Limasa es una empresa de limpieza de Málaga capital. El ayuntamiento del PP (propietario de Limasa en un 49%) está decidido a acabar con los derechos de la plantilla. Como parte de su estrategia está incumpliendo sistemáticamente la sentencia judicial que restablece derechos suprimidos desde diciembre de 2013, cuando eliminaron la paga de productividad, el descanso de los sábados y empezaron a forzar todas las vacaciones en verano.
El 14 de febrero, 800 de los 1.200 trabajadores y trabajadoras de Limasa se reunieron en asamblea y votaron por amplia mayoría ir a la huelga indefinida desde el 1 de marzo, aun cuando la propuesta del comité de empresa era hacer paros únicamente los sábados.
La reacción del Ayuntamiento ha sido escandalosa. Su portavoz, Mario Cortés, llegó a plantear que la solución pasa por vender la empresa fragmentada en 6 distintas con la intención de segregar a los trabajadores por tareas, y así evitar conflictos colectivos como esta huelga indefinida y poder doblegar a la plantilla más fácilmente.
Si el modelo de privatización del Ayuntamiento de Málaga es el de la recogida de basuras del PP en Madrid, el modelo de lucha de los trabajadores también tiene que ser como la de aquellos.