Por su interés, publicamos este artículo aparecido en ALDA, el boletín web de ELA Euskal SIndikatua.
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ELA ha presentado un documento que recoge la valoración sobre la reforma de pensiones. Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA, ha manifestado que “la versión oficial de una reforma sin recortes no se sostiene”.
Por un lado, Lakuntza ha indicado que “se amplía el número de años que se tienen en cuenta para calcular la pensión a todas las personas menores de 50 años, lo que supone un recorte de la cuantía de la pensión". Por otro lado, ha denunciado que el Gobierno de Sánchez trata de ocultar que “se pone un límite de gasto en las pensiones: desde 2025 y cada 3 años, un ente tan neoliberal como la Airef podrá plantear las medidas que considere oportunas, abriendo las puertas a recortes futuros”.
El secretario general de ELA ha destacado que “no se ha planteado la batalla con la UE para mejorar las pensiones. Es cierto que el acuerdo con la UE a cambio de los Fondos Europeos no se ha llevado adelante en toda su extensión, lo que es una buena noticia. Pero el Gobierno de Sánchez tenía que haber ido más allá y no ha tenido voluntad política para lograr avances reales y garantizar unas pensiones con una cuantía digna”.
Respecto al papel de la izquierda política, Lakuntza ha afirmado que “es evidente que la reforma habría sido peor sin la oposición de Unidas Podemos y de EH Bildu, porque la intención del ministro Escrivá era aplicar todo lo acordado con Bruselas, como ampliar a 30 el número de años para calcular la pensión”. Sin embargo, la reforma aprueba recortes y facilita que los siga habiendo en el futuro, por lo que llama a estas fuerzas políticas “a votar en contra si se mantienen los elementos regresivos de la reforma, y si no se da marcha atrás en los recortes de 2011”.
Además, el secretario general ha recordado que ELA “apoya la manifestación del Movimiento de Pensionistas del 18 de marzo”. Considera imprescindible dar una respuesta, y ha anunciado, entre otras iniciativas, “movilizaciones el 4 de abril en Bilbao e Iruña para rechazar esta reforma y exigir un sistema de pensiones públicas que garantice unos ingresos suficientes”.
Janire Landaluze, del Gabinete de Estudios de ELA, ha explicado cómo se recortan las pensiones de quienes tienen menos de 50 años. Se quiere aprobar “una rebaja de las pensiones a las nuevas generaciones, que son ya las más precarizadas”, ha indicado.
Landaluze ha mostrado con datos claros cómo las pensiones mínimas crecen muy poco, y se quedan muy lejos de la reivindicación del Movimiento de Pensionistas de establecer una cuantía mínima de 1.080 euros: “La cuantía de la pensión de personas mayores de 65 años sin cónyuge pasaría, en 4 años y en términos equivalentes, de 783 euros mensuales a 833, lo que está por debajo del umbral de la pobreza”. Asimismo, el documento recoge cómo “las medidas recogidas bajo el nombre de la brecha de género no suponen apenas cambio alguno”.
Para Mikel Noval, responsable de Política Social de ELA, “establecer una relación directa entre gasto en pensiones e ingresos por cotizaciones sociales significa profundizar en la falsa idea de que si los ingresos por cotizaciones no alcanzan, los recortes son inevitables”. A ello hay que añadir que el 23% de la población de Hego Euskal Herria es pensionista, pero sólo se destina a las pensiones el 13% de la riqueza. “La lógica de limitar el gasto en pensiones en una población creciente de personas pensionistas sólo puede hacerse empobreciendo a ese colectivo”.
El responsable de Política Social de ELA ha criticado que la nueva reforma mantiene los recortes aprobados por Zapatero, UGT y CCOO en 2011. “El retraso de la jubilación a 67 años se mantiene. No sólo no se regresa al cómputo de 15 años para calcular la pensión, sino que se amplia a 29. Se empeoró la jubilación anticipada y ahora se anuncia una nueva reforma de la jubilación parcial en el plazo de seis meses”.
