El anuncio hace algunas semanas hecho por la multinacional aeronáutica Airbus, de cerrar su planta en Puerto Real, cayó como una bomba en la bahía de Cádiz, una zona especialmente castigada por constantes reconversiones industriales y dónde el índice de paro es de los más altos de todo el Estado. 

La consternación provocada por la noticia dio paso inmediatamente a la indignación y tanto los trabajadores de Airbus-Puerto Real, como los del resto de empresas, pasaron a la acción para evitar el cierre con la lucha y la movilización.

El pasado sábado 10 de abril, más de 6000 personas nos manifestamos en Cádiz contra el cierre de Airbus Puerto Real y para exigir la urgente reindustrialización de la bahía gaditana. Desde entonces ha habido numerosas acciones reivindicativas, como marchas y bloqueos de los accesos a Cádiz, protagonizadas por la plantilla de Airbus-Puerto Real. 

Por su parte el Gobierno de Pedro Sánchez, mientras habla de la defensa del empleo, en los hechos, está respondiendo a las demandas de los trabajadores con medidas represivas más propias de la dictadura franquista.  

A través de la Delegación del Gobierno en Andalucía, a las órdenes directas del ministro Marlaska, se está empleando a fondo en reprimir esta lucha.

El miércoles 14 de abril la policía retuvo a un autobús con 23 trabajadores que se dirigía a Getafe para protestar en el acto de inauguración del nuevo Campus de Airbus en esa ciudad. Pocos días después fueron detenidos en sus domicilios dos sindicalistas de CGT acusados de desórdenes públicos. Un tercero, que no se encontraba en casa se entregó pocas horas más tarde.

Hay que denunciar las maniobras de la empresa. Es necesario dar un paso adelante en la lucha y convocar una huelga general en Cádiz

Frente al empuje y decisión para luchar demostrado por los trabajadores, la empresa está maniobrando. El objetivo es desactivar el conflicto y que el fuerte impulso inicial pierda fuerza. La dirección de Airbus comunicó el miércoles 21 de abril al Comité Europeo de la compañía su decisión de "tomar un tiempo muerto" para analizar con más detalle el futuro de la factoría de Airbus de Puerto Real.

“'La compañía no ha hecho ninguna mención al cierre o al no cierre de Puerto Real', ha aclarado Airbus España en una nota" (El País 22-04-21). La maniobra de la multinacional es transparente. Se trata de parar el primer envite de la lucha y desviar la atención por los derroteros manidos de la negociación e implicar y conseguir la colaboración de los dirigentes sindicales para llevar a cabo despidos o el mismo cierre de la planta.

Lamentablemente la mayoría del comité de empresa de Airbus-Puerto Real representada por CCOO y UGT ha entrado inmediatamente en el juego planteado por la aeronáutica. Rápidamente han desconvocado el encierro en la factoría previsto y, deteniendo las acciones reivindicativas, han mostrado su disposición a negociar. Por su parte los miembros del comité pertenecientes a CGT, se mantienen acampados en las instalaciones de la aeronáutica.

Como la experiencia ha demostrado, una y mil veces, esta "estrategia" conduce hacia el desastre.

Solo hay una forma de defender los puestos de trabajo y evitar el cierre de Airbus-Puerto Real: la lucha masiva y contundente en la que participe toda la clase obrera gaditana y la población en general. Es necesario convocar ya, una huelga general en Cádiz y poner en pie de guerra a toda la provincia para derrotar los planes de Airbus.

A continuación reproducimos el panfleto repartido por Izquierda Revolucionaria y Sindicalistas de Izquierda, en la mencionada manifestación del pasado 10 de abril en Cádiz.

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Pinchar aquí para descargar el panfleto en pdf

En este contexto de crisis económica, agudizada y acelerada por la Covid-19, se está produciendo una reconversión industrial en todo el Estado que está suponiendo una destrucción masiva de empleo, aumento de la inestabilidad laboral y de la precariedad.

Por supuesto la Bahía de Cádiz no escapa a esta situación general. Los trabajadores de la industria gaditana llevamos décadas sufriendo las consecuencias de los diferentes planes de reconversión, de la subcontratación, temporalidad, atomización de las plantillas, empeoramiento de las condiciones laborales y salariales y represión sindical.

Planes que supusieron duros ataques para los trabajadores en sectores como el naval, con la reconversión de los astilleros públicos, y otros llevándose por delante fábricas como Delphi, Visteon, Gadir Solar, Tabacalera, y un largo etcétera.

A esta situación de precariedad generalizada y de paro masivo en la Bahía se suma ahora el intento de desmantelar completamente la planta de Airbus en Puerto Real, lo que supondría miles de puestos de trabajo destruidos entre la empresa principal y las subcontratas y proveedores.

