y miembro de la CMR

"El PSUV debe ser el partido que impulse a la clase trabajadora hacia la toma del poder y la lucha por el socialismo. Eso es lo que ha propuesto el presidente Chávez  nosotros lo apoyamos plenamente, no sólo de palabra ino de hecho: conformamos 54 patrullas laborales del PSUV dentro de la empresa para impulsar la revolución" 

y miembro de la CMR

El Militante.- ¿Cuál es la situación actual de los trabajadores de MMC?
Félix Martínez.- Durante las últimas semanas la gerencia de la empresa ha continuado con la arremetida contra nosotros en su intento de imponernos sus condiciones de trabajo esclavo. La empresa pretende que trabajemos sin convenio colectivo, sin derechos, sin delegados de prevención laboral, es decir a costa de nuestra salud. En definitiva, pretende enriquecerse a nuestra costa. Lleva más de dos meses sin pagarnos para tratar de vencernos por el hambre.
La empresa ha despedido a 170 trabajadores, entre ellos a los dirigentes del sindicato, con el fin de descabezar la lucha y darnos una lección. Quieren que MMC vuelva a la situación anterior; antes de que entre todos nos organizáramos para luchar y constituyéramos nuestro sindicato Singetram. Cree así que nos vamos a volver dóciles fruto del miedo y el hambre. Pero está muy equivocada.
Con estos despidos la empresa muestra su debilidad. Tras quince meses ha sido incapaz de doblegarnos, recurriendo a todo tipo de marramucias, acosando, comprando policías y autoridades, provocando y amenazando a los trabajadores, mandando asesinar trabajadores el 29 de enero de 2009, organizando paros patronales, botando obreros. Ante su incapacidad para frenar nuestra lucha se ha tenido que basar en el apoyo de funcionarios del gobierno, del ministerio del Trabajo para que éstos le den mano libre para despedir a cuantos trabajadores quiera, para que el resto de la masa laboral que se mantenga en la empresa quede atemorizada y sumisa. Ante esta situación de indefensión los trabajadores se han negado a laborar desde hace dos meses.
EM.- Se ha tratado de criminalizar su lucha con toda una serie de acusaciones contra los trabajadores ¿Cuál es el fin de esta campaña?
FM.- Aislar nuestra lucha y a nuestro sindicato Singetram tratando de criminalizarnos, de hacernos aparecer como delincuentes con el fin de que si hay cualquier conflicto en la planta, toda responsabilidad vaya del lado de Singetram y los trabajadores. Los últimos cien despidos de la planta son ilegales y son una nueva provocación con el fin de que los trabajares nos arrechemos, hagamos una acción desesperada, como quemar carros o acciones de ese tipo. Desde Singetram estamos denunciando esta provocación de la gerencia que lo único que busca es tener los hechos con los que justificar su campaña de criminalización y echarnos encima a la policía y los medios de comunicación.
EM.- ¿Qué acciones vais a desarrollar en las próximas semanas?
FM.- Singetram va a continuar con una campaña, dentro y fuera de la empresa, de movilización y lucha con volanteos y vídeos para demostrar al pueblo y a la base del PSUV el atropello de la multinacional contra nosotros. Lo haremos regional, nacional e internacionalmente. Es muy importante ganarnos el apoyo del pueblo, del resto de trabajadores y comunidades en estos momentos para que se movilice con nosotros y nos dé su apoyo. Vamos a viajar a diferentes estados del país a tener reuniones con sindicatos de trabajadores lanzando una campaña de solidaridad nacional e internacional.
En las próximas semanas tenemos que presionar a los tribunales con una movilización contundente con el fin de que dicten una sentencia favorable a nosotros y readmitan a los despedidos. Debemos implicar a trabajadores de otras empresas, a comunidades, consejos comunales, patrullas del PSUV... Estamos convencidos que este golpe no lo aguanta la gerencia. Frente a la presión de la trasnacional a los tribunales, debemos oponer la movilización de masas del pueblo y los trabajadores.
EM.- En MMC hay 600 trabajadores afiliados al PSUV, ¿qué respuesta les está dando el partido en este conflicto?
FM.- El PSUV debe ser el partido que impulse a la clase trabajadora hacia la toma del poder y la lucha por el socialismo. Eso es lo que ha propuesto el presidente Chávez y nosotros lo apoyamos plenamente, no sólo de palabra sino de hecho: conformamos 54 patrullas laborales del PSUV dentro de la empresa para impulsar la revolución y la victoria en el referéndum constitucional de 2009. Lamentablemente existe una burocracia enquistada en el seno del partido que trata de frenar la revolución y mantenerla dentro de los límites del capitalismo. Muchos de estos burócratas tienen un lenguaje izquierdista, incluso se reclaman "marxistas", aunque su labor práctica está en el lado opuesto del marxismo. Estos sectores nos han atacado, se han plegado a los intereses de la multinacional y han sido los primeros en tratar de criminalizarnos, el buró político del PSUV de Anzoátegui llegó a posicionarse a favor del despido de toda la junta directiva de Singetram.
Existe mucho descontento contra la burocracia reformista del PSUV, que no está cumpliendo con el pueblo y los trabajadores. Nosotros somos el ejemplo más claro. Pero al resto del pueblo le pasa igual que a noso-tros. Anda arrecho con los burócratas. Los burócratas tienen miedo de que ese descontento encuentre una guía y una referencia de lucha, que pueda sustituirlos y convertir el PSUV en un arma auténtica de los trabajadores. Por eso los burócratas del PSUV tratan de acabar con nuestra lucha y criminalizarla para terminar con la verdadera democracia participativa y protagónica que simboliza Singetram. Sin embargo, contamos con el apoyo de la base del PSUV, que vive una situación igual a la nuestra. Nuestra tarea es organizarla, junto al resto de trabajadores, ya que nuestra clase es la única que puede hacer avanzar la revolución al socialismo. Aprovecharemos la campaña electoral a la Asamblea Nacional para presionar y lograr la victoria de nuestra lucha. Vamos a luchar también para garantizar la victoria del PSUV en las elecciones en la Asamblea Nacional que se celebrarán el mes de septiembre para impedir que la derecha puedar utilizar la asamblea para atacar la revolución.