Manifestación: Domingo 16 de mayo a las 11h en Plaza Cataluña de Cornellà

El pasado 30 de abril Xavier Cayuela, un joven trabajador de diecinueve años de la empresa CIDAC –fabricante de telas y materiales de caucho– murió tragado por una máquina de bobinas de tela asfáltica que no tenía ningún mecanismo de seguridad. A pesar de esta tragedia, el empresario de la compañía ubicada en Cornellà obligó a la plantilla a seguir trabajando en extenuantes jornadas de más de 12 horas y con unas condiciones totalmente inseguras e insalubres.

Desde Izquierda Revolucionaria, el Sindicato de Estudiantes y Sindicalistas de Izquierda trasladamos todo nuestro pésame y solidaridad a la familia, amigos y compañeros de trabajo, y mostramos toda nuestra disposición para impulsar y extender la lucha para evitar que este asesinato perpetrado por un empresario criminal quede impune.

CIDAC: la esclavitud moderna

La máquina que terminó con la vida de Xavi estaba manipulada por la empresa: no tenía sistema de seguridad para mantener un ritmo de producción más alto. Los trabajadores de CIDAC llevan años denunciando todo tipo de irregularidades y ausencia de mecanismos efectivos de prevención de riesgos laborales, pero han sido sucesivamente ignorados por Inspección de Trabajo.

Ni sensores en las máquinas para activar rápidamente la parada automática, ni EPI, ni siquiera la vestimenta más básica para el trabajo. Lo que sí hay son jornadas de trabajo de hasta 14 o 15 horas e instalaciones insalubres sin mantenimiento, con ratas y donde se acumulaban materiales contaminantes durante décadas. Estas son las condiciones laborales que tienen los trabajadores de CIDAC.

Sus beneficios, nuestras muertes

El último año, el número de accidentes mortales en el lugar de trabajo ha aumentado en Catalunya un 22% y un total de 79 trabajadores perdieron la vida en 2020, afectando especialmente la industria, que más que dobla el número de muertos respecto 2019 (21 en total). En el conjunto del Estado la cifra de muertes por siniestralidad laboral llega a las 780 personas. A nivel mundial, 2’7 millones de trabajadores murieron a causa de accidentes y enfermedades laborales en 2020; esto supone más muertes que las causadas por la Covid-19. ¡Y todo ello a pesar de la caída de la actividad asociada a la pandemia!

El caso de CIDAC no es aislado. Los trabajadores y trabajadoras, y especialmente los jóvenes, padecemos una precariedad y una inseguridad brutales. El pasado noviembre Víctor, un joven trabajador de Castellar, moría en unas circunstancias similares a Xavi. Los accidentes en la petroquímica de Tarragona o el muelle de inflamables del puerto de Barcelona se llevan la vida de trabajadores cada año. Pero hay unos responsables muy claros de estas tragedias: los empresarios, que se hacen de oro a costa de nuestra salud y de nuestras vidas, y que nos explotan cada vez de forma más salvaje para maximizar sus beneficios, especialmente en la industria. No son accidentes, ¡son asesinatos!

¡Basta de impunidad para CIDAC! ¡Prisión para el empresario y condiciones laborales dignas ya!

El accidente en CIDAC vuelve a poner en evidencia el desprecio total de los empresarios por la vida y los derechos de los trabajadores. ¡Basta de explotación, precariedad y miseria! Cientos de jóvenes y trabajadores hemos dicho basta a este estado de las cosas y nos hemos movilizado masivamente por las calles de Cornellà contra esta injusticia.

Lo decimos alto y claro: ¡detención y prisión inmediata para el empresario! No podemos permitir que sigan pisoteando nuestras vidas como si no valieran nada.
El Govern de la Generalitat y el Ayuntamiento de Cornellà deben dejar de mirar hacia otro lado. CIDAC debe cerrarse hasta que no sean aseguradas unas condiciones laborales dignas y seguras, manteniendo el salario íntegro para los trabajadores hasta su reapertura. La realidad es que dejar en manos privadas las instalaciones de CIDAC conlleva mantener la explotación y, por tanto, la inseguridad; conlleva que pueda volver a pasar una desgracia como la que estamos viviendo.

CIDAC debe ser expropiada inmediatamente sin ningún tipo de indemnización: suficientemente rico se ha hecho ya el empresario a costa de los trabajadores. Al contrario, el empresario debe ser multado ejemplarmente. Y, a continuación, se debe aplicar un plan de inversión para renovar la maquinaria y asegurar unas instalaciones y protocolo de prevención de riesgos laborales seguros, cuya correcta aplicación ha de poder ser controlado por los propios trabajadores.

La empresa tiene que pasar a ser de titularidad pública, dotando a los trabajadores de unas condiciones laborales dignas y llevando a cabo la contratación de nuevo personal necesario para poner fin a la sobrecarga de trabajo que sufren actualmente los trabajadores. Todo esto es perfectamente posible hacerlo y es la única solución que aseguraría poner fin a la pesadilla que actualmente viven los trabajadores.

Para combatir los recortes y la precariedad laboral, que tienen como resultado el aumento de accidentes en el lugar de trabajo, la pérdida de nuestra salud y derechos, y conseguir unas condiciones de trabajo y de vida dignas sólo hay un camino: la lucha de la clase trabajadora en cada centro de trabajo con un sindicalismo combativo, de clase y democrático y unificando las reivindicaciones contra la inseguridad laboral en una gran movilización que permita dar un paso adelante en la batalla. Necesitamos un plan de lucha contundente que sume la exigencia de nacionalizar las empresas que pongan en peligro la vida de los trabajadores y de la población y ponerlas a funcionar para las necesidades sociales.

¡Justicia para Xavi YA!
¡La lucha es el único camino! Asiste a la manifestación del domingo 16 de mayo a las 11h en Plaza Cataluña de Cornellà.

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