¡Todos a las calles en solidaridad con el pueblo palestino! El Gobierno PSOE-Sumar y la UE siguen siendo cómplices ¡Ruptura ya de todas las relaciones con Israel!

Finalmente, tras una última propuesta por parte de Hamas para un alto el fuego en Gaza, el Gobierno criminal ultraderechista y sionista de Netanyahu ha decidido comenzar los bombardeos y la invasión de Rafah, donde se hacinan 1,7 millones de palestinos.

Israel ha tomado el paso fronterizo en Rafah, ante la vergonzosa pasividad del corrupto Gobierno egipcio, cortando la única entrada a Gaza que seguía operativa.

Según Naciones Unidas, en este momento solo queda combustible para unas horas, lo que supondrá una nueva matanza, paralizando los pocos hospitales que aún quedan en píe, plagados de heridos y moribundos, agravando la hambruna, y paralizando la escasa infraestructura de cara a poder conseguir agua para vivir. El genocidio continúa a toda máquina con el aval de EEUU y la UE.

Pero al tiempo que esto ocurre, las y los estudiantes en todo el mundo extienden el movimiento de solidaridad  con el pueblo palestino, cuyo epicentro se encuentra en los EEUU. Los intentos de desalojo de los campus con una enorme violencia por la policía bajo control de los Demócratas, han terminado fracasando. Los estudiantes han reocupado parte de las universidades desalojadas, y han expulsado a las fuerzas de seguridad: UCLA, George Washington, la Universidad de San Diego, o Columbia, donde han tenido que cancelar finalmente los actos de graduación.

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Del 11 al 19 de mayo habrá numerosas movilizaciones y actos de apoyo al pueblo palestino y de condena al genocidio que el Estado sionista de Israel está cometiendo en gaza, en gran parte de Europa. 

Unas acampadas que se extienden a Europa, América Latina, y muchos otros países: a decenas de ciudades británicas; a Ámsterdam, donde la policía y la extrema derecha se han empleado a fondo sin éxito; a Berlín; a numerosas ciudades en Italia, Suecia, Bélgica o Francia, o aquí en el Estado español. Unas acampadas que poco a poco son de nuevo acompañadas de movilizaciones masivas, impulsándose una jornada de lucha simultánea, coordinada, por toda Europa a lo largo de la próxima semana. ¡Hay que ocupar las calles! ¡Solo así podemos frenar a Netanyahu y a Joe Biden!

Fruto de esta presión, y del temor a que una matanza sin precedentes desate un levantamiento aún mayor en EEUU y Europa, y sobre todo, en los países árabes, donde desde hace semanas millones han salido a las calles en Jordania o Marruecos, Biden y el Gobierno norteamericano han elevado el tono de sus advertencias contra el Gobierno de Netanyahu, aunque por ahora sin éxito. Es lo que tiene aupar y apoyar la supuesta “legítima defensa” de un Gobierno plagado de nazis sionistas supremacistas, tal y como hizo en su momento el propio Pedro Sánchez.

La realidad es que las palabras de Biden, e incluso la paralización de un envío de armas, tal y como se ha anunciado por Washington, siguen encubriendo un apoyo que, si cesara de inmediato, pondría inmediatamente fin a los bombardeos y la invasión de Rafah. El propio Biden ha señalado que no cesarán los envíos de armamento con propósitos defensivos.

A pesar de la bravuconería israelí, señalando que seguirán adelante incluso sin el apoyo norteamericano, o vendiendo que ya estuvieron solos en 1948, lo que es absolutamente falso, la realidad es que Israel no podría sostener esta guerra sin el apoyo de Washington: Estados Unidos representó el 69% de las importaciones de las principales armas convencionales de Israel entre 2019 y 2023. Un dato que lo dice todo y que sitúa al Gobierno Biden como coautor del genocidio.

La realidad, como hemos venido explicando, es que el único camino para frenar la masacre es la lucha en las calles, levantando una alternativa revolucionaria, y señalando y poniendo contra las cuerdas a nuestros gobiernos, sin los cuales no podría llevarse adelante. La propia UE, que tantas sanciones y embargos ha impuesto a Rusia, no ha movido un solo dedo ante una matanza sin comparación, a pesar de que es el principal socio comercial de Israel.

El propio Tribunal Internacional de Justicia, que tantas esperanzas ha despertado entre los dirigentes reformistas, para encubrir sus responsabilidades allí donde gobiernan, ni siquiera se atreve a dictar ordenes de detenciones contra los criminales sionistas, contra Netanyahu o sus Ministros, amedrentándose ante una carta amenazante por parte de un grupo de senadores norteamericanos. ¿Y este es el Tribunal que va a defender las vidas y derechos de las y los palestinos? ¡Vaya fraude!

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La única medida efectiva, real, que demostraría compromiso con un alto el fuego, con la paz, y con el pueblo palestino, es la ruptura completa de relaciones, económicas, diplomáticas y militares, con Israel. 

Este fin de semana, y el próximo, tenemos que volver a ocupar las calles de Madrid, Barcelona, Bilbo, Valencia, Sevilla... pero para decirle muy claro a Pedro Sánchez, a Yolanda Díaz, y a Sumar, IU o el PCE, que se sientan en el Consejo de ministros, que ya basta de palabras y de recomendaciones vacías, como la que ha hecho el ministro Pablo Bustinduy por carta a las empresas españolas, pidiéndoles por favor, por favor, que no contribuyan al genocidio. Una recomendación contestada inmediatamente por el ministro socialista del PSOE, Albares, señalando de nuevo que Israel es un “Estado amigo”. Eso sí, luego Pedro Sánchez nos hablará demagógicamente del Estado palestino.

La única medida efectiva, real, que demostraría compromiso con un alto el fuego, con la paz, y con el pueblo palestino, es la ruptura completa de relaciones, económicas, diplomáticas y militares, con Israel. Una decisión que si se tomará sería un duro golpe para Israel, generando una enorme presión al resto de gobiernos europeos y a la UE. Pero Pedro Sánchez sobre esto parece que no tiene nada que reflexionar. Tiene claro que hay que mantener los negocios con el sionismo.

Necesitamos seguir impulsando y fortaleciendo el movimiento de solidaridad con el pueblo palestino. Las acampadas son un nuevo paso en esta dirección, pero es necesario extender la lucha al movimiento obrero y los centros de trabajo, volviendo a poner sobre la mesa la consigna de paros y de huelga general para frenar el genocidio. Desde el sindicalismo alternativo y combativo, que no se resigna y lucha, desde los movimientos sociales, tenemos que dar un paso al frente y frenar esta barbarie sin fin. En esa tarea estamos las y los compañeros del Izquierda Revolucionaria, el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas.

¡Viva la lucha del pueblo palestino!

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