Lear fabrica asientos de automóvil. Toda su producción es para la planta que tiene Opel en Figueruelas (Zaragoza), excepto una mínima producción de asientos del modelo Tigra que se montan en Francia. Trabajamos con un sistema inventado por las multinacionales llamado just in time (justo a tiempo). Esto les produce maravillosos ahorros de logística, almacenaje, plantilla, etc. Producir asientos conforme los solicita la fábrica de automóviles tiene un inconveniente para ellos: cualquier avería o movilización de los trabajadores podría paralizar la cadena de montaje de Opel.
Lear fabrica asientos de automóvil. Toda su producción es para la planta que tiene Opel en Figueruelas (Zaragoza), excepto una mínima producción de asientos del modelo Tigra que se montan en Francia.
Trabajamos con un sistema inventado por las multinacionales llamado just in time (justo a tiempo). Esto les produce maravillosos ahorros de logística, almacenaje, plantilla, etc. Producir asientos conforme los solicita la fábrica de automóviles tiene un inconveniente para ellos: cualquier avería o movilización de los trabajadores podría paralizar la cadena de montaje de Opel.
Este año empezamos a negociar el VII Convenio Colectivo, todo apuntaba a que las reivindicaciones de la plantilla iban a ser altas, dado el récord histórico de producción, los altos ritmos de trabajo y la descontrolada subida de precios que estamos sufriendo los trabajadores más que nadie.
A finales de febrero tuvimos la primera reunión, manteniendo una por semana. Todo era mucho para la dirección y a ninguna reunión traían la información solicitada. Exigimos una subida lineal en base a la masa salarial, pero las propuestas de la dirección eran un paso atrás en todo lo conseguido hasta ahora: pedían una doble escala salarial para los nuevos compañeros, dejar de pagar a los compañeros de baja la parte proporcional de las vacaciones, flexibilidad por debajo de lo que tenemos, calendario laboral igual que Opel (este verano Opel está viendo venir que sólo tendrán dos semanas en verano, y nosotros al tener fijado en convenio tres semanas como mínimo, la dirección tiene un problema serio), penalizar el absentismo, de salarios sólo decían que garantizaban el poder adquisitivo.
Se repasaba nuestra plataforma y no dejaban ningún punto claro, todos eran para estudiar.
Paros en los turnos extra
Llegados a la séptima reunión la dirección trajo una oferta económica que era un insulto a las reivindicaciones de los trabajadores, con una subida lineal de 400 euros y 2 euros por día trabajado, a parte de la doble escala, etc.
Reunido el Comité, se decidió suspender hasta la firma del convenio la realización de turnos extras los fines de semana (viernes noche-sábado mañana). Como llevábamos desde la sexta reunión haciendo asambleas en las pausas, al proponer esta medida de presión fue bien acogida por los trabajadores, exigiendo en dichas asambleas que si con eso no era suficiente planteáramos una huelga.
Llegados a la octava reunión y habiendo turnos extras al siguiente fin de semana, la empresa sabiendo que tenía asientos suficientes (aunque trabajemos just in time, se estaban preparando asientos hacía tiempo para las vacaciones o para una posible huelga), lo único que planteó fue lo mismo pero de otra forma: 600 euros lineales y 1 euro por día trabajado. Con esto se hizo la asamblea, explicando lo sucedido y comentando a los trabajadores que acudiríamos a la puerta, puesto que iban a ir a trabajar los eventuales y algún fijo.
El 18 de abril por la noche fue el primer turno extra que se paralizó. Acudimos a la puerta bastantes compañeros, pero nos comentaron que los esquiroles iban a venir al turno de mañana, como así fue: un total de siete eventuales de ocho y un trabajador fijo, de una plantilla de 300 obreros de taller. Esto fue todo un éxito de los trabajadores apoyando las medidas de presión planteadas por el Comité.
A la hora de cerrar el artículo se va a tener la novena reunión, en la que el Comité sigue con sus reivindicaciones y si no se acerca la propuesta de la dirección es posible que se realice una asamblea general de trabajadores en la localidad de Epila, para decidir los próximos pasos a seguir.