, estudiantes, padres y madres y, muy importante, trabajadores pertenecientes al sector público.

Ante la presión de muchos profesores, las huelgas del 23, 30 y 31 finalmente se reconvirtieron en diferentes acciones (encierros, concentraciones y organización de piquetes informativos), que, si son bien preparadas, podrían ayudar a la extensión al resto del sector público y a ganar más simpatía entre la población.

El próximo 31 de mayo habrá una manifestación de todo el sector público del País Valenciano, esta tiene que servir de palanca para la convocatoria de una huelga general en todo el sector público del País Valenciano.

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