Ante esta protesta, la respuesta del Gobernador y del Rector ha sido mantener el cierre del campus, de manera unilateral y sin tener en cuenta nuestra manifestación contundente de querer el campus abierto y con garantías para estudiar. Por eso, se hace necesario continuar con las actividades y, además, hacerle frente a la tergiversación mediática y desarrollar estrategias efectivas de vinculación social frente a la crisis de la universidad. Dichas actividades buscan extender al conjunto de la sociedad nuestros reclamos al Gobernador y al Rector para construir un movimiento social que presione la apertura inmediata de la Universidad de Antioquia y las garantías al Gobernador para no intervenir nuevamente en ella.
El conflicto se desató cuando las autoridades intentaron imponer una Tarjeta de Identificación Personal (TIP) que violenta gravemente la privacidad y los derechos democráticos de los estudiantes y ante el rechazo de éstos a la misma las autoridades ordenaron la toma militar de las instalaciones universitarias.