Entrevista a Antonio Magro, Delegado sindical por CCOO en Agricultores Vega de Valencia
Los jardineros de la contrata de jardinería Agricultores Vega de Valencia en Guadalajara han permanecido 26 días en huelga indefinida. Reclamaban una subida salarial de más de 200 euros. Tras diferentes intentos de negociar con la empresa y con el Ayuntamiento del PP, decidieron comenzar las movilizaciones. Finalmente, los dirigentes provinciales de CCOO y UGT llegaron a un acuerdo con el alcalde, Antonio Román, éste se comprometía a "instar a la nueva contrata a que negocie con los delegados sindicales" a cambio de finalizar la huelga. Desde luego, el alcalde puede estar agradecido a los dirigentes sindicales por acabar con esta huelga.
El Militante.- ¿Cómo empezó el conflicto? ¿Qué reivindicaciones teníais?
Antonio Magro.- El conflicto comenzó porque tenemos un salario muy bajo y pretendemos la equiparación salarial con los jardineros que dependen del ayuntamiento. La diferencia salarial depende de las categorías, pero oscila entre 300 y 400 euros.
EM.- ¿Cómo se desarrolló el conflicto?
AM.- El 3 de marzo comenzamos con paros alternativos de un solo día para ir mentalizando al ayuntamiento y a la empresa de nuestro problema social y también económico. Realizamos varios paros. Fueron seis días a lo largo del mes de marzo. Pero como ni el ayuntamiento ni la empresa planteaban ninguna solución decidimos convocar la huelga indefinida a partir del 14 de abril.
EM.- ¿Cuál ha sido la actitud del ayuntamiento durante todo el conflicto?
AM.- Yo creo que no nos tomaban en serio. Al principio se convocó una huelga indefinida que se desconvocó porque el alcalde nos ofreció toda una serie de medidas, pero de palabra. Al ver que esas promesas no se concretaban en nada, comprendimos que había que pasar a la acción porque desde el ayuntamiento se nos estaban toreando. Al principio se desentendió de todo, el ayuntamiento pasaba la pelota a Agricultores Vega de Valencia, que es la contrata para la que trabajamos, porque éramos trabajadores de la empresa y no teníamos nada que ver con el ayuntamiento. Era con la empresa con la que teníamos que negociar. La empresa, a su vez, le pasaba la pelota al ayuntamiento diciendo que si no daban más dinero ellos no tenían para dar a los trabajadores.
EM.- Durante la huelga el ayuntamiento decidió fijar unos servicios mínimos ¿Cómo se desarrollaron los acontecimientos respecto a este punto?
AM.- Los servicios mínimos son impuestos tras la convocatoria de la huelga indefinida. Se convoca con el periodo reglamentario. Según las leyes, hay un plazo de 10 días para el preaviso o aviso de inicio de huelga, en esos 10 días se tienen que negociar los servicios mínimos en caso de que los haya. No solamente se ha pasado ese tiempo sino que tras una semana de huelga, el ayuntamiento por fin se toma en serio que estamos en huelga y es cuando nos piden unos servicios mínimos. Estamos en contra de los servicios mínimos porque están fuera de tiempo, son ilegales. La delegación de trabajo nos dio la razón, entonces nos informó que en caso de servicios mínimos tiene que ser la Delegación del Gobierno la encargada de ponerlos. En la Delegación del Gobierno nos siguen dando la razón porque estiman que no se han pedido en el tiempo reglamentario y entienden que no son servicios mínimos urgentes. Entonces el ayuntamiento sin corresponderle nos impone unos servicios mínimos que entendemos que son totalmente injustos y están denunciados a la espera de la respuesta de un juez. La empresa con la excusa de los servicios mínimos sancionó a tres trabajadores.
EM.- ¿Cómo ha acabado la huelga?
AM.- Al negarnos a hacer los servicios mínimos, la empresa nos los impuso. Nuestros asesores jurídicos nos aconsejaron que los hiciéramos, mientras ellos los impugnaban. Finalmente nosotros los aceptamos para evitar dar una excusa a la empresa para que sancionara indiscriminadamente. La huelga comenzó el 14 de abril hasta el 9 de mayo. Al final la huelga ha quedado cortada. Tuvimos una asamblea de trabajadores, ahí los trabajadores fijamos unos puntos mínimos para empezar a negociar, se llegó a un acuerdo por mayoría en el que se tenía que partir de una subida salarial entre 200 y 250 euros para acabar con las movilizaciones. Ese mismo día nos enteramos de que el alcalde había solicitado una reunión con los sindicatos sin invitar a los delegados sindicales o al comité de huelga. Nos hemos llevado la sorpresa de que los dirigentes sindicales, al margen de nuestra opinión, han introducido la idea en la plantilla de que teníamos que desconvocar la huelga. Los sindicatos han planteado en la asamblea que había que desconvocar la huelga para evitar que hubiera más sancionados. El acuerdo al que han llegado con el alcalde es únicamente que éste se compromete a hablar con la próxima empresa que se haga cargo del servicio de parques y jardines para que negocie con los delegados sindicales
EM.- ¿Cuál ha sido el papel de los dirigentes sindicales en este conflicto?
AM.- Estimamos que José Ramón Yerga (responsable de Actividades Diversas de CCOO) ha estado a un 100% con nosotros en el conflicto, pero yo creo que se han desmarcado los altos dirigentes de CCOO, además a raíz de la entrada de UGT notamos que la lucha se iba deteriorando, y finalmente el conflicto ha concluido con este acuerdo entre Antonio Román, alcalde; Lorenzo Robisco, concejal de Medio Ambiente, y los dirigentes sindicales que nos han truncado nuestras aspiraciones a conseguir unas mejoras importantes. Con este acuerdo se ha tenido que desconvocar la huelga a cambio de nada.
EM.- ¿Volveréis a la huelga si la nueva contrata sigue sin aceptar vuestras mejoras en las condiciones de trabajo?
AM.- En mi opinión, si en un plazo de dos o tres meses con la nueva empresa, no se llega a ningún acuerdo o una mejora que nos satisfagan tendríamos que ver la posibilidad de continuar con una huelga indefinida.