¡BASTA DE MUERTES EN EL PUESTO DE TRABAJO!
CONTRA EL DETERIORO DE LAS CONDICIONES LABORALES
¡TRABAJAR CON SEGURIDAD ES TRABAJAR CON DIGNIDAD!
Este martes ha fallecido el compañero de Jofrasa, accidentado a principios de enero, cuando sufrió graves quemaduras mientras estaba trabajando en la acería. Tras los tres accidentes mortales del año pasado, de nuevo tenemos que lamentar la muerte de otro compañero de subcontratas, apenas empezado el 2014. Esto ocurre cuando hemos sabido recientemente que la Acería LD III batió el record de producción en los últimos seis meses, con niveles similares al 2007, antes del inicio de la crisis.
Esto no tiene nada que ver con la mala suerte ni con las imprudencias, sino con el aumento de la siniestralidad derivado del deterioro de las condiciones de trabajo. En el fondo todos sabemos que, cuando se reduce la plantilla y se aumenta la producción, los ritmos de trabajo se disparan y se trabaja casi de cualquier manera el resultado no puede ser otro que un aumento de los accidentes. Aunque los datos de accidente con baja son muy difíciles de cuantificar de todos son conocidos los casos de compañeros a los que no se les da la baja y van a la fábrica con el brazo escayolado o el pie vendado.
Sin contar el estado de algunas instalaciones, donde la falta de inversión en mantenimiento hace que se corran riesgos innecesarios, como continuamente se denuncia desde el comité de empresa. Pese a ello, cada día se reducen los tiempos para mantenimiento preventivo o prácticamente ha desaparecido. Cuando surge una avería lo normal es parar lo mínimo imprescindible o reparar sobre la marcha y ver como nos la ingeniamos para seguir produciendo pese a todo. Lamentablemente somos los trabajadores quienes pagamos las trágicas consecuencias de esta forma de trabajar, cuando la principal responsable es la empresa. Es ella la que reduce personal, la que aumenta los ritmos de trabajo, la que marca objetivos de producción prácticamente imposibles de conseguir, a costa de nuestra salud y en ocasiones de nuestra vida.
Por eso es necesario en el día a día, incrementar el control por parte de las secciones sindicales con representación en los comités de seguridad (UGT, CCOO, USO) No puede ser que solo actúen en caso de haya una denuncia previa por parte de un trabajador. Sobre todo hay que controlar las condiciones en las que trabajan los compañeros de las empresas auxiliares, en muchas ocasiones sometidos a una presión y a unos ritmos de trabajo brutales. Para evitar los accidentes laborales hay que trabajar con garantías, sin jornadas extenuantes ni ritmos totalmente frenéticos. Y esa responsabilidad no puede recaer en los propios trabajadores de las subcontratas, sino que es tarea de los comités de empresa respectivos, comenzando por el de Arcelor.
Además, ante esta sangría que estamos viviendo, hay que dar un aviso muy serio a la empresa. Dejar claro que no vamos a tolerar que la gente muera en el puesto de trabajo. Para ello hay que reaccionar con contundencia ante cualquier accidente, mucho más si es mortal. En esta ocasión se ha convocado un paro de 24 horas en la acería, de la misma forma que, tras la muerte del trabajador de TSK el comité de empresa convocó un paro de 24 horas en el TBC. Pero en nuestra opinión, parar taller por taller no es suficiente. Cuatro trabajadores muertos en poco más de un año son suficientes como para convocar una huelga general al menos en las dos factorías de Asturias y también para convocar una gran manifestación comarcal contra la siniestralidad. Hay motivos y cabreo más que suficiente para hacerlo y demostrar la fuerza de los trabajadores con contundencia. En nuestra opinión, para que la empresa “tome medidas” hay que obligarla, respondiendo de forma contundente ante este tipo de “accidentes”, pues son nuestra salud y nuestra vida las que están en juego.
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