En defensa del empleo digno, contra la represión y por el futuro de la juventud
La huelga del metal en Cádiz se ha convertido en un referente para el movimiento obrero del Estado español e internacionalmente. Una lucha que ha conquistado un apoyo masivo de la población, que ha enfrentado una brutal represión policial, y que ha enviado un obús a la política de paz social y desmovilización de las cúpulas de CCOO y UGT.
Lo ocurrido en Cádiz es mucho más que una lucha por un convenio. El sistema capitalista solo nos ofrece recortes sociales, precariedad, salarios miserables, desempleo y un futuro sin oportunidades para la inmensa mayoría, mientras una minoría de banqueros, especuladores y grandes empresarios amasan beneficios escandalosos. Eso es lo que está detrás de esta explosión de rabia y furia.
Evidentemente, enfrentar a los poderosos no es fácil, pero no tenemos miedo a hacerlo porque es la única alternativa para conquistar una vida digna y con derechos.
Construir una izquierda combativa
La rebelión obrera que hemos protagonizado está llena de enseñanzas y debemos debatir sobre ellas. Solo así podremos lograr que las próximas luchas que se van a dar acaben en victorias para la juventud y la clase trabajadora.
Izquierda Revolucionaria y el Sindicato de Estudiantes hemos contribuido con todas nuestras fuerzas a llevar adelante esta batalla ejemplar y llena de dignidad. Por eso queremos invitaros a este acto en el que contaremos con el compañero Antonio Muñoz, de la CGT del metal de Cádiz, que se ha destacado como uno de los portavoces del sindicalismo combativo en primera línea en los piquetes y las movilizaciones, y la compañera Ainoa Murcia, portavoz del Sindicato de Estudiantes de Andalucía, organización que ha estado apoyando la movilización de manera pública y activa, convocando huelga estudiantil y manifestaciones multitudinarias. En el acto también tendremos un tiempo de intervenciones y preguntas para que todos los asistentes se puedan expresar y compartir sus reflexiones. ¡No te lo pierdas!
UNA MISMA CLASE, UNA MISMA LUCHA