Los marxistas de la CMR dentro de la UNETE creemos que, ahora más que nunca, es necesario que sigamos fortaleciendo nuestra central y que ésta fije posición rápidamente, presentando tanto a la nueva central como al resto de colectivos y corrientes obreras que apoyan la revolución bolivariana (así como a los movimientos sociales y colectivos revolucionarios que integran el Gran Polo Patriótico), una propuesta que plantee UNIFICAR TODAS LAS LUCHAS Y REIVINDICACIONES OBRERAS Y POPULARES con el objetivo de defender y completar la revolución bolivariana, reelegir al presidente Chávez en octubre de 2012 y acabar al mismo tiempo con el capitalismo y la quinta columna burocrática.

Fortalecer y reimpulsar la UNETE con un programa para luchar por la unidad revolucionaria de la clase obrera

Algunos sectores reformistas pretenden que la creación de la CSBT debe significar la disolución de la UNETE. En nuestra opinión, la UNETE es una conquista revolucionaria de los trabajadores venezolanos y una herramienta fundamental que debemos mantener y seguir desarrollando para construir la unidad revolucionaria de la clase obrera y completar este proceso revolucionario. La UNETE se ha ganado su derecho a existir, no en los discursos sino en la lucha cotidiana.

 A lo largo de los últimos 8 años, con aciertos y errores, pasos adelante y atrás, los miles de trabajadores y dirigentes sindicales que constituimos la UNETE hemos estado en primera línea de lucha contra el golpismo contrarrevolucionario, contra la degeneración golpista y mafiosa de la CTV, contra los ataques de los empresarios y también contra el sabotaje de la burocracia.

 Durante estos años de lucha hemos demostrado el potencial que existe para construir una central sindical revolucionaria que una al conjunto de la clase obrera venezolana y al resto de organizaciones y movimientos revolucionarios para que la revolución no se quede a medio camino y podamos resolver los problemas que sufrimos los trabajadores y el pueblo (y que –de mantenerse- amenazan con socavar el proceso revolucionario): inflación, desempleo, tercerización, corrupción y saboteo burocráticos, despidos, amenazas e incluso asesinatos de dirigente sindicales, criminalización de las luchas populares, etc.

 Los empresarios y políticos de la derecha están desplegando una ofensiva contrarrevolucionaria basada en persecuciones, amenazas, agresiones e incluso asesinatos de activistas obreros, populares y dirigentes sindicales. Esta ofensiva patronal tiene como objetivo minar la moral de las bases revolucionarias, empezando por la clase obrera, desgastar el apoyo a la revolución y debilitar la confianza del movimiento obrero en sus propias fuerzas. La labor de los contrarrevolucionarios se ve facilitada por la dirigencia reformista, quinta columna burocrática y pro-burguesa, que está posicionándose dentro de los organismos del Estado y se niega a responder a las necesidades de los trabajadores, permitiendo a los empresarios privados seguir adelante en su acometida contrarrevolucionaria, utilizando las Inspectorías del Trabajo, Inpsasel, algunas gerencias de empresas expropiadas, empresas del Estado, gobernaciones, alcaldías, poderes públicos, entre otros, para sabotear cualquier propuesta revolucionaria.

Sólo uniendo todas nuestras reivindicaciones, necesidades y propuestas y dotándonos de un programa común, construyendo el movimiento de abajo hacia arriba, impulsando sindicatos y consejos de trabajadores revolucionarios, desarrollando el control obrero y la participación directa de los trabajadores en la toma de decisiones a través de las asambleas de trabajadores, podremos construir en la práctica la unidad de las fuerzas revolucionarias y satisfacer nuestras reivindicaciones y necesidades. Un nuevo ejemplo de ello es la Ley Orgánica del Trabajo

 Por una LOT socialista hecha por y para los trabajadores y unas políticas que satisfagan las necesidades de la clase obrera y los sectores populares

 La clase obrera venezolana lleva años demandando la elaboración de una Ley Orgánica del Trabajo (LOT) revolucionaria y con la participación de los propios trabajadores. La misma debe ser un instrumento para avanzar realmente hacia el socialismo y acabar tanto con todas las prácticas contrarrevolucionarias de los empresarios y como las de los burócratas que antes mencionábamos.

