"Pretenden apartar a una delegada combativa para dejar indefensos a los trabajadores"

Konecta es una empresa de telemarketing que opera principalmente para Vodafone, quien emplea a 70.000 personas en todo el mundo, 16.000 de ellas en el Estado español. La precariedad y la vulneración sistemática de los derechos laborales y sindicales son la norma en todos sus centros de trabajo. Entrevistamos a Luisa Garrido, delegada sindical por Co.bas en la empresa Konecta BPO, en la localidad sevillana de Bollullos de la Mitación. La compañera fue despedida el pasado 22 de febrero en un acto de represión sindical.

EL MILITANTE.- ¿Por qué has sido despedida?

Luisa Garrido.- Me despidieron por exigir a la empresa que abriera el proceso de consulta para un ERTE ya que lo estaban realizando de forma encubierta. Estaban reduciendo la jornada a cientos de trabajadoras y trabajadores, de un día para otro, destrozándoles la vida y sin garantizar siquiera los derechos y coberturas que daría la legislación ante un expediente de regulación de empleo.

En torno a las 14:30h. de ese día envío un correo a la empresa y publico en Facebook lo que está ocurriendo, y a las 17:15h. me llaman para darme la carta de despido. Aunque la realidad es que este despido se lleva fraguando desde hace un año, cuando me desvinculé de CCOO por diferencias insalvables con su orientación en la lucha obrera, y me afilié a Co.bas. A partir de ahí recibí varios toques de atención por asesorar a los trabajadores, testificar en juicios a favor de compañeros…, hasta que finalmente han intentado callarme con el despido.

EM.- ¿Cuáles son las condiciones laborales en Konecta BPO?    

LG.- Son tremendamente precarias e inestables. De los 3.300 que somos, aproximadamente el 70% tiene contratos iniciales de 18 horas semanales, unos 450 euros mensuales. La empresa ha diseñado un entramado en el que juega con ese contrato inicial para ampliar o reducir jornadas de forma unilateral, sin preaviso, sin justificación y sin motivo.

No hay ninguna estabilidad a nivel de contratación, los horarios y turnos se modifican constantemente imposibilitando la conciliación familiar y laboral. Tampoco se ha implantado el Plan de Igualdad, obligatorio en todas las empresas mayores de 250 trabajadores, está bloqueado desde hace cuatro años por la empresa. Y por supuesto, tampoco se cumple la prevención de riesgos laborales psicosociales, las sanciones son constantes, la carga de trabajo, el nivel de exigencia y los sistemas de control de presencia son criminales y debido a esto el nivel de absentismo laboral es muy alto. Además, si algún trabajador se queja de estas condiciones nos responden que nos vayamos o se nos amenaza con la deslocalización, que ya se ha ido produciendo de forma paulatina.

Las reformas laborales de 2010 y 2012 socavaron brutalmente los derechos laborales que se habían luchado y conseguido, pero no podemos olvidar que aquí ni siquiera se cumple la parte de la legislación que ha quedado intacta, así que estamos hablando de una completa indefensión de los trabajadores. Pero Konecta, por sí misma, no podría fagocitarse los derechos laborales y sindicales si no fuera porque tiene alrededor varios cómplices que permiten que esto quede impune: la dirección de los sindicatos mayoritarios, que ha acabado dedicándose a gestionar administrativamente la explotación y precariedad en lugar de defender los derechos laborales; la Inspección de Trabajo, que no sanciona a estas grandes empresas sabiendo que se produce una vulneración de derechos constante; y por último, la Junta de Andalucía, que teniendo la Consejería de Empleo y organismos para poder intervenir en estos conflictos, no lo hace.

EM.- Ante estas condiciones laborales y tras tu despido, ¿cómo estáis respondiendo?

LG.- Se ha vulnerado un derecho sindical de forma flagrante, lo que pretenden es apartar a una delegada combativa para dejar indefensos a los trabajadores, así que lo que vamos a seguir haciendo es concentraciones, como la del 11 de marzo ante las puertas de Konecta, propaganda e información entre la plantilla. También responderemos por la vía judicial, pedimos la reincorporación inmediata y que se multe a la empresa por vulneración de derechos fundamentales.

También estamos señalando a Vodafone como responsable de estas condiciones por la subcontratación de sus servicios principales. Esto debería ser ilegal porque significa rebajar las condiciones de trabajo y poner una pantalla entre compañía y plantilla que permite pisotear los derechos de una forma menos visible. La subcontratación es un cáncer para nuestros derechos, así que la única forma de defenderlos es continuar la lucha.

Por último, quiero agradecer el apoyo que he recibido de colectivos y organizaciones como el Sindicato de Estudiantes, Izquierda Unida, especialmente IU de Bollullos de la Mitación y de San Jerónimo, también del PCA, de un concejal del PSOE del ayuntamiento de Bollullos y de los compañeros del comité de empresa, de  la sección sindical de Co.bas en Konecta y, por supuesto, a todos los trabajadores y trabajadoras que me están apoyando.

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