El abogado representante de la empresa empezó a defender el despido. Todos sabemos la forma deshumanizada con la que las empresas tratan en muchos casos a los trabajadores. En búsqueda del máximo beneficio, no escatiman en imponer bajadas salariales, reducciones de jornada, aumento de los ritmos de trabajo y por supuesto despidos. SERUNION ha obtenido en los últimos años beneficios multimillonarios explotando concesiones públicas de cafeterías en decenas de colegios y hospitales en todo el Estado. A pesar de esto, escuchar al abogado de la empresa con tanta soltura y naturalidad explicar los durísimos ataques a la plantilla que han tenido lugar en los últimos meses para aumentar más aun esos beneficios, es realmente indignante. “Necesarios estructuralmente” decía, sin aportar ni un solo dato.

Pero cuando llegó al momento de negar que el despido de Juan Carrasco hubiera sido por motivos sindicales todo su discurso se volvió más turbio y contradictorio aún. Según él, la empresa desconocía la actividad sindical del compañero. Una afirmación totalmente infundada, puesto que es público y notorio que el compañero es un militante activo de la izquierda sindical y política de Málaga, además de tener en cuenta que el despido se dio pocos días después de que la plantilla se negara a aceptar los ataques “necesarios estructuralmente”, fruto de la discusión en una asamblea en la que la argumentación de Juan para dar esa negativa fue determinante. Más difícil de creer se hace aun cuando a reglón seguido, el abogado admitía que SERUNION había sido condenada ya en 2009 por la justicia a readmitir e indemnizar al compañero por represión sindical.

Todos presenciamos un discurso sin escrúpulos, de quien se siente impune para hacer y deshacer en la vida de los trabajadores sin importarle las consecuencias. Así llegó a reconocer de la misma forma tranquila que en julio del año pasado SERUNION había contratado un detective privado para perseguir a Juan fuera de la empresa, atreviéndose incluso a dar detalles de ese seguimiento y de su vida privada durante la exposición. Además de la dudosa legalidad del hecho y la inquietud que cualquier trabajador puede sentir al ser vigilado de forma furtiva por la empresa para la que trabaja, el abogado tuvo que reconocer la total normalidad de la vida de Juan durante el seguimiento.

JC_2Para los asistentes que habíamos ido a apoyar a Juan Carrasco, todo esto ya nos daba la medida de la forma con la que SERUNION trata a los trabajadores, aunque lo que pasó a continuación fue lo realmente grave. El abogado de la Empresa remarcó que el despido de Juan y de otro trabajador fue homologado por el Comité de Empresa dos meses después de las extinciones, al firmar un acuerdo de Suspensión temporal de contratos. Fue el momento en el que el juez paró en seco al representante de SERUNION. Resulta que la presidenta del comité, afiliada a UGT, aparecía en la demanda como parte activa de la represión sindical a Juan previo al despido, y posteriormente la empresa hablaba de un presunto acuerdo de homologación del mismo. Además había participado a favor de la empresa ya en 2008 como testigo contra el compañero en el juicio donde SERUNION también perdió a pesar de su testimonio.

Allí estaba ella de nuevo en este juicio, fuera de la sala esperando para ser llamada y dispuesta a testificar una vez más contra su compañero de trabajo y a favor de SERUNION. El juez la hizo llamar en ese momento, sin esperar al turno de su testimonio. Todo dio un giro inesperado. Por entenderla como parte implicada en la posible vulneración de derechos fundamentales junto a SERUNION, ella también debía ser demandada y ejercer su derecho a asistir al juicio con su propio abogado. El juicio se suspendía en ese momento.

El escandaloso papel de la presidenta del comité de empresa y su apoyo incondicional a  SERUNION en todo el proceso es más grave aun si se tiene en cuenta que pertenece al sindicato UGT. De hecho, muchos compañeros de UGT han participado en la campaña de apoyo a la readmisión de Juan Carrasco y algunos de ellos estaban presentes en la sala. Evidentemente esta persona demuestra con sus actos que no ha defendido en ningún momento ni los intereses de la plantilla, ni de los afiliados de UGT en la empresa, ni los principios más básicos de ese sindicato. Es un despropósito que gente identificada totalmente con los intereses de empresas como SERUNION utilicen las siglas de un sindicato como UGT para intentar legitimar los ataques y laminar los derechos de los trabajadores como está pasando en este caso. Por supuesto, todos los compañeros de UGT que participan en esta campaña, están dispuestos dar la batalla en su sindicato contra esta situación.

El juicio queda aplazado de momento, pero todo lo ocurrido nos ha llenado de aún más razones para seguir exigiendo la readmisión incondicional del compañero Juan.

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