 Desde la UNETE debemos proponer que la LOT no sólo sea discutida con los trabajadores sino que sea un paso decisivo hacia la sustitución del Estado burgués por un Estado dirigido por los trabajadores y el pueblo, tal como lo ha planteado muchas veces el comandante Chávez. Si la oportunidad de elaborar una LOT revolucionaria y en beneficio de los trabajadores se desaprovecha, si en aspectos de la misma se cediese a la presión de los empresarios (como intentan sectores burocráticos enquistados dentro de la revolución), esto perjudicará gravemente a los trabajadores y al proceso revolucionario.

 La LOT debe incluir puntos como la recuperación de las prestaciones y derechos sociales que vendió en su día la CTV, la eliminación total de la tercerización tanto en las empresas públicas como privadas, obligando a que todos los trabajadores subcontratados sean incorporados a las plantillas con los mismos derechos y salarios de los trabajadores fijos. Las empresas públicas deben ser las primeras que apliquen esto. Es inaceptable que la burocracia siga manteniendo tercerizados a trabajadores en las empresas y organismos estatales y los amenace cuando se movilizan u organizan sindicalmente.

 Una LOT revolucionaria también debe incluir aspectos como el desarrollo del control obrero en todas las empresas públicas y privadas y en los propios ministerios y organismos del Estado así como la elegibilidad y revocabilidad de los Inspectores de Trabajo (que en lugar de actuar como un instrumento para la defensa de los trabajadores están actuando en el 90% de los caos a favor de las empresas). Pero no sólo eso. La LOT debe ir unida a toda otra serie de medidas que sirvan para completar la revolución y acabar con el capitalismo y la burocracia

 Este programa en nuestra opinión debe incluir aspectos como:

 1. Nacionalización inmediata de la banca, la tierra y la industria para planificar democráticamente el conjunto de la economía en beneficio de los trabajadores y los sectores populares y satisfacer las necesidades sociales.

2.         Expropiación sin indemnización de las empresas cerradas, infrautilizadas, y que exploten a sus trabajadores. Desde la UNETE debemos tomar la iniciativa de organizar la toma y ocupación de todas las empresas que saboteen la economía o ataquen a los trabajadores y al proceso revolucionario y llamar al resto de organizaciones sindicales y políticas revolucionarias a sumarse a esa misma lucha.

 3.         Monopolio del comercio exterior mediante una empresa publica nacional bajo control de los trabajadores junto a las comunidades para luchar contra la especulación, la inflación y garantizar la soberanía alimentaria.

 4.         Control obrero de la producción a través de los consejos de trabajadores y organizaciones sindicales revolucionarias en todas las empresas públicas y privadas para luchar contra el sabotaje capitalista y burocrático.

5.         Aumentos salariales por encima de la inflación. Discusión y aplicación de las convenciones colectivas para todos los trabajadores. Incorporación de todos los tercerizados a nómina fija.

 6.         Sistema de salud nacional público universal, gratuito  que garantice un servicio de calidad. Nacionalización de las clínicas  privadas bajo control obrero para garantizar servicios de HCM de calidad a todos los trabajadores venezolanos sin ningún tipo de distinción. Creación de una empresa nacional de la vivienda bajo control obrero que acometa un plan anual de creación de 500.000 viviendas que permita terminar en tres  años con el déficit habitacional. Seguro de desempleo para los trabajadores desocupados.

 7. Elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos públicos y que éstos respondan ante el pueblo y cobren como máximo el salario de un trabajador calificado para acabar de una vez con el burocratismo y la corrupción

 Por un frente único de las organizaciones obreras y populares comprometidas con el proceso revolucionario

 La creación de la nueva central CSBT ha sido presentada como un paso que busca construir la unidad de la clase obrera que apoya el proceso revolucionario. Desde la UNETE estamos completamente a favor de la unidad de acción de todos los trabajadores revolucionarios para luchar por un programa como el que acabamos de plantear que permita resolver todos los problemas de los trabajadores y el pueblo mediante la construcción de un Estado socialista dirigido por nosotros mismos, los trabajadores, con una economía socialista planificada democráticamente. El único modo de construir la unidad revolucionaria es en la lucha y mediante la participación democrática de los trabajadores en la toma de las decisiones, recogiendo todas las reivindicaciones obreras y populares y unificándolas en un programa común y un plan de lucha unitario.

 Tras la creación de la nueva central, y el apoyo del presidente Chávez a la misma, habrá trabajadores que se unirán a ella porque creerán que ése es el mejor camino para lograr la unidad y defender la revolución.  A todos esos camaradas que han venido luchando codo con codo junto a nosotros durante los últimos años por defender y completar la revolución, impulsar el control obrero, etc., los llamamos  a seguir luchando en unidad de acción contra la burocracia y el capitalismo, y articular ese programa común que parta de la defensa de todas las reivindicaciones obreras y populares.