Esta multinacional que en los últimos años ha recibido ayudas millonarias por parte de la Unión Europea y del Estado español, pretende deshacerse de una de sus plantas. Y esto es solo el inicio de los planes de reconversión industrial de este gigante aeronáutico, que tiene previsto el despido de miles de trabajadores en sus plantas de todo el mundo en los próximos años.

Frenar los ataques con la organización y la lucha

Ante estos ataques y amenazas de cierre algunas organizaciones sindicales reclaman nuevas ayudas con dinero público para las grandes empresas de la industria pero, como ya hemos visto anteriormente, estas ayudas nunca han servido para garantizar los puestos de trabajo o las condiciones laborales, y sí para aumentar los beneficios de los capitalistas.

Un ejemplo claro en el sector aeronáutico son empresas como Alestis o Aernnova que, a pesar de haber recibido grandes cantidades de dinero público en los últimos años, han aplicado ERTE y ERE recientemente, dejando en la calle a cientos de trabajadores.

Como la experiencia nos ha demostrado en el pasado, en el más lejano y en el más reciente, no son las ayudas por parte de las administraciones públicas las que pueden salvar los miles de puestos de trabajo que se están destruyendo, sino la lucha firme y consecuente de las y los trabajadores.

Las empresas tratan siempre de justificar sus planes alegando causas económicas, falta de rentabilidad de los centros o supuestas pérdidas, pero los trabajadores no podemos aceptar estos motivos para permitir retrocesos.

Los trabajadores, al igual que los representantes sindicales, debemos defender los puestos de trabajo, además de porque es nuestra única forma de ganarnos el pan, también debemos hacerlo porque la estructura industrial de todo el sector aeronáutico, naval y automovilístico - como la de otros sectores - es socialmente necesaria; con ella se podrían fabricar entre otras cosas medios de transporte público, autobuses eléctricos, buques de rescate, material sanitario y respiradores y un sin fin de productos para mejorar la vida de millones de personas.

¡Si los capitalistas son incapaces de mantener las industrias, es necesario exigir la nacionalización de las empresas y, bajo control de los trabajadores, ponerlas a funcionar en beneficio de toda la sociedad! ¡El bien social debe estar por encima del lucro privado!

En la Bahía de Cádiz no podemos consentir más pérdida de empleo. La política sindical avalada sobre todo por CCOO y UGT de aceptar despidos a cambio de indemnizaciones, prejubilaciones o traslados, aceptando la promesa de futuros planes de reindustrialización que nunca se cumplen, han demostrado ser un auténtico fiasco.

Con esta política sindical el avance de la desertización industrial sigue inexorable y allana el camino para nuevos ajustes y despidos en los próximos años, tanto en las otras plantas de la multinacional como en las empresas que dependen de Airbus. Algo más que probable teniendo en cuenta el contexto de crisis económica y la reconversión industrial que se está produciendo en todo el estado.

¡CCOO y UGT tienen que romper definitivamente con esa estrategia fallida!

La única forma de frenar el cierre de la planta de Airbus Puerto Real, nuevos ataques y despidos en astilleros y en los demás los sectores es con la lucha organizada del conjunto de la clase trabajadora.

Necesitamos levantar un plan de lucha con la unidad y solidaridad entre los trabajadores del grupo, de la principal y las auxiliares, del conjunto del sector aeronáutico, y de los demás sectores de la industria gaditana.

El Comité Intercentros de Airbus, así como los comités de empresa de las distintas factorías, empezando por la de Airbus Puerto Real, tienen una gran responsabilidad.

Es necesario organizar ya asambleas en cada centro de trabajo dónde se discuta, debata y aprueben las acciones y movilizaciones necesarias para frenar los planes de la patronal.

Un aspecto importante de la lucha es involucrar a toda la población. Los sindicatos deben contactar rápidamente con las asociaciones de vecinos y las organizaciones sociales para organizar acciones en las que participen los trabajadores de todas las empresas y sectores, los comerciantes, etc. La idea de la huelga general comarcal tiene que ponerse encima de la mesa y empezar a prepararla.

Solo demostrando a la empresa que los trabajadores de Airbus, junto a todos los habitantes de la Bahía estamos dispuestos a llegar hasta donde haga falta para evitar el cierre podemos hacerla retroceder y convertirnos en un punto de referencia para los compañeros de otras factorías, tanto del resto del Estado español como de otros países Europa.


¡La lucha es el único camino!
¡Ante las amenazas de cierre, nacionalización de la empresa para defender el empleo!

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