Jobstown Not Guilty (Jobstown no es culpable) es la campaña internacional contra la represión a un grupo de activistas que en 2014 participó en Irlanda en las movilizaciones contra la escandalosa subida de las tasas del agua impulsada por la troika. Un total de 18 activistas han sido falsamente acusados de secuestrar a la viceprimera ministra en una protesta en la que su coche quedó inmovilizado. A algunos se les piden penas de cárcel, es el caso de Paul Murphy, diputado por el Socialist Party.
El 1 de abril, cerca de 800 personas abarrotaron el Liberty Hall en un gran acto de protesta en Dublín. Las amenazas del Estado para que los acusados no participaran a riesgo de ser encarcelados antes del juicio provocaron una gran indignación social. Importantes personalidades de la izquierda en Irlanda, activistas contra los desahucios y trabajadores de los autobuses de Dublín en lucha, entre otros, tomaron la palabra entre enormes ovaciones. También personalidades como Paddy Hill, uno de los 6 de Birmingham, que pasó 16 años en prisión por un montaje en el que fue acusado de la autoría de un atentado del IRA.
El Sindicato de Estudiantes fue invitado a este gran acto. Su secretaria general, Ana García, llevó la solidaridad de la juventud del Estado español a estos compañeros y denunció cómo la criminalización de la protesta social no es más que una señal de desesperación por parte de los poderosos, impotentes cuando los jóvenes y los trabajadores se organizan para luchar.
A finales de abril comenzará el juicio. Jobstown Not Guilty y los compañeros del Socialist Party en Irlanda ya han convocado una movilización masiva el sábado 22 de abril, para dejar claro que no nos van a amedrentar con sus amenazas.