 Al mismo tiempo, en la nueva central también participan dirigentes sindicales que cuando los trabajadores hemos llevado a cabo ocupaciones de empresas para luchar contra el chantaje de los empresarios, o cuando hemos intentado desarrollar un modelo sindical revolucionario y antiburocrático, no han apoyado la lucha de los trabajadores revolucionarios. Incluso, algunos de esos dirigentes han mostrado su apoyo a empresarios privados, multinacionales imperialistas o a sectores de la burocracia del Estado cuando han atacado los derechos de los trabajadores. A nadie puede extrañar que haya sectores importantes de trabajadores que vean con desconfianza a esos dirigentes.

 Desde la UNETE, al mismo tiempo que nos mantenemos firmes en nuestra lucha contra esos ataques que estamos sufriendo por parte de los capitalistas y la burocracia, debemos seguir llamando públicamente a esos dirigentes a rectificar drásticamente sus posiciones, dejar de apoyar a empresarios y sectores burocráticos del Estado y comenzar a apoyar la movilización independiente de los propios trabajadores respetando las decisiones que éstos tomen democráticamente en asamblea. Ése será el mejor modo de poder hacer realidad la unidad revolucionaria de la clase y derrotar la ofensiva de los empresarios y la quinta columna burocrática.

 Por un plan de lucha unitario y continuado hasta derrotar a los capitalistas y burócratas

 Las marchas nacionales del 9 de noviembre de 2010 y 31 de marzo de 2011 convocadas por la UNETE junto al movimiento de delegados de salud laboral, la marcha de campesinos, pobladores y trabajadores del 7 de junio en defensa de la revolución, contra la ofensiva del imperialismo y la oposición contrarrevolucionaria (pero también contra el burocratismo, el sicariato y la criminalización de las luchas populares);  la movilización por el control obrero del 26 de Julio de este mismo año, así como el Encuentro y marchas por el control obrero realizados en Guayana y otros lugares del país, demuestran que los trabajadores estamos dispuestos a luchar y a hacerlo unitariamente.

 El problema hasta ahora ha sido que estas marchas no han tenido la continuidad necesaria. En ausencia de una estrategia de lucha y programa unificados, en este tiempo cada sector ha tenido que movilizarse por separado. Durante los últimos meses hemos tenido numerosas marchas sectoriales. Ejemplo de lo que decimos son la marcha del 13 de octubre por el control obrero, de los campesinos, pobladores y sectores del movimiento obrero; la marcha propuesta por la UNETE inicialmente para el 27 de octubre y que finalmente se realizó el 10 de noviembre; las movilizaciones de trabajadores de distintas empresas expropiadas como INVEPAL, Abastos Bicentenario, Vivex, Maprinca y otras.

 Desde la dirección de la UNETE y el resto de organizaciones revolucionarias del movimiento obrero y popular podemos y debemos volver a unificar todas estas luchas presentando a los trabajadores un plan de acción unitario y continuado. Si no lo hacemos la burocracia y los capitalistas tendrán más fácil su objetivo de separarnos, aislarnos, atacar a los sindicatos y consejos de trabajadores revolucionarios e intentar imponer al movimiento obrero y revolucionario sus políticas burocráticas.

 Los marxistas de la CMR proponemos al resto de corrientes que integran la UNETE que aprobemos de forma urgente un plan de lucha que recoja y unifique todas las reivindicaciones obreras y populares presentadas por los trabajadores de distintas empresas, sectores y movimientos en sus diferentes marchas y actos durante los últimos meses (y que siguen sin tener respuesta) y propongamos al conjunto del movimiento obrero (CSBT, delegados de prevención y salud laboral, movimiento por el control obrero, etc.) y a los demás sectores del movimiento revolucionario (pobladores , campesinos, medios alternativos, etc.) desarrollar una movilización unitaria hasta lograrlas.

 Como primer paso para debatir todas estas propuestas proponemos organizar un evento nacional sobre control obrero en el que además de todos los activistas de la UNETE impulsemos la participación de los trabajadores de todas las empresas expropiadas o en lucha por su expropiación, y llamemos a participar a los delegados de prevención y salud laboral, y  a todos los colectivos citados.

 Además, debemos organizar una Asamblea Nacional de la UNETE y asambleas regionales por Estados para debatir con todos los trabajadores este mismo programa y plan de lucha  y presentarlo al resto de fuerzas revolucionarias

 Corriente Marxista Revolucionaria