Becarios y becarias del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) en pie de guerra
A continuación publicamos, por el interés que tiene, el siguiente artículo aparecido en el diario Público. En él se denuncia la precariedad laboral escondida detrás de la utilización de becarios en el ICAM.
La precariedad laboral es una lacra que golpea estructuralmente a toda la sociedad y con especial brutalidad, entre otros sectores, a la juventud: el 73% de trabajadores y trabajadoras menores de 25 años trabaja con contrato temporal y se estima que más de 1,4 millones de becarios y becarias no cotizamos ni recibimos ninguna remuneración.
En los últimos días hemos conocido la noticia de que 284 becarios y becarias de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han sido considerados por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) como personal laboral encubierto. No obstante, la UAM ha reaccionado manteniendo estas becas, pero reduciendo la oferta y con un tiempo de duración limitado, pues ahora ofrecen prácticas curriculares (obligatorias) para realizar las mismas funciones. Igualmente, a pesar de no haber sido noticia, la ITSS ha actuado contra en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) a consecuencia de una denuncia interpuesta por una antigua becaria. Durante esta inspección, el ICAM ha reaccionado obligándonos a abandonar nuestros puestos de trabajo y, a los que no nos ha podido esconder, nos ha impuesto un clima de vigilancia, control y miedo a la hora de poder hablar con las inspectoras y poner en su conocimiento la situación a la que estamos sometidos becarios y becarias. Estas actitudes mafiosas no nos sorprenden, ya que estamos acostumbrados, pero ya es hora de actuar para defender nuestros derechos.
Según los últimos presupuestos del ICAM, la institución la componemos una plantilla laboral de 200 personas y una plantilla becaria de 47 personas, sin contar una parte de los servicios de asistencia jurídica gratuita que subvenciona la Comunidad de Madrid. La plantilla becaria realizamos funciones propias de la institución como cualquier otra persona de la plantilla laboral, pero, además, 40 personas (Becas de Iniciación Profesional) no estamos dadas de alta en la Seguridad Social, con la vulnerabilidad que esto supone a la hora de contraer una enfermedad, tener un accidente u optar a ser madres o padres, y estamos obligadas a pagar la cuota de ejerciente, que a partir del segundo año de colegiación es más alta que la de no ejerciente. En definitiva, cubren puestos de trabajo con mano de obra cualificada, barata y vulnerable. ¡Qué vergüenza! Una institución que tiene la función de garantizar los derechos de la ciudadanía saltándose la legalidad que se supone debe defender.
A la hora de luchar contra la precariedad laboral y, en concreto, contra las becas que encubren puestos de trabajo, las denuncias ante la ITSS y las demandas ante los juzgados de lo social son necesarias, pero, como hemos visto, insuficientes. La Oficina Precaria presentó una Proposición No de Ley (PNL) en el Congreso de los Diputados, a través de Unidos Podemos y las confluencias, abogando por un Estatuto del becario. Pero, incluso aunque se aprobara este Estatuto, el problema sigue siendo la utilización de la figura del becario fraudulentamente, contratando como tal a quien ejerce y actúa como un trabajador, pero, por supuesto, sin los derechos que le corresponden. Por eso es necesaria la organización y la lucha en la calle, incluso para impulsar todas las iniciativas legislativas, denuncias y demandas que se han presentado y se van a presentar, para forzar a gobierno, instituciones y empresas a respetar nuestros derechos.
En este sentido, es fundamental que los comités de empresa y las secciones sindicales ejerzan una labor de control, vigilancia, reivindicación y organización del colectivo becario que trabaja junto al resto de trabajadoras y trabajadores, como ocurre en el ICAM. Una labor que es urgente, ya que la contratación fraudulenta como becarios sirve a empresas, administraciones e instituciones, en este caso al ICAM, como vía para precarizar el empleo, amenazando a medio plazo los puesto de trabajo existentes, ya que si mañana pueden contratar a un becario, de forma precaria, pagando cotizaciones ridículas y salarios de miseria, para que van a realizar, como correspondería, un contrato de trabajo.
Por otro lado, mediante este mecanismo, se garantiza la máxima flexibilidad, impidiendo cualquier tipo de estabilidad en el empleo. Para denunciar y hacer visible esta penosa situación, queremos, como primer paso, difundir este artículo a periodistas, colectivos, sindicatos, asociaciones y partidos políticos, así como entre becarios y becarias del ICAM y de otros centros de trabajo. También queremos poner a disposición de todo aquel becario o becaria que quiera denunciar su situación y organizarse, así como de la prensa, colectivos y organizaciones que quieran apoyar nuestra lucha, el siguiente correo electrónico:
Recogemos la experiencia de la Oficina Precaria y hacemos nuestra su reivindicación de #NoMasBecasPorTrabajo. Nos sumamos así al movimiento #NoMasPrecariedad, ya que becarias y becarios somos uno de los colectivos más representativos de esta nueva brutal precariedad que tratan de imponer cada vez más, y a su vez uno de los colectivos más invisibilizados. Es hora de que nos organicemos y comencemos a luchar por aquello que nos corresponde: trabajo digno, salarios dignos, y derechos laborales.