En la mañana del viernes 29 de mayo, más de 1.500 trabajadores de la Nissan han organizado concentraciones a las puertas de los 4 principales concesionarios: La Maquinista, Llansà, Romauto y Granollers. Los compañeros de Izquierda Revolucionaria, Sindicalistas de Izquierda y el Sindicato de Estudiantes hemos participado activamente para apoyar su encomiable lucha. En un ambiente eléctrico y con los puños en alto, la consigna “¡Guerra, guerra, guerra, la Nissan no se cierra!” retumbaba con fuerza en las calles aledañas.
Las muestras de apoyo de la población fueron constantes. Un ejemplo muy significativo es cómo, en la reapertura de la circulación tras los cortes de carretera, decenas de vehículos hacían sonar la bocina a modo de apoyo y aplaudían o levantaban el puño. Efectivamente, la lucha de los trabajadores contra el cierre de la segunda empresa más grande de Catalunya, ha despertado una enorme simpatía y solidaridad.
Las concentraciones de ayer demuestran la enorme fuerza y decisión que existe entre la plantilla para vencer, evitar el cierre de las plantas y preservar todos los puestos de trabajo de la única manera posible: con la nacionalización de Nissan, sin indemnización y bajo control de los propios trabajadores.
Ahora es el momento de avanzar, ocupando las plantas y extendiendo la lucha a los centros de distribución de El Puerto y de recambios de El Prat, a las plantas de Ávila y Cantabria y a las empresas auxiliares, y exigir al gobierno de PSOE-UP y al Govern de la Generalitat la nacionalización sin indemnización bajo control obrero.
Desgraciadamente, el Comité de Empresa plantea que hay que esperar a la reunión empresarial que tendrán los directivos de la Nissan para el día 6 de junio y sigue insistiendo en que Nissan está cometiendo un error y que su dirección mundial debería destituir a su dirección europea. Pero la realidad es que los empresarios de la Nissan tienen muy claro que maximizarán sus beneficios con el cierre de estas plantas. La única manera de pararles los pies es mediante la movilización, la nacionalización y un plan de inversiones público.
Si los dirigentes de CCOO y UGT se niegan a defender la nacionalización e insisten en confiar en la voluntad de la empresa y en las instituciones, los compañeros de CGT tienen que plantearlo con firmeza ante toda la plantilla y promover su votación en asamblea, así como el impulso de un plan de lucha para extenderla a los trabajadores de las empresas auxiliares y al conjunto de la población. Este es el camino para la victoria.
No son ni Gianluca De Ficchy, ni Frank Torres, ni Makoto Uchida los que hacen funcionar las plantas día a día. Son los trabajadores. Las plantas deben seguir operativas para mantener los puestos de trabajo. Ahora es más necesario que nunca fabricar vehículos eléctricos, impulsar la movilidad sostenible y fabricar todo tipo de productos necesarios para la población, como hemos visto recientemente con el caso de los respiradores. ¡El Gobierno PSOE-UP debe cumplir con los trabajadores: nacionalización inmediata de Nissan, sin indemnización y bajo control obrero!
¡Ocupación de todas las factorías y extensión de la huelga a Renault y las empresas auxiliares y dependientes de Nissan!
¡CCOO, UGT y CGT deben convocar huelga general en Barcelona y en todo el sector del automóvil del Estado!
¡Toda la solidaridad con los trabajadores de Nissan!